jueves, 25 de junio de 2015

Olvido


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É amiga, sí. Non te podería dicir o que significo eu para ela. Unha personaxe dos pes á cabeza.

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Haberá uns anos. Nos tempos da facultade. A súa personalidade inimitable cautivoume.  Só ver como se despedía da xente, casi fancendo reverencias, parecíame do máis divertida.

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Moi, moi cariñosa. Tiña morriña dos pais que vivían lonxe. Moita. Eran velliños xa. A cotío contactaba cos eles a través da rede. Paréceme, eso é cousa miña, que sufría de velos tan decrépitos.

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Non o debería dicir pero xa que estamos en confianza… Non pasaba moito baixo da ducha. Por aforrar. Ou por comodidade . Pero tampouco desprendía cheirume algún. Gustábame burlarme de ela por este motivo. Tampouco mudaba moito a vestimenta. Dificultades pasaría pero nunca ninguén lle oiu queixa. Victimismo cero. Nin tiña envexa cando os outros iban de tendas.

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Se digo a verdade non o crerías. Tiven que ver o seu documento nacional. Parecía moito máis xoven do que era. Nin cremas nin ximnasio. O segredo, pouca exposición solar. No inverno, podías vela en mangas de camisa baixo dunha chuviscada. Hai xente que non soporta os paraugas.  Non teño constancia de que fora víctima de gripes nin resfriados. ¿Non ves como é xenuina?

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Recorría grandes distancias a pe. Por aforrar. “A carreiriña dun can”. Como si lle dera vergoña pedir que a levasen. Non quería quedar a deber con ninguén. Estaba afeita ós paseos. Acabaría o Camiño de Santiago dende Sarria sen sudar. 

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Agarrada coma un catalán na costa de xaneiro. Ás veces viña con extraños presentes. Ben sabía eu que eran cousas que lle deran ou se apoderada delas dalgún xeito. Espero que non fose mercancía roubada.  Non me invitou a un café en todos aqueles anos.  Aproveitaba tódolos papeles que chegaban as súas mans. A cartilla do paro, unha factura do chan ou o cartón das latas de bebida…

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¡Espera un anaco! Tamén é certo que non se sabía moi ben de que vivía. Algún extra facía de cando en vez. Pero traballos demasiado esporádicos como para subsistir só con eles.Non sei se lle enviaban cartos, se acudía a asociación benéficas… Non quero especular moito con iso.

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Xa, xa. Tes toda a razón. Gustábamos de colarnos en piscolabis.  Lembro unha vez na que vimos una parella de novios baixando pola Algalia de arriba.  Bastou unha mirada cómplice. Nin sequera vestíamos de xeito elegante pero arriscamos. Paraban en cada esquina para unha nova foto do seu día.   Seguímolos ata o Hostal dos Católicos.  Alí estábamos coas tostas de salmón, os pinchos de ananás con queixo do país e demais manxares.  Viño do Ribeiro.  Enchiamos o bandullo de gula. Aviseina de que debíamos desaparecer. Pasado un anaco eran moitos os que miraban para nos. ¡Fora de xogo! Forzamos de máis e un camarero invitounos a marchar.  Deume unha vergoña atroz.  ¡E así mil e unha falcatruadas!

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¡Vaia cambio de tema! Esa é a súa faceta máis polémica. Supoño que é o que máis che interesa. A ver como o digo… Tiña mozo pero gustáballe asumir máis retos. Algo case compulsivo. Non sei se por afán de risco e aventura, búsqueda de sexo novidoso ou necesidade de mimo. Carne e esquecemento.

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Fíxate o que te conto. Non é a primeria vez que me fai as beiras. Ben sabe que teño moza. Non é un problema para ela.

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Bailaba no fío da navalla. Cando non lle conviña responder argallaba calquera evasiva. O caso era salva-lo pelexo.  Remordimento ningún.

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Penso que a súa parella sabía todo pero miraba pa outro lado. Como si acadase certa estabilidade e non se quixera baixar de ahí. E era un rapaz pudiente, con moitas posibilidades. Dous mundos. Por certo, ¿Non será aquel que está a aparcar ahí o seu deportivo?  Como poderás comprender téñote de deixar. Penso que xa tes información dabondo. Disto que te falei nin mu. Rogaría confidencialidade e que me pagaras o acordado tan pronto como podas.

martes, 23 de junio de 2015

Auschwitz

La versión oficial.


   Auschwitz se llama Oswiecim. Un cementerio sin tumbas. El epicentro de la barbarie. La espinilla del Holocausto.  El campo base fuera cuartel de los bomberos del Imperio AustroHúngaro. Apenas seis hectáreas rodeadas por un riachuelo. Como no podía ampliarse  en octubre del 41 cuatro mil prisioneros soviéticos inician la construcción de Birkenau. 176 hectáreas y 16km de fosos. Hicieron el segundo y tercer sector; seguirían si Alemania tuviese mejor sino en la guerra.

   Los deportados eran separados por sexos. Solo aceptaban a un veinte por cien. El resto, directos a las cámaras de gas. Hambre, frío y tifus harían la siguiente criba. Sólo aquí se hicieron tatuajes, aunque no a todos. Los pijamas de rayas no eran suficientes. Al revés que en Mauthausen, un noventa y cinco por cien de los prisioneros trabajaban fuera de Auschwitz: en minas de carbón, en el campo…   Más de medio millar por barracón. Hacinados. Dormían en el suelo, en montones de paja. Las camas aparecerán en Birkenau.
 

   Tomaban sopa con harinas, patatas o remolacha y té elaborado con abedul u ortigas. Muchos sufrían de diarrea. Los nazis dormían fuera para regatear a la tuberculosis. El  hospital apenas contaba con aspirinas y agua sucia. Una batalla perdida. El doctor Mengele estaba más preocupado en realizar exámenes antropométricos. El objetivo era averiguar como conseguir gemelos para multiplicar la prole germana.


   Los pocos ahorcamientos que hubo fueron moralizantes. Maximilian Kolbe fue un franciscano que aceptó morir antes que un padre de familia; como resistía más de lo debido le inyectaron fenol al corazón. El primer experimento con cámaras de gas se hace el 3 de septiembre del 41 en el horno I, un almacén adaptado. El único que se conserva hoy. Más de la mitad de los gaseados sobrevivieron. Luego “mejorarían” el método. Usaban el Zyklon B, pesticida que se utilizaba para matar ratones, topos y piojos. Se les quitaban los dientes de oro y el pelo, que vendían a medio marco el kilo para hacer tejidos y tapetes. Las prótesis servirían a los soldados alemanes del frente. El Sonderkommando, unidad especial de presos,hacía el trabajo pero a los dos o tres meses le tocaría morir a ellos. Las cenizas servían como fertilizante de los campos.

   En la primavera del 43 empieza el exterminio  a nivel industrial. Un año antes iniciaran la “Solución Final” los campos de exterminio del Este:Majdanek,Belzec,Sobibor, Treblinka y Chelmno.
 
   Las únicas fotografías que se conservan del infierno, apenas doscientas, son de final de mayo del 44.Un regalo de los nazis a la historia.Hacen referencia a la llegada masiva de judíos húngaros. Fueron en total más de cuatrocientos mil, por delante de polacos, franceses, holandeses, griegos y checos. El viaje más largo procede de la isla de Rodas, veintisiete días de trayecto.


   El 7 de octubre se dio el único levantamiento en Auschwitz.”Ahora o nunca”. Sabían que la resistencia polaca estaba cerca. Querían propagar el caos pero los operativos del crematorio IV se precipitaron y fueron rápidamente aplacados. Al menos volaron ese horno y consiguieron que se dejasen de emplear las cámaras de gas. Los nazis, en plena espantada, se encargarían de deshacer las pruebas del II, III y V a inicios del 45.El 27 de enero llegan los soviéticos. La libe-ración no encontró oposición. Había solo siete mil prisioneros, de ellos seiscientos cincuenta niños. Los nazis ya evacuaran a cincuenta y seis mil reos.Las marchas de la muerte. Solo la mitad llegó a la frontera que distaba a 80 km al oeste. Los campos alemanes no se liberan hasta abril.
 
   El comandante Rudolf Höss presumió de dos millones y medio de víctimas pero oficialmente están reconocidas un millón cien mil. Más de doscientos mil niños. Veintitrés mil gitanos. Un papá ejemplar, dicen. Fue juzgado y ahorcado en el propio campo, muy próximo a su casa, en 1947.





martes, 9 de junio de 2015

Los sabores de Donna Leon

Ciclo Nexos en la Ciudad de la Cultura (6-6-2015)      
"O deleite da palabra. Larpeiradas dos literatos"

   Ayer cenó comida casera. Vieiras al horno y “pan auténtico con queso blandito”. De postre tarta de Santiago; pidió un trocito pequeño y no le hicieron caso. Hoy se dejó tentar por un trampantollo de la nueva cocina. El chef Alberto Lareo esculpió un huevo de azúcar y lo rellenó de flan. Era una comensal habitual en la mesa de Marcella Hazan.Es la carismática Donna Leon.

