ATENEO DE SANTIAGO (29-5-2017)
Carmen Becerra siempre trabaja las
relaciones entre el lenguaje cinematográfico y literario. Hizo la tesis sobre
el Don Juan de Torrente, de sus obras
menos conocidas y más interesantes. Tuvo la fortuna de tratar con Gonzalo y a raíz
de conversaciones con él edificó su libro Guardo
la voz, cedo la palabra. Una discípula a sus pies. “Lo admiraré hasta después de muerta”.
En Torrente abunda
el léxico y los modismos gallegos. También se aprecia en los personajes,
paisajes, recursos retóricos… Aparecen reflejados Ferrol, A Coruña, Bueu, Valle
de Serantes y, aunque algo más oculta, Ourense. “Galicia está en mis novelas,
lo que me llega al corazón”.
Galdós es
identificado con Madrid y no con su Canarias natal.Proust definió con tanta
precisión Combray como lo hizo Ballester con la catedral compostelana. “Una
ciudad a la que aprendí a amar, a la que vuelvo con emoción”. Su amor se jalonó
en sus idas y venidas a Compostela. Donó en su testamento su legado a la
Fundación Torrente de la Rúa do Vilar.
Vino de estudiante en 1926. Quería acceder a
Filosofía y Letras. Poco tiempo estuvo porque su padre,marino,es trasladado a
Oviedo donde se matricula en Derecho.Tras varios cambios de residencia vuelve
acudir con asiduidad a Compostela cuando su progenitor se instala en Bueu.
Una segunda mirada
sobre Compostela se produce como maestro.
Gana en mayo del 36 una plaza como docente de historia por oposición. Dos meses
más tarde le conceden una beca para irse a París a hacer una tesis. Nunca
llegaría a terminarla. A su regreso a
Santiago se instala en la rúa Cardenal Payá donde también estuvo
Hemingway. Ganó una plaza como profesor
de literatura. Iba ir a Ávila pero finalmente se queda en el Rosalía de Castro.
Su tercer prisma es
como escritor. Abandona Compostela
en 1942. Desde entonces ya no será nunca más vecino sino que acudirá como
turista o conferenciante. Ocupa la cátedra en el Concepción Arenal de Ferrol
durante cinco años. Luego pasa por Madrid, del 47 al 64, Pontevedra y Estados
Unidos. En el 75 vuelve a Vigo y a
continuación se instala en Salamanca.
Las obras dedicadas
a Santiago son a través de la memoria.
A veces se apoya en documentos históricos o archivos. Escribió numerosos
artículos de prensa relacionadas con esta temática. En Cuadernos de la Romana,nombre que alude a una casa que tenía en
la Ramallosa (Nigrán),se muestra crítico con la ciudad que amaba. Lo mismo
hizo con Ferrol pero no así con Salamanca. Habla de la degradación, los
atropellos a la estética y el caos urbanístico de Santiago cuando nace la zona
nueva. “El miope parecía que no veía nada y lo veía todo”.
Santiago se
convierte en un espacio valioso y genuino en el marco de una Galicia mítica.Ana-lizaremos
lo que podríamos llamar guías por encargo para turistas. Compostela y su ángel se ambienta en el Año Santo de 1948. La
Editorial Destino la rescató en 1984. “Compostela se hace en torno a las
campanas. Su propio bronce sonoro”.Una urbe que desde su fundación por Alfonso
II el Casto siempre vivió atrapada entre mitos y leyendas. Incluso dice que aquí podría estar enterrado
Prisciliano. “A esta ciudad debo experiencias que me permiten vivir y escribir.
Estas piedras tienen la virtud de transformarlo todo, hasta los siete pecados
capitales”. Otra de las guías es Santiago de Rosalía de Castro. Retrata
la Compostela decimonónica. Son doce capítulos; los cuatro primeros de tipo
urbanístico o costumbrista, luego es más literaturizante. Hay constantes
digresiones que salpican el texto. “Alguien inventó una serie de observatorios
en el suelo de la primera planta a modo de trampilla o tragaluz”.
