XIII Edición del Café con... Paco Rocha en el Palacio del Carmen (18-XII- 2017)
*Organizan Galantiqua y Mareiras Espacio de Arte
El paisaje, los
retratos y el bodegón constituyen los tres grandes temas de la historia del
arte. La atracción por el horizonte ya era constante en el Renacimiento. A finales del XVIII nace el gusto por lo sublime
y pintoresco. Según Marx cuando se tiene dinero ya se puede gozar de aspectos
como el paisaje. El romanticista Caspar David Friedrich pintó un tipo empequeñecido por el entorno. Edward Hopper
y Antonio López prefirieron el paisaje humano, el de la soledad.
José Taboada
relativiza. “Para un ingeniero lo máximo sería un puente y para un ecologista
unas fragas”. El agua nos hace sentir bien. Nos relaja. Por eso los pisos en
primera línea de playa cuestan más. La gente que reside en zonas verdes tiene
menos enfermedades respiratorias. Pero los
gallegos no creemos en espacios comunitarios. Cada uno tira por lo suyo.
El color en las
fachadas de las casas es como un cuchillo; puede estar en manos de un buen
cocinero o en las de un asesino. Se usó en los pueblos pesqueros porque es la
pintura que sobraba de colorear los navíos. O para que el marinero reconociera
su casa cuando retornaba.
En la zona
monumental compostelana fuimos muy estrictos y conservadores por mandato del
Consorcio. Incomoda el día a día de los vecinos y sus gestiones pero es por el
bien común.
El feísmo es un
síntoma de educación, de recursos, de corrupción… Aunque a veces fuera lo vemos
como algo exótico y aquí somos más autocríticos. “Vivimos en el país que
inventó el Lazarillo, el periódico y la revista más leídos son el Marca y Hola. Cada día es insoportable a nivel cultural,político y
social”.El racial Paco Rocha encontraba la paz en un bosque de castaños que
había cerca de Cuntis. Le robaban continuamente al dueño. Ahora lo ha vallado.
Los humanos tratan
de eliminar su lado animal. “Pero aún no hemos dejado de matarnos” y nuestros
máximos placeres son así. Rodeado de naturaleza es su mejor hábitat. “Me siento
cazador”. Begoña Álvarez Seijo reconoce que a veces no distingue nada en la
obra de Rocha pero le transmite mucha intimidad. Le evoca lo que Ranciére llamó
la emancipación del espectador.
Natural contra humano es una serie para recordar el Prestige.Usa
terminología de guerra porque “me gusta ser evidente”. “Las líneas telefónicas
y la energía eólica rompen los paisajes. En Galicia la ordenación del
territorio significa eucalipto más eucalipto”. Hasta en enclaves turísticos
como el Cabo Touriñán hicieron chapuzas. Se planta en el campo con el máximo
respeto y admiración. Carga una cámara que pesa un quintal pero con calidad
para percibir cada textura.
Tiene otras
fotografías más abstractas que recuerdan más al posestructuralismo francés.
“Son pequeños cortes y representaciones del paisaje que me aportan paz”. Muchas
veces son espacios cerrados en los que no se divisa el cielo. “Nos están
obligando a llevar una vida anodina y la única opción de libertad que gozamos
es poder disfrutar del paisaje”.
Y la tercera parte
de la exposición gira alrededor de la naturaleza modificada por los hombres.
“Mi casa me sirve para vivir en comunidad pero mi yo animal se desarrolla en el
campo”.
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