Final Europa League 2012 Atlético de Madrid 3-0 Athletic de Bilbao
Bucarest se tiñó de rojiblanco. Contra tenía a su Atleti en casa en una competición en la que fue dignísimo finalista. Los hermanos Salinas dieron apoyo moral a los vizcaínos. Iribar buscaba fría vendetta treinta y cinco primaveras después. Iturralde, casi con el silbato al cuello, no dudó en exponer sus verdaderos colores. Polémico hasta la sepultura.
Los locales, caprichos del sorteo, presionaban con hambre hasta el balcón del área. Falcao caracoleó ante Amorebieta esperando la llegada de un compañero pero acabó por chutar en parábola hacia la escuadra contraria. Así, dejó sin presa al cazador Huntelaar.
Pasada la media hora segundo zarpazo del Tigre. El hábil ariete se revolvió en el área con un taconazo y golpeó de nuevo con el corazón. “La experiencia de un veterano y el hambre de un juvenil”. La estirada de Iraizoz, que ya gateaba indefenso, fue estéril.
Las gafas de Bielsa vieron a Iñigo Pérez e Ibai López como revulsivos. El extremo izquierdo fue un cuchillo por su banda. Pero el Athetic tenía fiebre en la salida de balón y los centros nunca llegaban desde línea de fondo. Llorente naufragaba entre las coberturas de Godín y Miranda. Filipe, más cerca de su mejor nivel. Mario, pletórico en lo personal, demostró gran personalidad en la dirección para agasajar a su querido progenitor.
Diego,con mucha confianza en la conducción, encontró un pasillo dorado hacia la meta vasca. Toquero evitó cometer falta y el brasileño recortó, acomodó el cuerpo y pegó un zurdazo cruzado.¡Neptuno de esta ya no te salvas!
Ojos vidriosos. Muniain, todo casta, era una magdalena. Gorka, abatido como en Glasgow. Gabarra en tierra, percebes insulsos.El Cholo, sin necesidad de perder tiempo,premió con migajas a Salvio y Domínguez, que aportaran su granito en Hamburgo, y al joven Koke. Falcao, héroe con mayúsculas, se enfundó la banderola colombiana y rezó a Dios sobre el Jardín de las Delicias.
Bucarest se tiñó de rojiblanco. Contra tenía a su Atleti en casa en una competición en la que fue dignísimo finalista. Los hermanos Salinas dieron apoyo moral a los vizcaínos. Iribar buscaba fría vendetta treinta y cinco primaveras después. Iturralde, casi con el silbato al cuello, no dudó en exponer sus verdaderos colores. Polémico hasta la sepultura.
Los locales, caprichos del sorteo, presionaban con hambre hasta el balcón del área. Falcao caracoleó ante Amorebieta esperando la llegada de un compañero pero acabó por chutar en parábola hacia la escuadra contraria. Así, dejó sin presa al cazador Huntelaar.
Las gafas de Bielsa vieron a Iñigo Pérez e Ibai López como revulsivos. El extremo izquierdo fue un cuchillo por su banda. Pero el Athetic tenía fiebre en la salida de balón y los centros nunca llegaban desde línea de fondo. Llorente naufragaba entre las coberturas de Godín y Miranda. Filipe, más cerca de su mejor nivel. Mario, pletórico en lo personal, demostró gran personalidad en la dirección para agasajar a su querido progenitor.
Diego,con mucha confianza en la conducción, encontró un pasillo dorado hacia la meta vasca. Toquero evitó cometer falta y el brasileño recortó, acomodó el cuerpo y pegó un zurdazo cruzado.¡Neptuno de esta ya no te salvas!
Ojos vidriosos. Muniain, todo casta, era una magdalena. Gorka, abatido como en Glasgow. Gabarra en tierra, percebes insulsos.El Cholo, sin necesidad de perder tiempo,premió con migajas a Salvio y Domínguez, que aportaran su granito en Hamburgo, y al joven Koke. Falcao, héroe con mayúsculas, se enfundó la banderola colombiana y rezó a Dios sobre el Jardín de las Delicias.
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