Almería 2-0 Dépor (abril 2012)
Eolo soplaba en Almería. Pronto se supo que Corona sería el capitán del navío. Incluso la estrategia no fue hoy fiel a los herculinos. Jakobsen fue un quebradero de cabeza. Morel y Rochela daban sensación de ir justito en lo físico pero solventaban con oficio.Bruno Gama se quedó a solas con Esteban con mucho tiempo para decidir pero le temblaron las piernas y pegó al muñeco. El portero también demostró seguridad en el juego aéreo. Pero la gravedad lo devolvió a tierra sobre el pie de Carlos García y su tobillo se resintió. No quiso abandonar la portería. Acto seguido el fiable Bergantiños perdió un cuero en campo propio y los mediterráneos iniciaron contra por la derecha, su banda predilecta en la tarde de hoy. Rafita puso en práctica lo mil veces ensayado y Ulloa se anticipó con un gran escorzo a su sombra Colotto. El argentino celebraba así sus bodas de plata. Casi nada, diez más que el killer pucelano Javi Guerra.
En los primeros compases Lassad incordiaba más. Entró Xisco para acompañarle pero han de avisarle que no es lícito saltar sobre la espalda de los zagueros. Y Salomao, sin chispa ni temple, dejó paso a Saúl que al menos intentó poner unos centros de rosca. La presencia de Pablo Álvarez fue testimonial. Aunque lo cierto es que nada se inquietó.
El equipo de Esteban Vigo trianguló con gusto; un fútbol plástico. Por lo visto hoy merece reengancharse al tren del ascenso pese a llegar diez fechas sin sumar los tres puntos. El brío y clarividencia de las contras de Aleix Vidal se convirtieron en una amenaza constante. Sirvió en bandeja de plata a Ulloa pero su tanque de gasolina ya estaba en la reserva. Aarón, en segunda instancia, sí supo agradecer tanta generosidad. La puntilla. Aunque todo un veterano como Colotto pecó de infantil. No era imprescindible ese abrazo. Ahora deja la defensa huérfana ante el vital envite ante un Valladolid empeñado en hacer la puñeta a los galaicos. Sin dramatismos, el colchón sigue lleno de plumas.
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