miércoles, 4 de agosto de 2021

Las horas que nos quedan

Mi visión de la película TIEMPO de M. Night Shyamalan

Estreno en España el viernes, 31 de julio de 2021 




   Lo necesitamos.  Soñamos con cielos azules, aguas turquesas y palmeras torcidas fijadas sobre arenas finas.  Un premio para compensar la ansiedad y el esfuerzo de tantos meses. Así consiguió Shyamalan que dejase unas monedas en un género que me suele dar alergia, la ciencia ficción.

   En la pulserita de todo incluido hay una sorpresa.   El amabilísimo director del hotel sugiere a sus clientes favoritos una playa desierta para desconectar. Su afligido sobrino se lamenta de que no pueda hacer amigos perennes. Allí todo el mundo está de paso.

   Encuentran un cadáver flotando y ,sin tiempo de lamentos, también perece la abuela.  La maldición de Tutankamón.  Descubrir que las heridas cicatrizan en un segundo no puede ser más dramático. Las arrugas piden paso. Hacen cálculos, media hora en ese siniestro paraje equivale a un año de vida.   Nuestras vidas, nuestras vidas van a morir a la mar.

   Han de descubrir la razón por la que el reloj de arena se desparrama sobre la playa. Bastante sospechoso es el solitario hombre que no logra contener la sangre que mana de su nariz.   No sabes si el perturbado cirujano te va a extirpar un tumor o a arrancarte los intestinos. 

   Se van percatando que la mayoría de los turistas sufren patologías previas.  La pija superficial acusa la falta de calcio, la psicóloga sufre ataques epilépticos…

   ¿Cómo huir de allí? No hay cobertura de móvil para pedir ayuda. Los que desandan el camino por la garganta por donde entraron pierden el conocimiento. Como no se dibujan estelas de aviones descartan escribir gigantescas líneas de nazca para ser avistados desde el aire. Escalar esa pared rocosa parece imposible.  Los que pretenden nadar mar dentro son escupidos por olas inmisericordes.

   Arriba, sobre los riscos hay alguien que los observa. Un Gran Hermano, un indio dispuesto a borrar del mapa a quien pose las plantas de sus pies desnudos en su reserva. ¿Por qué lo haces, verdugo?

   Los que tengan la fortuna de explorar un arenal exótico este verano conectarán en repetidas ocasiones la cámara selfi de su móvil para confirmar que todo va bien. Garcias Shyamalan.