viernes, 30 de junio de 2017

Odisea en las rías

Visión de la exposición Paredes Soñadas
de Urbano Lugrís en la Obra Social Abanca (A Coruña)

*Publicado en El Faro de Vigo (3-7-2017)convirtiéndose en mi artículo 125

   El Hemingway de Percalinópolis. Hijo de un poeta, Manuel Lugrís, y una pianista, Purificación González. Le pusieron el nombre de su tío,Urbano González; fue uno de los primeros ilustradores de La Voz de Galicia y pintor de corte romántico, de quien Lugrís tomará la rigidez al dibujar.

   En los años treinta se relaciona con Lorca, Alberti y la bohemia vanguardista. Gracias a las Misiones Pedagógicas recorre con Rafael Dieste medio país y diseña decorados para La Barraca.

    Fue encarcelado por firmar un manifiesto a favor de la República en 1930 pero durante la Guerra será voluntario del Ejército Nacional en el Frente de Asturias. Extraña incongruencia. Casa con Paula Vadillo y eligen nombres poco originales para designar a sus dos retoños.  La muerte de su esposa en 1961 le ahoga en una fuerte depresión que combatirá en los bares de Vigo. Pinta ese cuadro desalentador de una puerta con un minúsculo ventanuco. Casi una gatera a ninguna parte. Muere en 1973, la víspera de Nochebuena, en la ciudad olívica.
   Su obra más integral, reconocido por él, fue el diseño de la Capilla de Santos Reis en Bueu. Trazó el proyecto y dirigió la construcción. Las conchas, anclas, timones y anzuelos le delatan.
   Lugrís fue un pintor casi autodidacta y anárquico. Hay predilección por los temas marineros en sus cuadros, casi siempre pintados sobre tabla.Prefería una perspectiva onírica, idealizada y soñadora. “Pinto en gallego, razón por la cual no puedo ser realista".

  Tomó conceptos de Chirico y Magritte. El azul como color principal de sus cuadros no es herencia de Dalí sinó del flamenco Patinir. Principio y fin ofrece más conexión con el de Figueres.
    En su obra pictórica hay ecos de Valle Inclán y de la poesía de Manuel Antonio y Luz Pozo. Pero, sobre todo, Julio Verne, el autor más submarino. También de otros escritores decimonónicos como Stevenson o Conrad.Y bucea en el mito de la Atlántida y leyendas gallegas y medievales. En sus artículos y poesías utilizó el pseudónimo de Ulyses Fingal.

   Colón, Hernán Cortés o el inmortal Quijote pasean por sus cuadros.  También estampas religiosas, como El Monasterio de Caaveiro, fundado por San Rosendo.

   Anticuario del puerto recrea la almoneda de un viejo marinero sin que éste aparezca. Ni nadie más. La  horizontalidad y el horror vacui mandan en la composición. La ventana, con vistas a un puerto, se ofrece como descanso a una estancia con tanto barroquismo.
   En El puerto de Vigo dos veleros navegan por la ría bajo el motivo heráldico de la ciudad. Al fondo el Monte de O Castro. Desecha un enfoque más urbano para acentuar la leyenda.
   Fuegos de San Telmo, que es el protector de los marineros, reinterpreta una superstición. Se creía que las puntas de los mástiles y la arboladura ardían como teas durante la noche. Hoy se sabe que eran meteoros eléctricos que se forman cuando la atmósfera está cargada de electricidad.  Aquí lo que está en llamas es un árbol, en primer plano, que protege al barco.
   Leyenda Marina es una obra surrealista y mitológica, casi inquietante. El actor principal es un pez con un cuerno en la cabeza. Sobre su lomo se erige un templo medieval. Atrás unos riscos. Todo bañado por la luz lunar. Un galeón en escorzo y un hipocampo parecen ajenos a todo.
   Pintar panorámicas de su ciudad natal fue una constante. Así, la Torre de Hércules viste diferente ornamentación, a veces con los dos torreones de Amaro Antúnez otras con un farol adosado.  Su gran mecenas coruñés fue el armador Miguel San Claudio San Pedro.Vista de la Coruña 1669 interpreta una obra de Baldi, dibujante de cámara de Cosme de Médicis. La parte derecha, zona vieja y Castillo de San Antón, es la más diferenciada. El  italiano dibujara a Hércules dentro del escudo y ahora aparece la Torre.  La curiosa firma del herculino es P.M.A que se interpreta como un halago al artista transalpino.Post mortem autoris. Un jeroglífico más.Como los que habituaba a confeccionar para Vida Gallega.  En dicha revista también se atrevió a plasmar mapas de la ruta jacobea.
   Galicia sigue la tradición de las cartografías utópicas del medievo. Hay metáforas gastronómicas, leyendas y patrimonio artístico. Recurre a fuertes contrastes cromáticos y a la sucesión de objetos a diferentes alturas para logar cierta perspectiva.  Hay islas fantasma, monstruos marinos, catalejos… Y sus cubistas montañas son geométricas pirámides.

