jueves, 18 de febrero de 2016

Trainspotting


   La vi de niño en pantalla grande y no entendí de la misa la mitad. Y si fuese adolescente me ocurriría igual. Por inocente, sanote y tardío. Ahora me sigo tapando los ojos cuando veo una jeringuilla compartida penetrando en una vena “apestosa y purulenta”.

   La cinta de Danny Boyle es leyenda. Por estética, diálogos, ritmo y música. Sus canciones jamás caducan. Las cintas de casette sí.  Los hábitos de una generación perdida. Los que escogieron el camino errado.
   Jóvenes que no miran al futuro. Entre sus prioridades no están la familia y el trabajo estable. No cogen las riendas de su vida. Yonquis que matarían por un chute de heroína. Coquetean con la delincuencia. Roban recetas o las falsifican. Son carteristas si es necesario. Venden pasaportes británicos a foráneos. Hasta acabar zapateados con los labios morados y pálidos como una geisha. Y suplicando a La madre Superiora para que les vuelva a suministrar la última. El mono es infinito. “Nos hubiéramos metido Vitamina C si fuese ilegal”. Hasta por la metadona que le suministran.   

   La acción transcurre en Edimburgo. “Es una mierda ser escocés. La basura más servil y miserable. Estamos colonizados por los ingleses. Unos soplapollas!”. Al menos comparten el mismo desayuno que su metrópolis. Salchichas, bacon y habas con tomate.




   Siempre quedará el fútbol. El opio del pueblo.  “Me siento tan bien como cuando Archibald marcó a Holanda en el 78”.Pero ni el golazo del zurdo regordito hizo que su selección se llevara una alegría en el Mundial de Argentina. Como siempre, fuera en primera fase.



   Puedes culpar a las amistades de sumergirte en mundos de pecado y perdición. O alejarte de ellos. Sick Boy es un tipo culto. Un filósofo con oratoria. Begbie es violento y manipulador. En seguida se busca un lío. Es su diversión. “Es un psicópata pero es un amiguete”.Tommy parece un buen tipo. Sus principales defectos eran “decir siempre la verdad y no tomar drogas”. Pero su mundo se desmorona cuando su pareja lo abandona. Spud es tonto.Es vago.“Si me esfuerzo demasiado podrían darme el puto curro”. Pero es fiel como un cachorro.Diane puede ser quien le arrastre a la superficie. Pero todavía es una colegiala con uniforme.
 

   La película que mejor ha reflejado la paranoia.  Introducirse en un retrete mugriento para  bucear por mares cristalinos. Ese bebé horroroso gateando por el techo y girando su cabeza ciento ochenta grados. Un cuerpo yacente que se embalsama en una alfombra. Mítico.

   Serán sus padres quienes, abatidos, de verdad combatan el problema de raíz. Arresto domiciliario. A convivir con tu orina, tus heces y tus vómitos. A pelearte con tu fuerza de voluntad. La rehabilitación es lenta.Incluso cuando te crees limpio puedes caer en la depresión.

   Mark se va a Londres en busca de una oportunidad. “La ciudad del pelotazo donde cualquier idiota podría sacar partido”.  Trabaja en una inmobiliaria. Se adapta bien. Alquila casas victorianas por semanas.  Pero cuando vienen a verlo sus colegas regresan los riesgos y la inestabilidad. “Unos manguis de poca monta con un gran negocio entre las manos”.No pestañees que viene el desenlace.

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