viernes, 30 de mayo de 2014

Calamaro y su liturgia

*Análisis del concierto de Andrés Calamaro en Santiago
*Festas da Ascensión (28-5-2014)

   Era tarde. No había anochecido. Andrés vino a cantar. A mirarnos a los ojos casi sin decirnos nada. Estética tuareg. No quiso danzar. Suficiente tenía con escoger guitarra, teclados o maracas.Fluyó sin forofismos. Ni Maradonas ni Medias Verónicas. Pero un argentino no olvida jamás  el setenta y ocho ni el Estadio Azteca. Un nostálgico lucía la elástica vintage de Caniggia. No alabó al Apóstol, no bendijo nuestra ciudad espiritual, no elogió el pulpo á feira. Su anaranjado cefalópodo observaba el panorama desde el pie de micro. Muchos locos fumando un porrito.


   “Bohemio podría traducirse por gallego”, que es como el porteño. Nos ofreció cuatro temas consecutivos de su nuevo trabajo. No muchos lo conocen. No leyó a Joyce o Proust. Nada más inspirador que las espinas del desamor. “Le robé palabras a tu ausencia para tratar de seguir”. En la soledad germina la esperanza. “Vayamos pintados con sangre de los dos. Siempre”.


   Una fan se mostraba decepcionada con la línea chill out. “No sé si cortarme las venas o dejarlas largas”.  Y el compositor, sesenta minutos afinando las cuerdas vocales, sacó coraje y extendió las uñas del rencor. “De tu mano me voy a soltar… Te ofrezco una montaña de horror”. Llegó el rock and roll. Empezó a tocar en La. Sin Documentos no pasa de moda. Las nubes cobraron nostalgia. Regaron con esmerada sutileza. Revoloteó la Paloma blanca del recuerdo.“Quiero vivir dos veces para poder olvidarte”. Y, como Dios lo planeó, hizo un guiño a Billy Preston.

   Para finquitar la visita un recuerdo a Los chicos que les tocó a ir arriba antes que yo. Cañero himno con coros pegadizos para dejarnos con ganas de más. Quintana de Mortos honró a sus difuntos. Un sentido pésame por Urquijo, Antonio Vega, Paco de Lucía o al guerrillero loco que mataron en Bolivia. Ya volviera con la frente marchita a los tangos de Gardel. No lloramos a Elvis que sigue vivo.Saludo taurino.Besó el suelo el Sumo Pontífice.Ya no tenía prisa por marchar.

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