* Mi diario de O Son do Camiño 2022
Fotografías de la página Facebook del festival compostelano
Los Monos Furiosos abrieron un Festival que, tres años después, pudo no haberse celebrado. El tiempo vuela y Mariña y los suyos ya son mayores de edad. Para el Panda todo concierto es bambú. Hoy hizo dúo con Kase O. Pasarella no hubiese convocado a Sadness. Comenta que uno del público tiene un albornoz igualito a uno que él robo en un hotel. “Te quiero un poco”es muy Novedades Carminha. Un padre protege los oídos de su bebé con cascos aislantes.
C Tangana lidió con truenos y aguacero. Pero tiene una legión de creyentes. Alegría de vivir. Una cuidada escenografía. ¿Cómo quieres que te quiera si me dejaste de querer?
Primer show en España del Dharma Tour. Ni Camilo ni Rauw. Yatra canta en la cresta del arcoíris.Asumió riesgos con ese traje en tonos anaranjados y pata de elefante. Arrancan guitarreros y la cima emotiva llegó cuando“el amor es más fuerte”.En el repertorio ya hay muchos singles radiofónicos como su canción de cromática esperanza o la colaboración con el coach almeriense. No hay nadie más trae moraleja.“Hay que pedir perdón y perdonar. ¡Hàganlo esta noche!". Un par de días antes corrieron a Índigo a la sesión golfa para evitar deserciones. El viernes era el día que mi
subrayador marcó menos objetivos. Dani
Fernández empezó con gafas de sol y de espaldas al astro. Entusiasta y agradecido a una región “que
siempre me apoyó”. Pues conozco más los problemas fraternales de Liam Gallagher
que sus temas y los de Oasis. Una pancarta pro rock n roll y su característico ademán escondido bajo el micro.
Descanso en lo alto de la colina. A medio bocadillo veo como un segurata persigue a dos polizones que han saltado la vaya fronteriza. Muy cinematográfico. Se dispersan para complicarle la caza. El de camiseta negra le finta y el honesto trabajador se va de frente contra una dama que por allí pasaba.Tabique contra dentadura. Asistencia médica para los dos inocentes.
Viene Anne Marie con dos trenzas y dos
ositos haribo. Con tono canalla. La
británica deja claro el mensaje, su pretendiente no saldrá de la friend zone. Prefiere odiar que amar.
El sábado apuro la siesta para llegar a Miss Cafeína. De camino al Gozo la Guardia Civil fotografía las fincas que se vistieron de parking. Los de virtuosos teclados nos llevan de viaje a China. Su cantante,sin miedo al amarillo vitalista sobre las tablas,no está muy comunicativo. “Venimos del mismo lugar, de un año de mierda”no parece una proclama prepandémica.
Después de bañarnos en Formentera con Nicki Nicole el mantra que valdría para el metro de Londres: “evita las zonas congestionadas”.Turno de Dani Martín. Dos décadas de himnos conocidos por todos. Aquellos años locos.Pero al ralentizar los temas me acuna y no puedo imitar la voz de sus discos. Lanzó un mensaje a favor de la diversidad musical y sin etiquetas.
El flujo de gente entre los dos escenarios principales es enorme. Rigoberta, transgresora y divertida, con un pecho fuera al puro estilo Delacroix.
Un animador rellena el horror vacui antes del único directo que no se ajusta al horario. Veinticinco minutos tarde irrumpe Jason, con su cohorte de bailarines. Parece un monitor de coreografía. El coro de Breathing suena muy enxebre. Y “al otro lado”, sentado a la altura de las cantinas, mi cuerpo dice basta. Nos vemos en un año, allá por junio cuando todos somos felices.