El Corte Inglés
llamó a su doctora de cabecera, Otilia Quireza. Cuando la medicina tradicional trata un cáncer pone el foco en la tríada
clásica, cirugía,radioterapia y quimioterapia.Casi obvia al paciente. Debemos
cuidar y desintoxicar nuestros filtros principales: Pulmón, hígado y riñón.
Otto Warburg, Nobel
de Medicina en 1931, ya lo tenía claro. “Todas las enfermedades son ácidas.
Donde hay oxígeno y alcalinidad no hay cáncer ni otras enfermedades”.
Los padres de niños
con leucemia pedían consejo a Richard Beliveau; el profesor de bioquímica en
Montreal, se percató que donde se bebía más té verde el cáncer incidía mucho
menos.
Una célula
cancerígena está feliz en un terreno ácido; Le encanta el azúcar! Los equilibradores
son los cereales integrales, legumbres, semillas y verduras. Una dieta
anti-inflamatoria sería la ideal. Ajo, puerro, cebolleta, calabaza, setas, semillas
de lino y pes cado azul, que es rico en omega3. Y productos anti-angiogénicos
pues bloquean el crecimiento del tumor. Nos referimos al brécol, coliflor, col, nueces, avellanas,
chocolate negro y perejil. La cúrcuma,que amplia sus propiedades combinada
con pimienta negra, está en ambos listados; es el mejor escudo del colon.
La risoterapia ha
aportado resultados positivos en oncología pediátrica. Patch Adams, médico
interpretado en el cine por el desaparecido Robbin Williams, se entregó a
mejorar la calidad de vida de los convalecientes. El yoga de la risa optimiza
su rendimiento si se hace en público.
Aportó su
testimonio Esther, una joven a la que se le diagnosticó cáncer de ovarios con
dos tumores. Dejó al médico su parte. Ella aceptó su enfermedad y se entregó a
ayudar a su cuerpo a curarse. Siguió los estudios alimenticios de Odile
Fernández. Eliminó azúcares, alimentos procesados, lácteos y gluten, “proteína
muy inflamatoria”. Su alimentación se basó en lo que cultivaba en la huerta,
donde recibía la vitamina d del sol. Serenidad.
Evitó discusiones y situaciones de violencia. “Dejé de ver las noticias e
incluso muchas de las películas premiadas”. Todos los días recurría a la
técnica de la visualización creativa; ponía el cerebro en estado alfa. Se
imaginaba que su cuerpo era un bosque que era limpiado con chorros de agua. Ahora,
ya en fase de revisiones, cree que
sufrió un “despertar para no vivir una vida rutinaria y acomodada”.