Estados de ánimo

BARCELONA 3-1 CELTA  (3-11-2012)

   Decidió jugar.Aluvión de sentimientos en la cabeza del crack mundial.Ansioso en extremo definió dos veces seguidas en vaselina; Una rareza en una imaginación sin límite.

Aspas tuvo un uno contra uno contra Víctor pero llegó tan forzado que remató blando. El meta había intuido sus intenciones. El Camp Nou no concede perdones. El multiusos Adriano hizo la pared con Pedro y tuvo pulmón y confianza para sorprender desde el primer palo. La polivalencia del veintiuno nada envidia a la del histórico Luis Enrique.

Krohn Delhi tuvo visita de la musa de Getafe. Su pase en profundidad dejó huérfano a Álex López en el extremo derecho; el ferrolano no disparó con mordiente pero Valdés la dejó muerta para algarabía del pescador cántabro. El más tenaz de la selva.

Al pobre nada le duró la sonrisa.El tanto fue un espejo del primero por el otro costado. Villa inicia jugada hacia Iniesta y el pálido repentista dio el pase de la muerte al Guaje. Le ha ganado la tostada al chileno. “Máxima visibilidad” rezaba la valla publicitaria.

Mallo tuvo un error de manual. Dejó botar el cuero en vez de despejarlo a Cuenca y el pícaro rosarino le robó la cartera. El Celta pudo quedar con diez o sufrir otro gol pero salió indemne; Messi caracoleó a su sombra y se mareó. Un can persiguiendo su rabo.

El segundo capítulo se abrió con un sutil remate de tobillo de Aspas desde demarcación escorada. Villa gustándose asistió de tacón a Alba que dribló con la suya y marcó con la otra. Este chico no tiene pierna de apoyo. Polémica sentencia.La zaga desconectó y jugó al zapatito inglés. El Celta no derramó lágrima alguna por la torrija del línea.

Los blaugranas permitieron contras y los gallegos estiraron líneas. De Lucas y Lago diseñaron dos centros envenenados; el propio carrilero pegó a romper una dejada con calidad de Aspas; como en el derby no supo besar el santo.Los culés sólo pensaban en darle una alegría a la Bota de Oro. En el último suspiro quedó una bola suelta y los cámaras se relamían entre chupetes y mecedoras. Messi, muchos minutos cabizbajo, sólo encontró un susto en su rodilla derecha.