   Un romero arrodillado provisto de bastón, calabaza y sombrero con vieira protagoniza Catedral. Siglo XII. Detrás, el templo románico y un cielo azul estrellado.Un ángel arropa la escena.
   San Barandán recoge una leyenda del santo irlandés que visitaría en el siglo VI una isla fantástica gallega situada al noroeste de Azores. La dibuja suspendida en el aire. Levitando como la Castroforte del Baralla de Torrente. Domina un dolmen, seña de identidad galaica, en lo alto de un promontorio.   Y a oscuras. Lo que contrasta con el luminoso mar del plano inferior.

miércoles, 28 de junio de 2017

¡Mamá, estoy bien!

*Impresiones de la película LION
*Largometraje australiano-estadounidense nominado a 6 Premios Óscar
Con Nicole Kidman y Rooney Mara en el reparto.

   El aleteo de una mariposa. Cualquier suceso nimio puede generar pingües perturbaciones futuras.  Somos dados bailando en el cubilete de nuestras circunstancias.
   A Saroo le tocó nacer en la pobreza.  Su madre, analfabeta, intenta alimentar a tres bocas. Shekila es todavía un cachorro. Guddu, el hermano mayor, carga fardos o roba carbón de un tren en marcha.  Pasan muchas carestías.  Los jalebis, dulces indios, representan sus anhelos.

   Las rutinas se rompen el día que se pierde en la estación de ferrocarril. Acaba atrapado en un vagón de mercancías. No conoce el destino. Calcuta. Más de cuatro millones de habitantes. Un grano de arena en el desierto. No puede comunicarse. Él domina el bengalí y no el hindú. Cada persona hace su vida. Y pocos se interesan por la de los demás. Hay pobreza y vida entre cartones. Mafias que secuestran a los niños de la calle. El río Hugli fluye sin potabilizadora.

   Una mujer se apiada del pequeño. Lo lava, alimenta y cuida. Pero al ver a la figura masculina, con abundante bigote, desconfía y huye. 
   Dos meses merodeando en busca de algo que llevarse a la boca sucia.Aunque sea una cuchara de la escombrera. Otro samaritano lo acompaña a la policía, En busca de un mejor porvenir.

   Es conducido a un internado. Donde las agresiones y castigos a los desobedientes no son pocos. La familia de acogida viene desde lejos. Tasmania.Una pareja tan altruista que prefiere dar una oportunidad a un niño pedigüeño que parirlo. Los baños de ternura le hacen florecer. Reír.  Su primer hermano fue un koala de peluche. Luego llegaría Mantosch, también adoptado pero con traumas más profundos.Se autolesiona a menudo. Intenta encauzarlo pero no será tarea sencilla. Le desquicia su irresponsabilidad. “Un diablillo, pura energía pero muy inteligente”.
   Dos décadas después Saroo va orientando su vocación profesional.   Debe abandonar el nido, agradeciendo el esfuerzo familiar. En Melbourne se formará como director de hoteles.

   Conocerá el amor.  Ella también precipitó lágrimas. El cáncer le arrancó a su papá. Llega una edad en la que nadie se libra de las tiritas. Funcionan como pareja. Congenian. 
   Pero él no logra vivir por encima de sus recuerdos. Necesita recuperar su identidad. No pisa firme sin las raíces de su genealogía.  Se convierte en una obsesión. Estudia las velocidades de aquellas viejas locomotoras, establece radios de búsqueda en el Google Earth… Y sólo tiene claro que la chincheta de su pueblo tiene forma de depósito de agua. Nada más.

   Es tan fuerte su motivación que no puede formar su tercera familia sin saber que fue de la primera. El zócalo imprescindible. Parte hacia la India con convicción. Y tranquiliza a sus seres queridos de Oceanía. El viaje fue bien.  

lunes, 19 de junio de 2017

De Profundis

Conversaciones Ficticias (16-6-2017) 
Suso de Toro desnuda su alma ante las preguntas de Ignasi Duarte en la Galería Trinta

   Sólo él. Su alma. Y una copa balón con hielo y limón. “Soy un lugar móvil donde se cruzan la genética, La historia familiar, las pulsiones heredaras y propias”.Todos solemos mirarnos al ombligo. “Solo transcendemos a eso con la paternidad y en lazos muy fuertes de protección donde alguien te puede importar más que tú”.
























