
El papel se sirvió en bandeja de plata para Lean Neeson pero desechó un proyecto que se dilató doce años en la mente del creador. La deliciosa caracterización de Daniel Day-Lewis, Globo de Oro a la mejor interpretación, muestra a un hombre profundamente fatigado. Tanto que al director le consta que su vida se apagaba.Arrugas surcando su frente, cabello indomable, mentón blanquecino…Ademanes reflexivos y caminar pausado. Paciente al calor de la lumbre. Un hilo de voz incluso en sus peores ataques de cólera.

La principal obsesión del primer presidente Republicano, partido federalista que nada tiene que ver con el actual, es la abolición de la esclavitud.En un mayúsculo dilema moral prioriza aprobar la Decimotercera Enmienda a los acuerdos de paz de la pestilente guerra civil. En la balanza cuatro millones de esclavos frente a setecientas mil víctimas. Pero el bondadoso cayó en la corrupción. Necesitaba un puñado de apoyos demócratas y un tránsfuga necesita alicientes para morder el anzuelo. El fin justifica los medios.
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