jueves, 29 de agosto de 2019

El negrero


*Carlos Bardem presenta en A Coruña su novela Mongo Blanco
*Versión reducida publicada en El Faro de Vigo (15-8-2019) 


   No solo es intérprete.“Como tengo esta cara siempre me dan papeles de señor muy malo”.Es licenciado en historia moderna y contemporánea.Y escritor.“Creo en el poder de la palabra pe-ro hoy se ha pervertido”.  Se atreve con una de aventuras al gusto de Conrad, Stevenson o Salgari.  Hay esclavos, patriotismo hipócrita, religión… Una historia inscrita en el triángulo Málaga, África,La Habana.Aparecen Espartero,los Borbones… “Cánovas era un gran estadista y tiene estatuas por toda España pero defendía la esclavitud;creía que los negros eran unos perezosos”.

   Orgulloso con el resultado. “La construcción de la memoria, la locura y el poder llevan a esta obra a contener los temas de la gran literatura”. 

   “Es una feroz travesía, un viaje sensorial.  Se siente el hedor de las bodegas, la violencia, la sexualidad. “Quiero mostrar la sangre, el sudor, el semen”.


   Pedro Blanco es un personaje real que nació en Málaga y fue a Cuba. “He acentuado los rasgos para la ficción.Era un marino muy brillante pero lo que hacía era vender seres humanos. Era un monstruo”.  No se recuerda a menudo que Robinson Crusoe se dedicaba a lo mismo.

   Creó un reino en la frontera entre Sierra Leona y Liberia. Consiguió que las tribus de la zona estuviesen siempre en confrontación. Arriesgaba la vida y se metía en el barro. Había otros de salón, tipo el marqués de Comillas o la Reina María Cristina, que solo conocían a los esclavos por tenerlos como sirvientes o por beneficiarse de ellos sexualmente.

   Pedro murió loco en un manicomio de Barcelona. Para la novela Bardem se inventó un empático psicólogo que actúa como un lector, Castells, para que recupere su memoria.

   Lino Novás Calvo ya escribiera en los años 40 una novela de aventuras sobre Pedro Blanco. Y en Amistad de Spielberg también se habla de un barco de este negrero.

   “Fue el Pablo Escobar de la trata de esclavos. Compraba humanos en África por unos 20€ generalmente aportando ron, pólvora y mosquetes. Al llegar a destino ya costaban 400. Cosificaban a los esclavos llamándolos sacos de carbón o piezas de Guinea. Los apilaban como fardos”.

   La trata de esclavos dura cinco siglos. Se dice que hubo implicadas doce millones y medio de personas. A veces, incluso evitaban pagar aranceles y los desembarcaban en las playas. Por eso hay historiadores que hablan de otra cifra, ochenta y tres millones.

   España fue el último país europeo en abolir la esclavitud. Fue en 1886, cuatro años antes que Brasil.  En la península lo hiciera cuarenta años antes pero la mantuvo en Cuba. Se enriquecía con las explotaciones de caña de azúcar de esa isla y Puerto Rico.

   Los barcos tenían cubierta corrida para que, en caso de motín, los negros no pudiesen esconderse y pudieran ser disparados. Los negreros los acostaban sobre el lado derecho porque así creían que evitarían ataques al corazón.

   “Nuestra sociedad ya ha perdido la inocencia con las atrocidades: el Holocausto, el genocidio de Ruanda…” Y sentencia con un tono crítico y riguroso “Muchas de las grandes fortunas de este país tienen origen en dos momentos: la trata trasatlántica del XIX y el Franquismo”.

   La banalidad del mal.   Hubo complicidad de mucha gente “normal”.  Muchos indianos que fueron a Cuba antes de 1886 se beneficiaron seguro del trabajo esclavo. “Por debajo de los grandes palacios del XIX corre sangre humana”.

   Hoy aún hay esclavos: los refugiados, mujeres sometidas a trata de blancas o la precariedad, que se suele interpretar como algo normal.