   “Es fascinante vivir pensando en otro rol. Como el travestismo de carnaval. En mis libros los personajes, normalmente trágicos,  someten a crisis su identidad. Los impostores son lábiles”.

   “La inocencia es salvaje. Puede ir en cualquier dirección, buena o mala. La valoro pero es un don peligroso, necesario para los poetas. Y transitorio salvo que te mueras antes. Para hacerse adulto hay que descender al Hades. Correr riesgos, pasar pruebas y pisar brasas.”

   “Creo más en el cuento que en la novela. La poesía es el grito. El cuento es la frase, la cifra; tienen magnetismo por estar cerca de las parábolas, del fermento, de la levadura de la vida. La novela, que me aburre más, es la arquitectura, el discurso racional.”

   “Todas las sociedades tienen hechos pasados que son tabú. Franco no ha muerto. Es una figura totémica, un fantasma muy vivo. Condicionó el destino de las familias españolas, que fueron rehenes del miedo. España lo adora y venera aunque no lo diga”.
   “Pertenezco a una generación que no vivió una guerra. Y escupe su titular más agresivo. “No es una anomalía que los hombres agredan a las mujeres. Ya sucedía con los primates. La violencia en algún momento se va a manifestar. No creo en la paz perpetua que defendía Kant”.   “Hay quien disfruta matando, violando, torturando… Infligir dolor está siempre cerca de nosotros a lo largo de nuestra vida”.  Y clava su bandera política. “Estados Unidos es una potencia que se basa en la exportación de la guerra y con ella acumula riqueza y poder”.
   “La vida es mucho más sagrada y trascendente que pedirle hoy a Dios y mañana blasfemarlo. Es un personaje grotesco; no se le puede tomar en serio. Ahí fuera no hay nada. Es un muñeco con o sin barba.”

   “Soy un sujeto que no domina completamente la vida,hay avatares.Ya me considero un hombre mayor. Entrando en ese término estúpido que llaman tercera edad.Ahora estoy muy a gusto conmigo mismo en este estadio, dure lo que dure”. Considera que hacia los 50 años la biología aporta la conciencia de que una vida está concluida y empieza entonces una fase nueva.

   “Con los años te transformas en un recordador. Recordar goza de gran desprestigio porque va asociado a la melancolía, algo propio de los escritores. Preguntar por el pasado es incómodo: precariedad, fragilidad…” De esa faceta abusan él y su hermano Xelís, también escritor.
 “No tengo miedo a morir. Lo tengo aceptado. Me preocupan los contratiempos de la salud. Ahora no salto a las farolas ni hago el indio. Al final la gente hace lo mismo: bebe, viaja, tiene hijos… Salvo casos patológicos el miedo no les condiciona. Es un cuento chino.”


   “Las piedras son magníficas. León Felipe dialogaba con ellas.Están ahí, te mueres y las cabronas se quedan.En Santiago hay culto a las piedras,una deidad.Los canteros son sus sacerdotes”.

miércoles, 14 de junio de 2017

Torrente y la Ciudad de Piedra

ATENEO DE SANTIAGO (29-5-2017)

   Carmen Becerra siempre trabaja las relaciones entre el lenguaje cinematográfico y literario. Hizo la tesis sobre el Don Juan de Torrente, de sus obras menos conocidas y más interesantes. Tuvo la fortuna de tratar con Gonzalo y a raíz de conversaciones con él edificó su libro Guardo la voz, cedo la palabra. Una discípula a sus pies. “Lo admiraré hasta después de muerta”.
   En Torrente abunda el léxico y los modismos gallegos. También se aprecia en los personajes, paisajes, recursos retóricos… Aparecen reflejados Ferrol, A Coruña, Bueu, Valle de Serantes y, aunque algo más oculta, Ourense. “Galicia está en mis novelas, lo que me llega al corazón”.


   Galdós es identificado con Madrid y no con su Canarias natal.Proust definió con tanta precisión Combray como lo hizo Ballester con la catedral compostelana. “Una ciudad a la que aprendí a amar, a la que vuelvo con emoción”. Su amor se jalonó en sus idas y venidas a Compostela. Donó en su testamento su legado a la Fundación Torrente de la Rúa do Vilar.

   Vino de estudiante en 1926. Quería acceder a Filosofía y Letras. Poco tiempo estuvo porque su padre,marino,es trasladado a Oviedo donde se matricula en Derecho.Tras varios cambios de residencia vuelve acudir con asiduidad a Compostela cuando su progenitor se instala en Bueu.  

