viernes, 28 de abril de 2017

Gárgolas

*Visita Guiada en Compostela el lunes 24 de abril de 2017


   Juan García Segade ejerce de guía para conmemorar los dos años de su página web. Estas esculturas mantienen muchas veces una iconografía profana sobre un edificio sacro.  Todo lo recaudado irá destinado a investigar sobre la biopsia líquida.Promete transparencia.Ya había realizado una visita al Pazo de Faramello.  “Mi desafío es no tocar la Catedral; se puede vivir sin ella”.

   San Martín Pinario fue el monasterio que más posesiones atesoró de toda Galicia. Quería construir unas torres más elevadas que las de la Catedral; tuvieron que movilizarse los sacerdotes para pedirle una bula al Papa que lo impidiese. El edificio benedictino que custodia los últimos metros del Camino Francés es del X. Pero las gárgolas son del XVIII. En la parte alta de la fachada se representa la leyenda de San Benito, patrón de Europa; querían envenenarlo pero él cedió el pan a su cuervo que fue quien murió.

   En el suelo de la Plaza de la Inmaculada aún se pueden apreciar agujeros que serían empleados para jugar al alquerque. Quedan vestigios también de este divertimento originario de Egipto en la Torre de las Campanas de la Catedral y en el Convento de Santa Clara. Incluso en zonas de trincheras de la I y II Guerra Mundial.

   En cuanto a las gárgolas,que podrían ser en torno a las setenta ,hay una mantícora, ser exótico de la India con cabeza humana y cuerpo de león. Y un simio que, según la leyenda, mea siete veces de noche cuando llega el equinoccio.  Hay un áspid, animal que acabó con la vida de Cleopatra.  Y un dragón en disposición de emprender a volar; cuando tienen hambre no trituran a su presa sino que la devoran entera.   La favorita de Juan es una sirena, a las que Castelao consideraba antepasadas del pueblo gallego. Si seguimos rodeando el inmueble por Moeda Vella observaremos un águila y un moro que enseña la lengua, como penitencia por sus pecados.  Casi hacen falta unos prismáticos para distinguir a un ser con dolor de muelas y un peregrino, ataviado con su sombrero, una cabra, un pegaso y una caricatura grotesca.  Y no nos olvidemos de las de Val de Deus, calle que transita en paralelo a San Francisco. En lo alto pasan casi desapercibidas.  Hay un buen surtido de animales: jabalíes, águilas, cabras…
   En un lateral de la Casa de la Parra, ornamentada con símbolos florales, está grabado el antiguo escudo del Reino de Galicia. Hay siete grifos.  Se trata de un ser mitológico, mitad águila y mitad león. Son nobles y leales aunque se llevan mal con los caballos; guardan oro y piedras preciosas.  También hay un pez sierra con alas cortantes.


   En San Paio de Antealtares, además de jabalíes, hay una harpía. Es un ser mitológico con rostro de mujer bella y cuerpo de ave de rapiña que destaca por su falsedad. Y haciendo esquina con la Conga un lince en postura de ataque. Son animales inquietos con una visión que, dicen, puede atravesar muros; cuando orina sobre la piedra esta se transforma en piedras preciosas.

   En la intersección de Platerías con Rúa do Vilar un aliviadero tiene forma de cañón jacobino. Dejando atrás la Casa del Deán hay a ras de suelo hay una cañería rematada en testa de reptil.

   En Fonseca se rastrean los orígenes de la Universidad en nuestra ciudad. El promotor fue Alonso III de Fonseca, cuya familia tuvo un peso importante en Salamanca y Sevilla. Hay muchas gárgolas cubiertas de musgo en el claustro: grifos, un ángel con pechos…























   El Hostal de los Reyes Católicos, que llegó a contar con jurisdicción propia, tuvo cementerio de peregrinos, bodegas, caballerizas e incluso un depósito de sanguijuelas. Mick Jagger afirmó que allí estaba alojado un fantasma. En la cornisa hay seis  gárgolas obscenas que recuerdan al Jardín de las Delicias.  Uno, en una postura impúdica, enseña su trasero y testículos. Y en la fachada plateresca,Adán y Eva desnudos. Donde el edificio se besa con la Facultad de Medicina hay una Gorgona o Catablepona. Es una mujer guerrera y alada,como Medusa, que te deja petrificado con la mirada. Le pesa la cabeza y no logra levantarla. Su aliento es fétido y picante.

   Ya a extramuros, está el palacete de la Finca do Espiño que tiene grifos y perros de cemento. 
Se debate sobre si la primera casa de la ciudad en este material fue aquella o el hogar del escultor López Pedre en la calle del Pombal. Lo más característico,dejando a un lado bulos, es el Lammasu con turbante que preside la fachada. Es un icono babilónico que amalgama cuerpo de león o toro, como ocurre aquí, alas de águila y rostro humano. Parece que está ubicado con intención de que desde un punto de la Alameda destacase en medio de las Torres del templo cristiano. 

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