   Los hermanos Sánchez Cabezudo leyeron Mongo Blanco y se puede convertir en serie de televisión. “¡Es que si fuera película habría que podar mucho!”.

martes, 6 de agosto de 2019

El cliente

*Noemí Trujillo y Lorenzo Silva
presentan en la Feria del Libro de A Coruña
Si esto es una mujer (2-VIII-2019)




   Silva reconoce que la literatura por encargo está denostada. “Me pidieron un relato inspirado en Madrid ciudad con la policía nacional.Se acababa el plazo y debía sacar 15 páginas. Puse el crimen en Carabanchel, a 100 m de donde nací. No es una historia alambicada ni sofisticada”.

   Pero esta vez no estaba encerrado en su burbuja de creatividad.Se sumó al proyecto la poeta Noemí Trujillo.Se documentaron con El Proxeneta,libro que habla de un hombre que traficó con 1700 mujeres. Todo el mundo pregunta como se redacta un libro cosido por dos cerebros. Lorenzo abre el melón; “hubo varias fases. La invención,que duró casi un año,picar piedra y pulir”. Ella desgrana más.“Respetamos mucho las ideas del otro”.La primera mujer de Einstein tenía un coeficiente intelectual más alto que él y le ayudó en sus teorías.El físico le pagó pero nunca la reconoció abiertamente.“La gente piensa que lo doméstico lo he escrito yo y él la parte de los jueces.Se equivocan en esas valoraciones. Todo está corregido y consensuado por los dos”.El título,que alude a Primo Levi y a la despersonalización del humano es de Noemí.


   “La idea de que apareciese Belilacqua fue de ella. Al principio me parecía una tontería. Se nos ocurrió que fuesen amigos porque se conocieran de algún caso”. Rubén, aunque tiene una aparición secundaria, es algo marciano pero goza del respeto de los suyos.

   “Me gustaría saber más cosas de Manuela. Es una madre de familia con su vida hecha pedazos. Cayó en desgracia.  Hipotecada por una deuda económica y por un problema personal” expone la catalana. Recupera su lugar investigando una muerte anónima.

   El libro está basado en un caso real de violencia extrema. El cadáver de una prostituta, Edith Napoleón,apareció descuartizado en una basura de Boadilla.El autor del crimen era un hombre de clase media. “Nadie recuerda el nombre de un asesino que estuvo 15 años en prisión”.

   Galicia tiene una pequeña aparición en el libro. Es el lugar donde las monjas mandan las chicas que consiguen liberar de ese mundo.

   “Hay esclavos en nuestra sociedad. Cientos de miles quizás. Se aterroriza a las chicas hasta desnaturalizarlas. Hay violaciones, palizas y muertes. Incluso se las induce al suicidio. Y los traficantes no son solo hombres”.  Se presta más atención si la víctima es una española. “Si es una  mujer negra la historia pasa a ser subterránea”.

   Los puestos más caros de las pateras del Mediterráneo son los del centro. Algunas de las que vienen son todavía niñas pues tienen con los carnets falsificados. Antes de partir les obligan a hacer un ritual vudú, que allí se creen, y amenazan a sus familias.

   Trujillo levanta la bandera roja y agarra al toro por los cuernos. “Soy feminista abolicionista, quiero que en España se elimine la prostitución, que todavía es una cuestión alegal”. Existe mucha demanda y por ello tienen que venir mujeres de fuera. La realidad no es como en Pretty Woman. Desde Olimpia de Manet y desde Toulouse Lautrec se ha construido un relato que nada tiene que ver con esta situación inhumana y desigualitaria”.   


   Se hará una miniserie, todavía en fase preliminar. Globomedia compró los derechos. Serían una media docena de capítulos. “Me parece un buen formato; al estilo de Chernobyl que es la mejor serie desde aquella escrita por policías de Baltimore, The Wire” indica Silva.