miércoles, 23 de agosto de 2017

Glasgow

*Una panorámica sobre la ciudad escocesa

Publicado en El Faro de Vigo (25-8-2017)

   En la ciudad de Mackintosh son mejores los grafiteros que los arquitectos. Es una tradición colocarle un cono naranja en la testa a la estatua ecuestre del primer duque de Wellington. Un capirote.Una gamberrada simpática. Por el suelo una lata aplastada de Irn Bru, jarabe de chicle.
   Explorando llego hasta los pies del doctor Livingstone,supongo,que luchó contra la esclavitud. En la Catedral está enterrado el santo patrón de la ciudad. En una de las capillas puedes entregar tu lista de deseos.   
El Museo St Mungo, que cuenta con un jardín zen, conciencia sobre el respeto entre los credos. Conozcamos las seis religiones principales, entre ellas el sijismo.  Desde el ventanal se aprecia la necrópolis victoriana inspirada en el Pére Lachaise.
   El mercadillo The Barras es caótico. Las baratijas no van ordenadas.   El tipo de chándal vende pastillas azules reconstituyentes a viva voz. Lo más interesante comer en una tasca añeja.
   El puente en suspensión es una modesta réplica del húngaro. La Pasionaria celebra una victoria que no se dio.Un guiño a los brigadistas británicos que apoyaron a la República.El Armadillo reposa junto al río Clyde. Patinadores y ciclistas saltarines. Quedan 216 millas hasta Inverness.
   La chica de las apuestas del Ibrox Stadium no da abasto.  Cuelgan camisetas históricas de los jugadores míticos que agrandaron la entidad. En los noventa, sólo se esfumó una liga en toda la década, deleitaron Gazza o el menudo de los Laudrup.El choque comienza ilusionante. Gol al minuto dos.Pero los protestantes se duermen y Bruno Alves abusa del pelotazo largo. Al intervalo el legendario Andy Goram,más de cincuenta tacos,demuestra que perdió la figura pero no los reflejos.El Hibernian se apropia del cuero con la tutela magistral del dorsal 10 que domina el arte del pase corto y movilidad.Con 1-3 al minuto 70 los aficionados tienen prisa de repente.
   Las donaciones son bienvenidas en el Museo Kelvingrove. Pero es gratis. ¡Vaya, han prestado  El Cristo de San Juan de la Cruz! Bustos de héroes nacionales como Walter Scott, Adam Smith y William Wallace. Burns caracterizado como el Che y los siempre bien recibidos impresionistas.

   De la disco ABC cuelga una bola brillante. No dejo que me seque las manos el de la limpieza pues pronto pasa el cepillo. Me acerco a Cathouse, también por unas seis libras sin derecho a mojar la garganta.Pasan más la fregona que los chicos del curling.A las 3 nos invitan a marchar.

lunes, 7 de agosto de 2017

Peregrinaje Literario

*Conferencia "Camino Peregrinación y vida en los clásicos de la literatura"
Ciclo: ¿A dónde vas, peregrino?
Impartida por Ángel González Fernández

*Artículo publicado en El Faro de Vigo (6-8-2017)

   En El Barroco se genera la idea de que vivir no es solo permanecer en la existencia con un carácter limitante y declinado. Cabe entregarse al mérito y la gloria.  Una de las vías es la ascesis como sucede en los dramas de Calderón. La vida es como una peregrinación. Un caminar pedregoso hacia la meta. La vía de la acción.

   Jorge Manrique es un hombre del Renacimiento que influye en el Barroco. En Coplas a la muerte de su padre hay dos metáforas que se refieren al curso de la vida. Río, más biológica, es un discurrir inexorable. Y jornada o camino, término ya presente en San Agustín y  Buenaventura, cobra un sentido ascendente en lo moral y religioso. Fenecer sería descansar.  
   En El Criticón de Gracián los personajes peregrinan. Critilo es uno de ellos. La meta es la isla de la inmortalidad. Andrenio llega a la cueva de la nada por no preocuparse por el esfuerzo.
   La verdadera nobleza,fama y gloria a la que un caballero aspira depende de las obras de cada uno. Un capital que nadie ni nada puede arrebatarnos. Eso defiende Cervantes en su obra más universal.  Don Quijote nunca llegó a estar tan loco como para considerarse de una estirpe superior.Para él la condición no depende de la sangre.Creía que podía superarse con sus hazañas. Cuando sale apedreado por los pastores de ovejas afirma“un hombre no es si no hace más que otro”.   Así se contrapone a la justificación solo por la fe de los luteranos y se alinea con el cristianismo de Trento. “La fe sin obra es cosa muerta”.   Alonso nunca está plenamente seguro de las cosas que se refieren a él mismo.   Aún en el capítulo XXXI de la Segunda Parte cuando los Duques fingen para él un recibimiento principesco creyó ser caballero andante verdadero y no uno fantástico. Pronto recelará de este optimista comportamiento.  Hasta la depresión y hundimiento cuando es derrotado en las playas de Barcelona.  Postura contraria a la de Alonso Qujiano es de del arrogante soldado Vicente de la Rosa quien creía que no debía nada al Rey.

   Los caminos son los hábitats naturales del ser humano. No son algo instrumental e insustancial para Cunqueiro. “Los caminos dan las gentes” como los surcos de un labradío dan el trigo. Caminar a Santiago refuerza la comunión con Roma. “Peregrinar es uno de los sacramentos del ser humano”. Sirve para obtener la redención mediante el ejercicio espiritual. La atmósfera del Camino doblega a uno y lo conduce a la penitencia. Tira de ti para que te arrodilles. Mea culpa.