   “Quiero vivir en un sitio donde no sea famosa”; eligió Venecia, ciudad de 58.000 habitantes que recibe al año unos treinta millones. “El turismo la destruirá. Los que fotografían cualquier cosa me convierten en un animal agresivo. Me freno para no darles una patada en el trasero”. Ahora proliferan los restaurantes chinos y tiendas de máscaras.Sufre el mayor índice de cáncer de pulmón de Italia a causa de la contaminación de los trasatlánticos que vienen de crucero.

   “No vengo de una familia culinaria”.Un abuelo alemán, otro español y dos irlandesas; “allí sólo cocinan patata y nada más”. “Quiero mucho a mi madre pero es una de las peores cocineras del mundo”.Cocinaba todas las verduras igual; abría la lata, vertía su contenido en la cacerola, le echaba mantequilla y cocía media hora a fuego lento hasta que se transformaba en una masa gris. Eso sí, una diosa de los dulces. “Crecí a base de azúcar. Debería pesar doscientos kilos”.

   No vuelve a leer sus libros. Ni los conserva; prefiere regalarlos.“Cuando hablo de cocina no es gastroporno”. Sus manjares no suelen acompañarse de más de un adjetivo.Relaciona la comida con el amor.Cuando quieres a alguien le das de comer.Sentarse a comer evoca unidad familiar; ahí es donde los niños aprenden civilización: como agarrar el cuchillo, no hablar con la boca llena y escuchar a los adultos. Lo que no le gusta es quien presume de saber si un vino es de la cosecha de 2012 o 2013; “Esos superpoderes no aportan nada a la sociedad”.  Le hastían los aires de grandeza de la alta cocina pero “soy bastante mayor para andar juzgando a la gente”.

   Entre sus escritores preferidos salva a Dickens,Flaubert, Balzac,Jane Austen,Anthony Trollope o Edith Wharton.De Henry James su interés por la mente.En temas culinarios destaca a Margaret Fisher y a Bee Wilson, que escribió La importancia del tenedor y una obra sobre las abejas y su producción de miel. Henry Fielding narró una escena de seducción durante una comida en su Tom Jones. También tuvo palabras cariñosas hacia Ruth Rendell, dama de la novela negra que falleció hace apenas un mes.Leyó unas cinco veces su célebre Juicio en piedra que comienza con una frase lapidaria. “Eunice Parchman asesinó a la familia Coverdale porque no sabía leer ni escribir”. Diez años antes que Crónica de una muerte anunciada.  La británica creó al detective Wexford, filósofo y felizmente casado.  Con una vida ordenada como su Brunetti.

martes, 2 de junio de 2015

Los niños dicen la verdad

Crítica de la comedia británica Nuestro último verano en Escocia
Publicado el 1-6-2015 en El Faro de Vigo. Estrenada en cines españoles el 29 de mayo



   Hay culturas que supieron endulzar el trance de la defunción. En México alzaron ofrendas y altares arco iris. Halloween y Samaín resucitaron a zombies y brujas. Las calabazas ya no eran carrozas doradas.  Han proliferado comedias, Guantanamera o Cuatro bodas y un funeral, que saben reírse de lo inevitable. Nuestro Último Verano en Escocia da una vuelta de tuerca.

    Lo que parecía una road movie acaba en un caserío para celebrar el setenta y cinco aniversario del abuelo. Un anciano bonachón aquejado de cáncer que busca sus últimas experiencias. Fotografía de las rías del gélido Atlántico Norte aliñadas con sonidos celtas de The Waterboys.

   Los nietos aún no han corrompido su inocencia. Jess, otra Miss Sunshine, dota de sentimientos a sus piedras Eric y Norman; sin inquietarse por sujetar el volante de su padre dormido; ya lo hiciera Lisa Simpson. Mickie se desvive por los vikingos. Nos desvela un falso mito,sus cascos no llevan cuernos. La mayor,Lothie,es racional y responsable.Apunta en su cuaderno las mentiras que cuentan sus papás, seres a los que solo les importa encubrir su divorcio ante la familia.

   Juntos descubrirán que los mayores tienen muchas dificultades en ponerse de acuerdo.Averiguan que es la homosexualidad y que la vida es finita.“Sé que es la muerte por el papá de Simba y la madre de Bambi”.Quizá estén disfrutando de los banquetes del Dios Odín en el Valhalla.

   El tío es despreciable.Un monstruo fuera del lago.  Un banquero avaro y crispado.El de la falda de cuadros deja claro que su voto en el referéndum de septiembre fue sí a la escisión de Escocia. Es el culpable de su mujer tenga continuados brotes psicóticos. Comportamientos patológicos como matar abejas o el incidente del súper. Pero sobreprotege a su hijo adolecente.

   El desenlace desmerece. El objeto es maquillar a los personajes que mostraran más arrugas e imperfecciones. Con la sempiterna moraleja de que las fuerzas del bien se salen con la suya.