Conferencia de Iñaki Cano en Santiago (en noviembre de 2011)
El hombre de bigote que Jesús Gil quiso expulsar de Radio Nacional se presentó en el aula cero de la facultad de Periodismo ante una audiencia “asquerosamente joven”. “El primer periodista fue Filípides. No tenía unidades móviles”; pronto abandonó sus folios y nos dio buenos consejos para combatir el oscuro futuro de la profesión. No nos engañemos, esto es más de romanticismo que de dinero. Siempre alerta, sin horarios.“Hay que sufrir y pasar frío. Vosotros sois muy cómodos”. “La obligación del periodista es preguntar aunque sean obviedades” y contrastar las noticias. Hemos de culturizarnos para escribir algo distinto, quizá tan bonito como las crónicas de Segurola o las metáforas de Juan Barro. La noticia se busca primero en la calle para que luego salte a las pantallas. “Ser voluntarios para todo en vuestro trabajo; vuestro jefe, aunque sea un hijo puta, os lo agradecerá”. “El éxito figura delante del trabajo sólo en el diccionario” apostilló.
Mostró la fórmula para contrarrestar el menosprecio de algún deportista millonario engreído. Hay que ponerse a su altura, sin insultar ni utilizar el bolígrafo o las ondas como arma. “El periodista es mejor por lo que se calla que por lo que cuenta”. “Luego en privado le cantas las cuarenta al Fenómeno aunque se agarrándolo del cuello”.
Pedro González, legendario narrador de ciclismo, le aconsejó que no fuera amigo de los que iba a entrevistar, por lo menos hasta que uno de los dos se jubilase. Iñaki se siente orgulloso de ser natural y defender la imparcialidad. Jura que ni sus hijos saben cual es el club de sus amores. “Me he llevado algún porrazo por la libertad y porque soy bastante de izquierdas. Hoy colabora en Punto Pelota, “un show deportivo, una tertulia de desequilibrados de bar”. “Hace tres años “dejé de ganar dinero por no pegarme con nadie” pero soy libre.
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