La profesora de pediatría Rosaura Leis acudió a Kid´s Garden
para hablarnos de la alimentación en los primeros años de vida. Esta escuela
infantil, ubicada en el corazón del Campus Vida, presume de que su catering de Ruta Jacobea no contiene pizzas ni
perritos calientes.
La estradense se
muestra muy preocupada por el severo problema de la obesidad en nuestra
sociedad. Ya no es un asunto circunscrito sólo a Estados Unidos. Así se remonta
a un ejemplo de su tierna infancia.“Yo iba al colegio caminando con mis botas
Gorila a más de tres o cuatro kilómetros; aunque mi madre me tenía entre
algodones por ser hija única”. La sociedad es obesogénica; vamos en coche a
todos lados. No desarrollamos la psicomotricidad.
Iglesias Diz, pediatra ya jubilado, hizo
un dibujo de un niño obeso sentado ante el ordenador y comiendo comida basura. Era
su dardo contra la vida sedentaria.
El niño no puede
comer la misma cantidad que el adulto. Debería tomarse un buen desayuno con
miel y cereales y hacerse cinco comidas diarias. Hemos de acostumbrarles a
comer sin sal, a lo sumo un chorrito de aceite de oliva. Las
principales causas de la obesidad son las cestas de la compra marcadas por la
conveniencia y comodidad. Se publicitan continuamente alimentos poco
saludables. Se come sin hambre y se bebe sin sed. El peligro de una nevera
cercana. A veces los padres no aceptan
que sus hijos puedan tener obesidad. Lo pueden ver como un insulto o lo
justifican con frases como “somos de hueso ancho” o “usted no ha visto al
padre”.
Ya nuestros abuelos sabían, sin ir a la
universidad, que la alimentación servía para evitar patologías. Nuestra dieta es importante desde el embarazo
de la madre.
El primer año es el
período de mayor crecimiento, maduración y desarrollo. La longitud al nacer es
en torno a 50cm.“¡Menos los retoños de Urdangarín que medían 58!”;al cabo del
año se duplica la estatura. El peso se
triplica en la fase que va desde el alumbramiento al primer año, cuando el bebé
ya debería pesar entre nueve y diez kilos y medio. El primer mes se engorda
entre veinte y treinta gramos al día, aunque los niños de lactancia materna aumentan
menos.
Es normal y
fisiológico que los niños echen reflujo
los primeros meses; por ello es bueno tener posturas corporales verticales
después de alimentarse.
Períodos alimenticios de los niños:
a)La lactancia
exclusiva
Lega hasta los
cuatro o seis meses.Ni siquiera le daríamos agua. Lo ideal es la leche de
mujer; en su defecto tomarían leche de fórmula. Se trata de leche en polvo de
vaca modificada; la de inicio hasta los seis meses y la de continuación hasta
el primer año.
Se aplica el famoso
dicho “breast is best”. La leche materna es variable, depende de la
alimentación de la mamá. Contiene lactobacilos que cambian la flora intestinal
de los niños. Aporta prebióticos, es decir, azúcares. Tiene mucho colesterol,
que es bueno para las membranas celulares. No produce alergias.
b)Introducción a la
alimentación complementaria.
La leche sigue
siendo el alimento principal aunque la de vaca nunca antes de los doce meses. Se
incorporan alimentos de manera progresiva, tanto líquidos como sólidos. Los
niños al principio sólo chupan. Succionan pero no mastican. No podemos darle
algo semisólido al principio.
Se puede empezar
por los cereales que solo cambian un poco la consistencia de la leche. Los cereales sin gluten se introducen al
quinto mes y con gluten a partir del séptimo.
El gluten es el causante de la enfermedad celíaca; no se debe dar muy
pronto(antes de los cuatro meses)ni muy tarde(más tarde de los siete meses)y se
suele hacer gradualmente.
Hemos de dejar
pasar una semana por cada nuevo alimento (sólo una fruta cada vez), por si
tienen reacciones o alergias. Con pescado
empezaríamos al octavo y con huevo al noveno. Los alimentos con más riesgo de
alergia van hacia el final del primer año. Por ello, al ser de las frutas más
potencialmente alergénicas, van más tarde las fresas.
Los lactantes y
niños pequeños non deben recibir una dieta exclusivamente vegetariana pues
quedarían privados de todos los nutrientes.
c)Período de adulto
modificado
Se contextualiza entre el final del primer año y el final
del tercero. Ya se come lo mismo que
el resto de la familia. Es aconsejable hacerle una presentación atractiva para
que los pequeños coman más variado. “Ya ven como en los desayunos buffet de los
hoteles de cinco estrellas se ponen todos las botas”. En el segundo año de vida
hay una tendencia de los niños a rechazar nuevos alimentos; se denomina “neofobia”.
El biberón es
inadecuado para administración de otros alimentos que no sean leche. Y entonces
la coordinadora de
Nutrición Pediátrica del CHUS recuerda su propia
experiencia: ”Lloraba amargamente cuando al año tuve que dejar de dar biberón a
mi niña”