Ciudad destruida y
reconstruida muchas veces. Urbanismo caótico. La Berlín de los Balcanes.
Arquitectura art noveau, restos del legado de los Habsburgo, vestigios otomanos
y monolitos socialistas. Bautizado como Singidunum, fue ocupada por los celtas
antes que por romanos.
Hay comercios en
galerías subterráneas.Pero,aunque hubo estudios previos,es la única gran
capital socialista sin metro. Sabe Dios lo que encontrarían en el subsuelo de
una urbe tantas veces agitada.
Numerosos murales.
Todas de gente que no conozco y ya fallecida. Venden camisetas con la última
letra del abecedario. Un pueblo orgulloso de sus cicatrices, al igual que su
principal embajador pre-sume de la pureza de su competitiva sangre.
Antes de ingresar en
el Kalemegdan, parque de proporciones
gigantescas, la chica de la oficina de turismo me regaña por hablar con fluidez
solo una lengua, el español.
Hay un mausoleo donde
están los restos mortales de varios héroes nacionales de época socialista. En un espacio singular está Silahdar Damar Ali
Pasha, gran visir otomano que ganó prestigio por conquistar Morea. Y según la leyenda también reposa en las proximidades Atila, el rey de los hunos.
Los tanques y
cañones abren boca para que los ávidos de material armamentístico entren al Museo
Militar. La Iglesia de Ruzica, dedicada
al nacimiento de María, está muy próxima a la Capilla de Santa Petka, erigida
sobre un manantial sagrado. La Torre
Nebojsa, construida en el siglo XV en una privilegiada posición, fue mazmorra
antes de convertirse en museo.
La Estatua de San
Víctor celebra las victorias sobre el Imperio Otomano y el Austro-Húngaro. El Pobednik es un hombre desnudo, a 14
metros de altura, con una paloma en la mano izquierda y una espada en la
diestra, un paradigma del pasado de la ciudad, que mezcla tiempos de paz y de
guerra.
En la parte norte
del parque está el zoo, que se remonta a 1936. Aquí teníamos otras
preocupaciones. Emir Kusturica recrea los bombardeos sufridos en la II Guerra
en una escena de Underground.
Al noreste del
casco antiguo está el barrio de Dorcol. En
los siglos XV Y XVI llegaron muchos sefardíes, casi a la vez que se levantó la
Mezquita Bajrakli. Pudiera parecer por
el fluir del agua que es el Danubio el que nutre al Sava.
La calle más
exclusiva es Knez Mihailova. Ajetreo
de compras en las conocidas tiendas de ropa. Sedes de aerolíneas y del
Instituto Cervantes. La señora del puesto de helados te los abre por cortesía.
Una función callejera de
un imitador del Rey del pop.El niño del acordeón se está quedando
dormido.
Antes de ser la Plaza de la República había la Puerta de Stambol, por ser el
origen de la carretera a Estambul, y una terminal del tranvía. Entre las joyas
del Museo Nacional están las pinturas de impre-sionistas franceses y
numismática de tiempos de Alejandro Magno.
Cuando se construyó el Teatro Nacional se tomó como modelo la Scala de
Milán. La Estatua ecuestre retrata a
Miguel III Obrenovic, máximo mandatario del Principado de Serbia en dos
ocasiones en la era decimonónica.
Skadarska es el Montmartre de Belgrado.
El suelo es empedrado y los restaurantes bohemios y ro-mánticos. Llovizna del
aire acondicionado. Los músicos compiten en decibelios y se empaña un poco la
magia.La Fuente de Sebilj, kiosco de madera otomano,fue regalada por Sarajevo
que ya tiene una.
El Hotel Mockba, de tez fina y monumental,
es la cara más bonita de la ciudad. Se llama así porque se financió con
capital ruso.Su repostería, otro reclamo. Inaugurado hace más de 100 años por
el rey Pedro I Karadjordjevic. Los
alemanes lo transformaron en su Cuartel General durante la II Guerra.
Llegada frenética
de buses a Zeleni Venac,mercado
central de agricultores. En la pendiente adoquinada de Kamenicka las ancianas
intentan que alguien compre sus baratijas y ropa de segunda mano.
El Palacio de Albania es un rascacielos
feo y gris de la Plaza Terazije. Construido en 1940, solo cuatro años después
fue liberado de los nazis por el Ejército Rojo. Icónico fue el izado de la
bandera.
El edificio con
cúpulas en verde agua es la Asamblea
Nacional. Hoy lo visitan molestos manifestantes. Los limpiacoches, el más joven de ellos con
pitillo en boca, buscan una moneda en los semáforos.
