*Crónica Barça 1-0 Inter de Milán
(semifinales de Champions 2010; pasan a la final los italianos)
*Artículo publicado en El Correo Gallego, Xornal de Galicia (versión más reducida)
y web de La Voz de Galicia.
El partido duró apenas cinco minutos. Piqué, un zaguero con alma de Alexanco, se aventuró a torear con sangre fría a los dos últimos escollos para marcar sin oposición. No hace falta que recuerde quién fue el asistente. El público tenía motivos para creer; ¿Y si había otro Stamford Bridge? Antes, apenas se habían atrevido a cantar animando al diez, casi suplicándole que les sacara de este entuerto. Muchas gargantas cantaron en el epílogo el tanto de Bojan, que daba el pase, pero fue anulado por una mano dudosa de Touré.
Volvamos atrás. Mourinho sabía que el partido no empezaba con cero a cero. Le bastó conciliar "catenacho con patapún pa'rriba". Nada más.
¿Y el Barça? Se bloqueó en la tela de araña y no supo buscar alternativas. Dos ocasiones claras, un tiro raso intencionado de Messi y el testarazo postrero de Bojan, no parecen suficiente bagaje. Henry, como últimamente, ni se vistió y un Ibra desorientado fue desechado cuando tocaba colgar balones; volverán los rumores de que los arietes de la Roja pueden vestir de blaugrana.
No ganó el fútbol. ¿Lícito? Tal vez. El técnico portugués dormirá a pierna ancha. Lo celebró cuanto pudo, aunque los aspersores quisieron disuadir su prepotencia. Hoy muchos "le cortarían la cabeza" al chileno para traer a un resultadista de fútbol insulso. ¿Creen ustedes que en el Bernabéu todo sería vino y rosas?
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