Conferencia de Jose Ángel de la Casa en Compostela (abril 2010)
Publicado en Xornal de Galicia y en la sección digital de La Voz de Galicia.
Aún conmueve oír su voz desafinada en el último gol que la escuadra nacional le endosó a Malta, una selección casi de aficionados,para clasificarse para la Euro84. Admite que la retransmisión parece “de pueblo” por los pocos medios que había. En el descanso el milagro parecía imposible y muchos se marcharon del Villamarín.“Fue algo inesperado para todos”.“Siempre dije que no hubo nada”de apaños pues ya se hubiera sabido.
En el Mundial 78 conoció al legendario Matías Prats que le aconsejó que“nunca digas no a algo que te encarguen”. De la Casa rescata varias anécdotas del seleccionador Kubala, a quien presionaron para que alinease jugadores del Madrid y Barça, en el choque ante Austria; dijo que cambió a Cardeñosa por una indisposición pero la mentira fue descubierta por Jose María García entrevistándolo en pleno vestuario; el húngaro acabaría culpando de la derrota a Pirri, que jamás volvería a vestir la elástica de la roja.
Recuerda el adiós de Di Stéfano del Madrid, vestido de corto con casi cuarenta años, por dictamen de Santiago Bernabeu. La Saeta como entrenador fue “intratable,un ogro”. TVE lo fichó para comentar el Mundial de Italia pero en el España-Bélgica estuvo tan soso y monosilábico que casi lo despiden en el intermedio; todo se debía a que sus compañeros de trabajo no se habían despertado a la hora acordada por irse de borrachera.
Michel dejó de hablarle por criticarlo en directo en uno de aquellos“partidos horrorosos” de la España de Clemente; pacificaron cuando coincidieron retransmitiendo fútbol. Aún así, lo pone como ejemplo de lo mimados que están los futbolistas; “lo de pagar no lo llevan muy bien”, no saben ni sacar un billete de avión, se olvidan el pasaporte…
José Ángel De la Casa siempre quiso que su misión en la tele fuera acompañar y no molestar. Muchas veces el coñazo no es la narración sino el partido. Preguntándole por el desaparecido showman Andrés Montes cree que le sobraba frivolidad aunque admite su estilo innovador. Lo que tiene claro el toledano es que, a pesar de perderse muchos años los fines de semana y los veranos, “esta profesión es apasionante, para disfrutarla”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario