El engominado Mondra y sus bailarines, de blanco impoluto, se dejaron regar por la lluvia saliendo fuera de la carpa.Mientas Nuno,de Grande Amore,se tomaba una cerveza con los suyos. El chico de las promociones de Mahou es un empleado encantador. Veintiuno se disculparon por los problemas técnicos que ocasionaron una demora de casi cuarenta minutos. Colgaron su soberbio penúltimo tema, Cabezabajo, en el tendedero de la vulnerabilidad.
Ahora vienen los míos. No pude en la Pascua de Padrón de 2023. En Buenos Aires la duración fue de formato de ficción de Netflix. Quizá porque iban antes de un grupo patrio. Síndrome de la abstinencia.
Hoy todo el mundo es fan del crepúsculo. Dorian, que camina por las cornisas con el corazón en añicos, siempre apostó por el amanecer. Marc promete un repertorio melancólico. Como siempre. No faltó casi nada. Si pudiese frotar la lámpara traía las Buenas Intenciones de Nita.
Empezamos cantando a la estrictina sin saber
muy bien lo que es. Luego diseñan mi playlist a la carta. Estoy sensible y las
letras me entran por los poros. Un solo día sin ti son Cien años de soledad. Te
cambio estabilidad por corazón. Mejor no. Nadie puede salvarte cuando huyes de ti. Búscame en el infierno de los ángeles.
Y desapareciste sin dar explicación. Que nunca se me olvide.
El líder picó al público."Los de León estaban más efusivos" en alusión al que fue su primer directo del año. La banda,con dos décadas de ilusión,apuesta también por festivales de pequeño formato, por su identidad y militancia. Ahora es el FIV pero en julio será Benicássim.
Como guinda del pastel dos himnos de una
generación.¿Os ha pasado de querer estar con esa persona en cualquier otra parte? Prioridad uno. En La
tormenta de arena lució el bajo de Bart Sanz con el que"podría matar
fascistas". Belly se pasó al teclado portátil para acabar la fiesta
bailando. El guapo argentino de bigote rompió a reír cuando le saltaron las
baquetas por los aires. En el público se ha formado en las primeras filas una
espiral de empujones amables que no sale de madre. A lo Historias del Kronen.
No está mal perder el control. A veces.