   Una segunda mirada sobre Compostela se produce como maestro. Gana en mayo del 36 una plaza como docente de historia por oposición. Dos meses más tarde le conceden una beca para irse a París a hacer una tesis. Nunca llegaría a terminarla.  A su regreso a Santiago se instala en la rúa Cardenal Payá donde también estuvo Hemingway.  Ganó una plaza como profesor de literatura. Iba ir a Ávila pero finalmente se queda en el Rosalía de Castro.
   Su tercer prisma es como escritor. Abandona Compostela en 1942. Desde entonces ya no será nunca más vecino sino que acudirá como turista o conferenciante. Ocupa la cátedra en el Concepción Arenal de Ferrol durante cinco años. Luego pasa por Madrid, del 47 al 64, Pontevedra y Estados Unidos.  En el 75 vuelve a Vigo y a continuación se instala en Salamanca.

   Las obras dedicadas a Santiago son a través de la memoria. A veces se apoya en documentos históricos o archivos. Escribió numerosos artículos de prensa relacionadas con esta temática. En Cuadernos de la Romana,nombre que alude a una casa que tenía en la Ramallosa (Nigrán),se muestra crítico con la ciudad que amaba. Lo mismo hizo con Ferrol pero no así con Salamanca. Habla de la degradación, los atropellos a la estética y el caos urbanístico de Santiago cuando nace la zona nueva. “El miope parecía que no veía nada y lo veía todo”.

  Santiago se convierte en un espacio valioso y genuino en el marco de una Galicia mítica.Ana-lizaremos lo que podríamos llamar guías por encargo para turistas. Compostela y su ángel se ambienta en el Año Santo de 1948. La Editorial Destino la rescató en 1984. “Compostela se hace en torno a las campanas. Su propio bronce sonoro”.Una urbe que desde su fundación por Alfonso II el Casto siempre vivió atrapada entre mitos y leyendas.  Incluso dice que aquí podría estar enterrado Prisciliano. “A esta ciudad debo experiencias que me permiten vivir y escribir. Estas piedras tienen la virtud de transformarlo todo, hasta los siete pecados capitales”.  Otra de las guías es Santiago de Rosalía de Castro. Retrata la Compostela decimonónica. Son doce capítulos; los cuatro primeros de tipo urbanístico o costumbrista, luego es más literaturizante. Hay constantes digresiones que salpican el texto. “Alguien inventó una serie de observatorios en el suelo de la primera planta a modo de trampilla o tragaluz”.

   Una de sus novelas picheleiras es Fragmentos del Apocalipsis. Se considera la segunda de la trilogía fantástica tras La saga de Jb y antes de La isla de los jacintos cortados. Villasanta de la Estrella es el topónimo elegido. Se habla de la Universidad y de curas pero es apenas un telón de fondo.  La ciudad acabó destruyéndose a cada toque de campana. Sólo sobrevive Felipe Segundo, que cuenta chistes verdes. En esta catedral están los restos de Doña Esclaramunda de Bendaña lo que supone una de las típicas desmitificaciones de Torrente.Hay un personaje basado en una mujer rusa que trató en vida con Gonzalo, Lénutchka.   Algunos pasajes recuerdan a Cunqueiro: “una lluvia menuda, azulada, caliente”.

   Muerte del decano corresponde a una de sus últimas e irregulares novelas. Cuando ya no se atrevía a elaborar obras grandes por miedo a no poder terminarlas. Pertenece al género policíaco de la tradición anglosajona de Chesterton y del subgénero de los asesinatos en un campus universitario.
   Para Torrente la historia no es más que una ficción puesto que está cargada de subjetividad. De los mismos hechos surgen muchas interpretaciones. Por ejemplo en La isla de los jacintos cortados se duda si existió realmente la figura de Napoleón.


COLOQUIO
La sombra falangista
   Tenía carnet de falangista. Intervino en el juicio de Ricardo Carvallo Calero. Instado por su padre, ingresa en la Falange al volver de París. Según él, lo hizo para salvar la vida. Malvivía por entonces impartiendo clases particulares.   Uno de sus amigos era Aranguren.  Lo que está claro es que no era falangista. Admiraba a Dionisio Ridruejo que sufrió destierro por considerar que el franquismo debía acercarse más al fascismo. Gonzalo no fue nunca un hombre de pronunciamientos públicos. Laín Entralgo lo acusaba de no “descargar su conciencia”.   

