Crónica del Borussia 0-2 Madrid (goles de Carvajal y Vinicius)
Los blancos ya suman quince Orejonas.
*Fotos de las galerías de ABC, 20 minutos y Marca
Cuando era niño era del Madrid. Y los culés siempre me decían “los merengues sólo tenéis Copas de Europa en blanco y negro”. Como en Eurovisión, vamos. Desde mi primer beso bebieron nueve.
Ni un gramo de miedo escénico mostraron los de Tercic. Un espléndido pase de Hummels dejó solo a Adeyemi que se marcó un Robben. Quizá condicionado por la envergadura de Courtois quiso regatearlo pero el aguanís lo patentó Raúl. Pata Negra.
Esos diez minutos fueron un chorreo. Füllkrug, en posible fuera de juego, se lanzó y encontró madera. Y poco después el panzer no pudo cazar un rechace tras una nueva diablura de Adeyemi.
Kobel exageró una barrida de Vini con su pierna de arrastre y su pataleo tuvo premio. Sabitzer, inteligente llegador, pegó desde fuera del área y el Gullivert belga hizo lo de toda la noche, repeler para prevenir. El trencilla sacó dos tarjetas por protestar a los germanos. Lanzando el mensaje de “no lo voy a permitir”. Schlotterberg no veía estable su rodilla, como ya le ocurriera a Emre Can.
El primer acto de Bellingham, Rodrygo y Kroos era para estar tapadito bajo el edredón. Increíble que las abejas no llevasen miel en el bolsillo. Increíble que Modric no saltara al césped tras el parón.
Las cámaras, que al inicio evitaron espontáneos, no miraban a las bengalas pero no podían camu-flar el humo. Kroos, en la última línea de su currículum, ejecutó dos tiros libres, el primero de bellísima factura. Füllkrug volvió a aparecer con un martillazo de testa a centro del hiperactivo Adeyemi.
El partido empezó a girar con un centro chut de Vini que Jude no cazó ante la salida en falso de Kobel. ¡Y sorpresa! Primera aparición de Rodrygo caracoleando por línea de fondo. El siete blanco dejó un taconazo mágico con caño de propina en el otro costado. Y una cara de “¡lo que he hecho!”
Se estaba cociendo el plato del día. Carvajal se disfrazó de Zamorano y a la segunda tentativa adelantó al Madrid. El instinto defensivo de Hummels le llevó a tratar de repelerla con la mano.
Bellingham casi ejecuta a sus amigos pero esta primavera sus gemelos no respiran lo suficiente y Slotterberg punteó de lujo. Las oleadas estaban a punto de destrozar el dique de arena. Kobel voló a un chut muy plástico del maratoniano Camavinga al ángulo. Los amarillos aún no estaban muertos. Hasta que se le ocurrió a Maatsen trazar un pase horizontal sin levantar la perilla para ver el horizonte. Red flag. Bellingham, en su única intervención de mérito, abrió para Vini que cruzó de zurda a la red. El bote pronto sorprendió incluso al futuro Balón de Oro.
El atérmico sólo vestirá la blanca de la Mannschaft. Carácter mediterráneo en la despedida. Füllkrug, un dignísimo obrero, aún quiso darle emoción. Su cabezazo quedó borrado por las líneas. En Wembley Koeman rompió el precinto, Klopp no pudo con el Bayern y ganó Florentino. Lo de siempre.