Crónica del Real Madrid 3-0 Celta de Vigo (6-1- 2014)
Un ariete de
futbolín nunca vería un horizonte tan despejado. Charles se está tirando de los
pelos. Marró dos claras ocasiones ante Diego López. En la primera el de Paradela pudo acariciar
el cuero tras las cavilaciones del brasileño.Su vaselina del segundo tiempo se
fue a la orilla.
Lucho fue fiel a la
filosofía de la Masía. Circulación de cuero como mandamiento. Rafinha dio
asistencias,asumió galones pero siempre abusa de la conducción. Álex López quedó
condicionado por el cartón al filo del descanso. Sólo vimos a Augusto cuando
atizó a Ramos a destiempo.
El Madrid pudo
despedirse de la liga en el día de Reyes. Su dinamita no hace olvidar los grumos
de su juego. Su timón fue Modric; suda como Khedira y crea como Isco. Sin
necesidad de gorgoritos. Di María fue una hélice pero nunca busca su flanco
malo. Le reprocharon por no levantar la testa en una jugada con tres balizas
flotando al segundo palo. Harto de ser plan b, se marchó al banco con cara de
pocos amigos. Cundía la impaciencia en
Chamartín.
El ojito derecho de Zizou y Florentino templó un cuero de
muslo y, con su zurda, buscó un re-matador. Ante la duda, Karim se adjudicó la
diana.En cinco minutos el gaseoso canario ya había desnivelado la
balanza.Nolito, corazón culé, pudo empatar con una falta que provocó con
astucia Krohn Dehli. Incluso, con todo
perdido,asustó un testarazo de un especialista como Cabral.
Carvajal, un puñal
en ataque y defensa, puso un tenso pase de la muerte que no cazó Benzemá pero
sí Ronaldo. Mismo guión para el
tercero.Bale asistió con el exterior de su zurda y ahora CR7 se asomó al
primer palo. El crack que vino al Madrid de la mano de la Pantera negra y la
Saeta Rubia esbozó al fin una sonrisa. Así termina una velada gris de
Cristiano. El martillo de la ambición. Le falta una chispita de
forma tras su lesión y le sobran horas de avión para recoger merecidos
galardones. El lunes le espera su segundo esférico dorado.
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