   En 1962 hubo la huelga de mineros en Asturias. Se paseó a mujeres desnudas con el pelo rasurado. Firmaron una carta 17 personalidades a Fraga, el resto en privado; y todos, salvo Menéndez Pidal, se vieron afectados.  Torrente trabajaba entonces de crítico de teatro, en el Diario Arriba y de profesor y perdió los tres empleos. Hasta que regresó  Pontevedra y lo acogió Filgueira Valverde vivió de traducir novelas policíacas y del oeste.

Relación con Carlos Casares
   A Casares lo consideraba como un hijo. Tenían una relación paternofilial. Se reunían en la tertulia de Baiona todos los veranos. Muchas veces Carlos pasaba a recogerlo. Pero nunca se subía a la moto porque era muy miedoso e hipocondríaco. Otro de sus pánicos eran los incendios.


Problemas económicos y su vasta estirpe

   Su vida estuvo marcada por la necesidad de recaudar dinero. Tenía que alimentar a toda una prole. “En esa casa se podía comer una merluza para nueve”. Uno de sus hijos fue falsificador de cheques perseguido por la Interpol, otro representante del Partido Comunista de la URRS, otras dos eran señoritas que iban a los bailes… “Gonzalo Torrente Malvido robaba todo lo que encontraba”. Una  vez le preguntó Carmen Becerra porque tuvo tanta descendencia. Y le respondió con ironía galaica. “La operación de cómo se consigue no creo que tenga que explicársela”. Vendió muy poco hasta el éxito de Los Gozos. Tantas penurias pasó que hasta que obtuvo el Premio Planeta no se pudo comprar un piso. 

domingo, 4 de junio de 2017

Uvas blancas

Crónica de la Duodécima Champions del equipo blanco (3-6-2017)
Juventus 1-4 Real Madrid (Madzukic; Cristiano II, Casemiro y Asensio)

*Artículo publicado en El Faro de Vigo (5-6-2017)

   Onces de gala. Con matices. Pena que Isco tenga que ganarse el visado en la enfermería.  Nacho merecía estar entre los elegidos. Pero  Zizou, con rotaciones sistemáticas, tiene a sus pupilos frescos como tréboles. De cuatro. La Juve no salió amedrentada. El Pipita,gafe en días rojos,  ya había rematado un par de veces al minuto tres. El esférico fue italiano en los primeros compases. Dybala dibujó un partido gris, por mucho caño de tacón a Marcelo que hiciese. Falló pases uno detrás de otro. Pronto cargó una cartulina en la mochila por falta táctica tras pérdida.

  En una jugada cocinada desde área propia Cristiano hizo la pared con Carvajal y remató raso a la derecha de Buffon. Otro chicharro en día decisivo.

Las tablas llegaron al instante. Se desdobla Sandro, Higuaín acomoda y Mandzukic corta el esférico con una medio tijera. El de carácter avinagrado se vistió de frac.  El croata fue Bebeto. Una asignatura que siempre suspendió Cris.

   El partido estaba más roto de lo previsible. Pjanic gozaba de rechaces jugosos en la frontal para ensayar su buen golpeo. Amarillas a Ramos y Carvajal. ¡Alarma! Y protestas corales turinesas cada vez que el 14 y el 10 blanco cometían infracciones para intimidar al árbitro alemán. 

   Una ronda de Fierabrás. Presión atosigante. Ímpetu.Marcelo pisó a Alves.Kroos a Khedira. No hay banderas.Marcelo lanzó una peonza al segundo poste que no llegó por milímetros a Ronaldo. Casemiro cada vez que acude a la playa se zambulle en el mar. Pegó con ganas y el desvío de Sami imposibilitó el milagro del arquero. 
Y llegó el puñetazo en la nuez. Modric robó, cogió la espalda de Sandro por piernas y asistió al Bicho que se lanzó entre centrales al primer palo.

   La sangre piamontesa manó a borbotones. Enfermedad terminal degenerativa. Media hora perdiendo pétalos. Todos eran “no me quiere”. Amarillas de desconexión. Y Cuadrado mordió el anzuelo y abandonó el rectángulo. 
Solo inquietaron la portería del tico en un cabezazo de Alex Sandro, el mejor bianconero. Bonucci, como el ancla de su tatuaje y el tapón de su nariz, evitó que Gareth fuese profeta en Cardiff. Marcelo caminó de puntillas en el alambre, la tramoya de Benzema en el Calderón, y asistió al joven Asensio.  Buffon recogió más veces la pelota de su hornacina que en el resto de la competición. El Madrid no tiembla. El Madrid gana.