La Iglesia de San
Marcos, en el Parque Tasmajdan,es de estilo neobizantino.Entre los insignes
persosonajes enterrados están Alejandro I y su esposa Dragan Masic,asesinados
y descuartizados en 1903.
Todo el mundo se
pelea por ser el país natal de Nikola
Tesla. Lo claro es que sus cenizas reposan en una urna dorada de su Museo
de Belgrado. Esta institución consiguió rescatar a mediados del siglo XX mucha
documentación que se conservaba en Estados Unidos. El prestigioso inventor, célebre sobre todo
por la electricidad de corriente alterna, es imagen de los billetes de cien
dinares. También tenemos una estatua sedente en el exterior de la facultad de
ingeniería eléctrica.
El Palacio de
Belgrado o Beogradanka es sede de
varios medios de comunicación,además del gigan-te sueco de los muebles. El
restaurante del piso superior está cerrado por motivos de seguridad.
La Plaza Slavia se llamó Tucovic en la segunda
mitad del XX en honor a un presidente socialista.Hay solares malditos donde los sucesivos proyectos fracasan.Y cables para colgar la colada de media urbe.
La Catedral de San Sava, posada sobre
la Meseta de Vracar, es tan visible desde toda la metrópolis como Los Inválidos
en París. Este gigante con piel de mármol blanco y granito está dedicado
al fun-dador de la iglesia ortodoxa serbia y erigida donde los turcos
incineraron sus restos a finales del XVI. Tiene planta de cruz griega. La
cúpula está ornamentada con un enorme mosaico. Los fieles besan sus macizas
puertas. En la cripta, con el techo de oro, se encuentra el tesoro y la cripta
de San Lazar.
El Estadio del Estrella Roja,equipo
milagro en 1991,al ser subterráneo parece diminuto desde fuera. La publicidad es de una
conocida empresa oriental de gas natural. Asaz cerca está el eterno rival, el Partizán. Un mural de Moca Vukotic, casi 800 partidos y más de
300 dianas con el club sepulturero.
Bajo al Museo de Yugoslavia,en Dedinje. Allí
están los regalos que recibió Tito, Los
Caprichos como mejor exponente,y recuerdos de sus encuentros con
mandatarios extranjeros. Reconocí a Ignacio, culto compañero de butaca en el
avión con el que apenas había charlado. A los tres días lo volví a ver en Kotor.El
mundo es un pañuelo.La tumba donde descansa Josip Broz y su esposa Jovanka está
en la Casa de las Flores,que fuera su jardín
de invierno hasta que falleció en 1980. También hay recuerdos de las Carreras
de la Juventud.Las otras dos sedes son El
Museo Antiguo,especializado en la historia yugoslava, y el 25 de Mayo, fecha del nacimiento del
Mariscal, que me encontré cerrado por obras.
Ada Ciganlija es el oasis ideal para
combatir el ímpetu de Lorenzo. Es el enclave más húmedo de la capital.Antaño
fue un pantano donde se hicieron ejecuciones oficiales.Hoy,un cartel jocoso
dice “antes de morir…” para que la gente complete. Es el punto, según los
lugareños,menos contaminado del Sava. Las algas te agarran los tobillos. El mar de Belgrado está muy bien
equipado de servicios, incluso puenting. Un trenecillo conecta ambas orillas.
Paro a la señora ambulante, quiero un pastelito.
Muchas discotecas son barcos
varados sobre el río. Cuando pinchan canciones top se nota el bote saltar.Se
cuelan La Macarena y Asejeré en un cóctel de pop rock internacional
de los últimos 40 años.
Pesadillas en el
pasado de Nuevo Belgrado. Aquí La
Gestapo instaló un campo de concentración y la OTAN la bombardeó en 1999. Es una zona peculiar. Cuadriculado y con
sistema de numeración por bloques. Como piezas de lego. Todo el bloque 13, sin
supersticiones, es para el Palacio de Serbia. Me siento como una cobaya solitaria a la que
agarran por la cola y luego la sueltan para que busque una salida en el
laberinto. El objetivo, llegar a un centro comercial para tener aire
acondicionado.
La Torre Usce, aún cerca de Savamala, es
el rascacielos más alto de la ciudad. Con antena y cuerpo de cristal parece un
antiguo celular.En el apocalíptico 2020 le dieron un hermanito.El Edificio Genex, de estilo brutalista, está
coronado con un restaurante giratorio que no gira. También seconoce como la
Puerta Oeste de la Ciudad. Si es que ya dudo si donde estoy es en Nuevo
Springfield.