Crónica de la Duodécima Champions del equipo blanco (3-6-2017)
Juventus 1-4 Real Madrid (Madzukic; Cristiano II, Casemiro y Asensio)
*Artículo publicado en El Faro de Vigo (5-6-2017)
Juventus 1-4 Real Madrid (Madzukic; Cristiano II, Casemiro y Asensio)
*Artículo publicado en El Faro de Vigo (5-6-2017)
Onces de gala. Con
matices. Pena que Isco tenga que ganarse el visado en la enfermería. Nacho merecía estar entre los elegidos.
Pero Zizou, con rotaciones sistemáticas,
tiene a sus pupilos frescos como tréboles. De cuatro. La Juve no salió amedrentada.
El Pipita,gafe en días rojos, ya había
rematado un par de veces al minuto tres. El esférico fue italiano en los
primeros compases. Dybala dibujó un partido gris, por mucho caño de tacón a
Marcelo que hiciese. Falló pases uno detrás de otro. Pronto cargó una
cartulina en la mochila por falta táctica tras pérdida.
En una jugada
cocinada desde área propia Cristiano hizo la pared con Carvajal y remató raso a
la derecha de Buffon. Otro chicharro en día decisivo.
Las tablas llegaron al
instante. Se desdobla Sandro, Higuaín acomoda y Mandzukic corta el esférico con
una medio tijera. El de carácter avinagrado se vistió de frac. El croata fue Bebeto. Una asignatura que
siempre suspendió Cris.
El partido estaba
más roto de lo previsible. Pjanic gozaba de rechaces jugosos en la frontal para
ensayar su buen golpeo. Amarillas a Ramos y Carvajal. ¡Alarma! Y protestas
corales turinesas cada vez que el 14 y el 10 blanco cometían infracciones para
intimidar al árbitro alemán.
Una ronda de
Fierabrás. Presión atosigante. Ímpetu.Marcelo pisó a Alves.Kroos a Khedira. No
hay banderas.Marcelo lanzó una peonza al segundo poste que no llegó por
milímetros a Ronaldo. Casemiro cada vez que acude a la playa se zambulle en el
mar. Pegó con ganas y el desvío de Sami imposibilitó el milagro del arquero.
Y
llegó el puñetazo en la nuez. Modric robó, cogió la espalda de Sandro por
piernas y asistió al Bicho que se lanzó entre centrales al primer palo.
La sangre piamontesa
manó a borbotones. Enfermedad terminal degenerativa. Media hora perdiendo
pétalos. Todos eran “no me quiere”. Amarillas de desconexión. Y Cuadrado mordió
el anzuelo y abandonó el rectángulo.
Solo inquietaron la portería del tico en
un cabezazo de Alex Sandro, el mejor bianconero. Bonucci, como el ancla de su
tatuaje y el tapón de su nariz, evitó que Gareth fuese profeta en Cardiff. Marcelo
caminó de puntillas en el alambre, la tramoya de Benzema en el Calderón, y
asistió al joven Asensio. Buffon recogió
más veces la pelota de su hornacina que en el resto de la competición. El
Madrid no tiembla. El Madrid gana.
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