Una de sus novelas
picheleiras es Fragmentos del Apocalipsis.
Se considera la segunda de la trilogía fantástica tras La saga de Jb y antes de La
isla de los jacintos cortados. Villasanta de la Estrella es el topónimo
elegido. Se habla de la Universidad y de curas pero es apenas un telón de
fondo. La ciudad acabó destruyéndose a
cada toque de campana. Sólo sobrevive Felipe Segundo, que cuenta chistes
verdes. En esta catedral están los restos de Doña Esclaramunda de Bendaña lo
que supone una de las típicas desmitificaciones de Torrente.Hay un personaje
basado en una mujer rusa que trató en vida con Gonzalo, Lénutchka. Algunos pasajes recuerdan a Cunqueiro: “una
lluvia menuda, azulada, caliente”.
Muerte del decano corresponde a una de
sus últimas e irregulares novelas. Cuando ya no se atrevía a elaborar obras
grandes por miedo a no poder terminarlas. Pertenece al género policíaco de la
tradición anglosajona de Chesterton y del subgénero de los asesinatos en un
campus universitario.
Para Torrente la
historia no es más que una ficción puesto que está cargada de subjetividad. De
los mismos hechos surgen muchas interpretaciones. Por ejemplo en La isla de los jacintos cortados se duda
si existió realmente la figura de Napoleón.
COLOQUIO
La sombra falangista
Tenía carnet de
falangista. Intervino en el juicio de Ricardo Carvallo Calero. Instado por su
padre, ingresa en la Falange al volver de París. Según él, lo hizo para salvar
la vida. Malvivía por entonces impartiendo clases particulares. Uno de sus amigos era Aranguren. Lo que está claro es que no era falangista.
Admiraba a Dionisio Ridruejo que sufrió destierro por considerar que el
franquismo debía acercarse más al fascismo. Gonzalo no fue nunca un hombre de
pronunciamientos públicos. Laín Entralgo lo acusaba de no “descargar su
conciencia”.
En 1962 hubo la
huelga de mineros en Asturias. Se paseó a mujeres desnudas con el pelo
rasurado. Firmaron una carta 17 personalidades a Fraga, el resto en privado; y
todos, salvo Menéndez Pidal, se vieron afectados. Torrente trabajaba entonces de crítico de
teatro, en el Diario Arriba y de profesor y perdió los tres empleos.
Hasta que regresó Pontevedra y lo acogió
Filgueira Valverde vivió de traducir novelas policíacas y del oeste.
Relación con Carlos
Casares
A Casares lo
consideraba como un hijo. Tenían una relación paternofilial. Se reunían en la
tertulia de Baiona todos los veranos. Muchas veces Carlos pasaba a recogerlo.
Pero nunca se subía a la moto porque era muy miedoso e hipocondríaco. Otro de
sus pánicos eran los incendios.
Problemas económicos
y su vasta estirpe
Su vida estuvo
marcada por la necesidad de recaudar dinero. Tenía que alimentar a toda una
prole. “En esa casa se podía comer una merluza para nueve”. Uno de sus hijos
fue falsificador de cheques perseguido por la Interpol, otro representante del
Partido Comunista de la URRS, otras dos eran señoritas que iban a los bailes…
“Gonzalo Torrente Malvido robaba todo lo que encontraba”. Una vez le preguntó Carmen Becerra porque tuvo
tanta descendencia. Y le respondió con ironía galaica. “La operación de cómo se
consigue no creo que tenga que explicársela”. Vendió muy poco hasta el éxito de
Los Gozos. Tantas penurias pasó que hasta que obtuvo el Premio
Planeta no se pudo comprar un piso.
En el 62 no trabajaba en "un periódico anarquista", hacía crítica teatral en Arriba.
ResponderEliminarFue citado así textualmente por Carmen Becerra. Y evidentemente la ideología de ese diario no es anarquista. Gracias por interactuar
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