*Exposición en el Colegio de Fonseca
Austria estaba
embotellada entre la Italia fascista y una Alemania nacionalsocialista desde
1933. El Canciller Engelbert Dollfuss llega al poder
en mayo del 32. Su régimen tenía un tufillo tan autoritario que prohibió todas
las reuniones de índole política. Sólo existía un partido, El Frente
Patriótico, con ideología católica.
El 12 de febrero del 34 estalla la guerra contra los comunistas y
republicanos. En los tres días siguientes perdieron la vida más de 200
“rebeldes”, y poco más de la mitad
“defensores del orden”. El 25 de
julio del 34 un comando de golpistas nacionalsocialistas asesinó a Dollfuss.
Pero Kurt Schuschnigg le sucedió, continuando con la misma línea
autoritaria.
El 11 de marzo del 38 Alemania anexiona Austria que se convertía en
“Marca del Este”. Hitler declaró en Viena
estar orgulloso del“ingreso de mi patria en el Tercer Reich”.Empezó la
persecución de judíos. Y con ello el exilio y la resistencia.
Paradójicamente,hubo austríacos que mostraban esperanzas de que con el Anschluss se contagiasen del milagro
económico germano.
135.000 huyeron. Muchos se instalaron en Checoslovaquia por su régimen
democrático y París.
Otros destinos fueron G. Bretaña, Bélgica y, tras irrumpir
la II Guerra, USA y América Latina.
Recalaron en España 1400 voluntarios, de ellos 43 mujeres. Eran
destinadas sobre todo al sector sanitario, entre
ellas cinco médicas y seis enfermeras.Una organización impedía que los que
viniesen aquí tuviesen dudosa tendencia política o fuesen espías y aventureros.
Muchos desembarcaban por puertos aún republicanos,Barcelona, Valencia o
Alicante. La mayoría recibió instrucción militar durante varias semanas en
Albacete,base de las Brigadas Internacionales.El bautizo de fuego fue en la
defensa de Madrid en noviembre del 36. Surgieron hospitales y hogares de
huérfanos como el de Benicássim.
El Batallón Doce de febrero del 34,
simbólico calificativo,se fundó en junio del 37; Las compañías llevaban el
nombre de revolucionarios fallecidos. Hubo quien colaboró con el POUM. Existió
hasta la retirada de las Brigadas Internacionales en septiembre del 38. Negrín
creía que así los alemanes e italianos que apoyaban a los sublevados se
retirarían también. El plan fracasó.
Los brigadistas que retornaban a sus países democráticos fueron
encarcelados por apoyar a un ejército extranjero.Los alemanes y
austríacos,conocidos peyorativamente como Rotspanier,
no podían regresar a casa. Al empezar, en las Navidades del 38, la gran
ofensiva franquista sobre Cataluña echaron una mano pero no lograron impedir
la debacle. Se calcula que 235 austríacos perdieron la vida en España y
84 en el exilio o en los campos de exterminio alemanes.
Unos 50 austríacos cayeron presos en campos franquistas. El carintio
Jose Orlitsch se unió a los guerrilleros que partieron del Valle de Arán en
octubre del 44. Casi medio millar acabaron en campos de concentración
nazis,sobre todo en Dachau.Los judíos corrieron la peor suerte.En el Campo
francés de Gurs los brigadistas austríacos impartieron clases y hacían
exámenes.
Hay voluntarios austríacos en las filas del Ejército Rojo,estadounidense
o británico.Otros apoyaron en la actual Eslovenia en noviembre del 44 al
Ejército popular de Liberación Yugoslavo.
*Placa Conmemorativa en Montjuic (Barcelona)