*ANÁLISIS DE LA ÚLTIMA COMEDIA DE ALMODÓVAR (MARZO 2013)
El vetusto Almodóvar no huye de la controversia. Las situaciones son rocambolescas y disparatadas. “Todo es ficción” reza el prólogo. Pero es irrefutable que el ritmo de la cinta es muy ágil. Imposible distraerse. Abróchense los cinturones que hay turbulencias.
El tono de comedia permite a Pedro atizar sin miramientos la corrupción de la clase política. El de Calzada de Calatrava se atreve con un rumor real que en la calle es vox populi hace décadas. Vuelve a caerle a un mexicano el sambenito de sicario violento. El aterrizaje forzoso en el Aeropuerto de la Mancha es una odisea quijotesca. Y uno de los pilotos abandonará la nave con más celeridad que el capitán del Costa Concordia.
No hay pretensión de que los personajes sean modelos. Los cameos de Banderas y Pe sólo responden a un mimo del manchego a dos amigos de siempre. El teléfono de la clase business actúa como confesionario purificador; este altavoz, junto con el correveidile impertinente que interpreta Javier Cámara, funcionará como narrador omnisciente.
Su decimonovena película cae a menudo en el topicazo del desenfreno sexual de los gays. Aunque,bien pensado, cada individuo tiene sus instintos, pasiones y fantasías muy a la vista. El sexo es el bálsamo de la evasión. Un tributo a la movida ochentera, al destape y al orgullo por ser diferente. Nadie busca el amor vitalicio, idea que parece caduca en la sociedad actual. Así, en un avión moribundo no hay pánico ni agonía en el pasaje. “El Fajas” se refugia en lo espiritual, sin desahogarse, y se autocalifica como apóstata.
Se establece una analogía entre los homosexuales y los muleros. La droga, así como la tecnología, aliena a un pueblo sumiso.Un manso rebaño. La tripulación,con atuendos de David Delfín, suministra estupefacientes sin reparo. Miguel Ángel Silvestre no permite en todo el viaje que su novia, mujer ya, recobre en ningún momento la consciencia.
El videoclip de Pointer Sisters, con el flequillo loco de Areces,define la moraleja.“Hemos perdido el control y además nos gusta”. El telediario muestra un mundo cercano al averno, somos efímeros pero tenemos que disfrutar el trance.¿De qué sirve la pataleta?
El vetusto Almodóvar no huye de la controversia. Las situaciones son rocambolescas y disparatadas. “Todo es ficción” reza el prólogo. Pero es irrefutable que el ritmo de la cinta es muy ágil. Imposible distraerse. Abróchense los cinturones que hay turbulencias.
El tono de comedia permite a Pedro atizar sin miramientos la corrupción de la clase política. El de Calzada de Calatrava se atreve con un rumor real que en la calle es vox populi hace décadas. Vuelve a caerle a un mexicano el sambenito de sicario violento. El aterrizaje forzoso en el Aeropuerto de la Mancha es una odisea quijotesca. Y uno de los pilotos abandonará la nave con más celeridad que el capitán del Costa Concordia.
No hay pretensión de que los personajes sean modelos. Los cameos de Banderas y Pe sólo responden a un mimo del manchego a dos amigos de siempre. El teléfono de la clase business actúa como confesionario purificador; este altavoz, junto con el correveidile impertinente que interpreta Javier Cámara, funcionará como narrador omnisciente.
Su decimonovena película cae a menudo en el topicazo del desenfreno sexual de los gays. Aunque,bien pensado, cada individuo tiene sus instintos, pasiones y fantasías muy a la vista. El sexo es el bálsamo de la evasión. Un tributo a la movida ochentera, al destape y al orgullo por ser diferente. Nadie busca el amor vitalicio, idea que parece caduca en la sociedad actual. Así, en un avión moribundo no hay pánico ni agonía en el pasaje. “El Fajas” se refugia en lo espiritual, sin desahogarse, y se autocalifica como apóstata.
Se establece una analogía entre los homosexuales y los muleros. La droga, así como la tecnología, aliena a un pueblo sumiso.Un manso rebaño. La tripulación,con atuendos de David Delfín, suministra estupefacientes sin reparo. Miguel Ángel Silvestre no permite en todo el viaje que su novia, mujer ya, recobre en ningún momento la consciencia.
El videoclip de Pointer Sisters, con el flequillo loco de Areces,define la moraleja.“Hemos perdido el control y además nos gusta”. El telediario muestra un mundo cercano al averno, somos efímeros pero tenemos que disfrutar el trance.¿De qué sirve la pataleta?
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