Taller de literatura impartido por Espido Freire
en la Galería A. de fuga (Compostela, octubre 2012)
Espido Freire
analizó los distintos tipos de narradores. En American
Beauty es omnipotente. En las pelis de Hitchcock sabes la historia pero el personaje no y
sufres por él; produce impotencia. En
“La señorita Cora”,cuento de Cortázar,un niño va a operarse de apendicitis; se
entremezcla el pensamiento del niño y el de la doctora. Un claro ejemplo de
narrador mentiroso o infidente es el inicio de El Quijote .
Hay un narrador
bautizado como “coñazo”que nos lleva de la mano y no permite juzgar a los
personajes. Así se comporta el de Los monstruos de Templeton de Lauren Groff.
El narrador en
primera persona,muy útil para autobiografías o confesiones,es profundamente
empático y manipulador. Y en primera
persona del plural es curioso pues nosotros incluye y excluye a la vez. Es el
caso de Las vírgenes suicidas o Queremos tanto a Glenda de
Cortázar.
El narrador en
segunda persona del singular, muy usado en publicidad, es para ajustes de
cuentas,elegías y homenajes. Un “yo”se dirije a un “tu”.Es el caso de La Metamorfosis, metáfora del nazismo,
o de una carta de Kafka a su padre que no era para ser publicada. También De profundis de Wilde, que es una
venganza con su amante que lo ha llevado a la cárcel.
La escritora vasca,
que siente predilección por Sándor Márai,
también elucubró sobre la evolución de los héroes.Primero fueron de fuerza o de acción. Un referente para la
sociedad, que lo ama. Por ejemplo, Hércules, Aquiles, Conan, Superman… Los hay
que buscan un objeto perdido como el grial o el vellocino de oro. Gargantúa y Pantagruel es una parodia de
héroe de fuerza. Hugo Chávez actuaba como tal y nunca se dejaba ver con dama,
al revés que Obama.
Los héroes suelen
fracasar en una prueba iniciática; han de bajar a los infiernos en busca de
sabiduría. Luego se da la purificación con la apoteosis en vida o en su
entierro. Suelen morir jóvenes pero cuando su pueblo les necesita vendrán a
salvarlo.
El héroe no tiene
moral; puede robar, matar… Sólo tiene dos prohibiciones: no se enfrenta nunca a
sus amigos, como Woody de Toy Story,
y no puede volverse nunca contra huérfanas y viudas. Si no supera la tentación y falla a uno de
estos preceptos se convierte en villano. Estos se diferencian de los monstruos
en que tienen alguna tara; pueden tener deformaciones, tener parche, faltarle
una oreja… Para redimirse suelen inmolarse.
El patriarca es un
héroe envejecido que suele ceder lo conseguido a un nuevo héroe: su reino, la
mano de la princesa… Y es que las chicas
en las historias de héroes solo suelen ser un premio o recompensa para el
héroe; muchas veces ni siquiera tiene derecho a nombre. Mientras, los
protagonistas masculinos de las pelis de Disney tienen un cometido, salvar la
Tierra.
El héroe siempre
está rodeado de símbolos fálicos: Espada, lanza, una moto… Si es de clase baja
sólo una flecha. Un caballo enorme
mientras su escudero se conformará con un burro. El mentor llevará un símbolo
fálico sin punta, por ejemplo una varita.
Cuando la sociedad
demandó otro tipo de héroe apareció el de astucia o inteligencia. Pero esto ya
ocurre en el VI ó V antes de Cristo. Este héroe vence al antiguo pues ha de ser
diplomático y convencer. De este modo, con una treta, gana Ulises la Guerra de
Troya. Los deportistas se equipararon a los héroes de fuerza y los políticos a
los de astucia.
Cuando sólo hay un
héroe se habla de leyenda. Cuando se trata de una familia es una saga. Y cuando
conviven varios héroes ya sería un ciclo. Un ejemplo reciente es El señor de los anillos.
En el siglo XI o
XII surge el héroe romántico. Son los cantantes, poetas músicos. Se lo inventan
los juglares. Su objeto perdido pasa a ser la dama. Son más cariñosos. Suelen
tener un instrumento musical o la pluma. Siempre ganan al héroe de fuerza
aunque mueran. No han tenido vida desgraciada pero se suelen sacrificar por
amor. Los dos ejemplos paradigmáticos son franceses, Tristán y Lancelot. Hoy en
día son los cantantes y actores.
Julio Iglesias es
un héroe de fuerza que fracasa en el fútbol;
se convierte en un héroe romántico a través de la música. Se casa con
una princesa exótica y luego va de cama en cama herido de amor. Se opera con
escaso éxito. Encuentra una princesa nórdica y pasa a ser un patriarca. Cuando
aparece Enrique su padre se niega a darle la alternativa. Y
luego están las revistas del corazón para vendernos estos ciclos de héroes
románticos.
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