Conferencia de Ramón Lobo
en la facultad de periodismo de la USC (9-IV-2019)
en la facultad de periodismo de la USC (9-IV-2019)
“Conocí la nieve a
los siete años y me quemé. Estará en la película de mi vida”.En su juventud escribía poemas y “traficaba” con ellos entre
las chicas. “Una vez dije que mis padres habían muerto en un accidente aéreo
para impresionar a una niña”. Su mamá es británica y su padre español. “Me
expreso bien en inglés pero escribo con defectos. Se lo reconocí al director de
la revista The New Yorker”.
“Nunca he trabajado
gratis pero es que no tengo la sensación de estar trabajando”. Hay que luchar
por tus sueños como predicaba Steve Jobs. Por la primera entrevista le pagaron
lo equivalente a 1´80€.
“Nunca me han
gustado los grupos de poder. Si le gusta a un diputado lo que escribes ya vas
mal”. Pero no puede ocultar sentirse orgulloso de que Obama le siga en twitter.
“Al escritor vivo
hay que comprarle los libros y leer los del que ya ha muerto”. En su mesilla de
noche está el de David Jiménez. “Un periódico nunca es libre, siempre hay
presiones. Pago 40€ al año por el The
Guardian. Etiqueta Negra de Perú no te paga y te llama todo el rato para
darte la paliza. Estoy suscrito al Whasington
Post,New York Times e Infolibre.
Y lo haré a El País, que hace una
gran apuesta por América Latina, si cierra su web”. Lo despidieron de ese medio y ahora colabora
con ellos. “Nunca caí en la cárcel del odio y el rencor; me llevo muy bien con
mis exnovias”.
Tienes que escribir
un primer párrafo muy bueno para que la gente siga leyendo. Y siempre es mejor
reducir todo a menos líneas. “Yo tengo una mirada. Soy subjetivo. Lo que tengo
que ser es honesto. El periodista es como un actor; tiene que vaciarse de sí
mismo para poder ponerse en el lugar de los demás”. Decía García Márquez que “la primicia es el
primero que lo cuenta bien”. El lector quiere que le cuenten bien las historias
y que no le mientan. Ahora el periodista está 8 horas delante de una pantalla
cortando y pegando. Decía Robert Capa que “si una foto no es suficientemente
buena es porque no estás demasiado cerca”; no solo se refería al espacio físico
sino también a lo emocional.
“Somos la profesión
más antigua junto con el sacerdocio y la prostitución”.Los relatores nunca desaparecerán. Hemingway
decía que era“el mejor oficio del mundo si lo sabes dejar a tiempo”.
Jesús Ceberio era
el director de El País cuando hubo las elecciones presidenciales en USA en
2004.Él estaba convencido de que Kerry iba a ganar a Bush. “Pero no había
pruebas”. Yo miré Florida y un compañero Iowa, dos estados llave, y el
demócrata iba a perder en ambos. Cuando desayuné el republicano ya había
vencido. “Y yo una porra”.
Vio la muerte de
cerca.Pese a que asesinaron a tres de sus amigos “Nunca he tenido miedo a que
me mataran”. El humor, sobre todo el
negro, es fundamental para sobrevivir. “En el funeral de Miguel Gil nos tocó un
cura que era un coñazo”. Éste había
dicho que sabía filmar y cuando le mandaron tuvo que preguntar como se hacía. “En
Chechenia comenté “si me dejan sin piernas a ver como subo al quinto sin
ascensor que me he comprado”.
Ahora los medios ya
no pagan un mes en un lugar de conflicto. Contratan a un freelance que no tienen ninguna protección. “No cobramos ningún plus de peligrosidad”.
En las guerras hay
víctimas y verdugos en los dos bandos. “Cuando aterrizas en un conflicto eres
como un paracaidista. Necesitas contactos. Al principio hay que ser muy
prudente. En Irak yo conocía a un profesor que me ayudaba mucho”.
A veces fuimos unos
insensatos. En Móstar iba conduciendo tras un coche blindado con miedo de pisar
una mina. Y con la mano sobre la frente. Unos francotiradores a los que había
entrevistado le dijeran que siempre disparaban al conductor. Mi compañero
Fernando Múgica me comentó “si me matan
mis últimas palabras son Pedro J que te den por el culo”.
“En Siria no había
muchos periodistas porque los secuestraban y mataban. Y luego nos sorprendía la
crisis migratoria que se inició en 2015”.
En El Congo habían
matado a cuatro maristas . Hablé con un niño que me pidió mi dirección. No
sabía escribir; solo quería presumir ante su gente de tener un amigo
extranjero.