sábado, 1 de abril de 2023

Mónaco para mochileros

 





    Un país de 2km de largo. Insólito territorio. Todo muy limpio y formal. Una ciudad con una red de intrincados caminos y accesos privados, por lo tanto prohibidos. Las escaleras mecáni-cas al aire libre solo se pueden entender en un núcleo con 300 jornadas de sol por año. El ele-vadísimo nivel de vida se respira en cada detalle.   El alojamiento más humilde en temporada baja supera los cien euros. Luego tienes aseos públicos y autobuses gratuitos. Los conductores lucen una batita blanca de farmacéutico. Me siento en el suelo a la sombra de una marquesina inteligente que proporciona wifi.  Un policía, con unos modales finísimos, me advierte de que debería estar de pie salvo que esté mareado. Estas autoridades,casi señores feudales, tienen la tpv caliente. Están alerta para multar a los vehículos mal aparcados o los que excedan la velocidad.


El circuito urbano más famoso del mundo. Cuyo primer vencedor fue Fangio y el que más veces saboreó las mieles del éxito ,seis, fue el malogrado Senna. Casi nada. Y presume de la Curva Fairmont, la más lenta de la Fórmula 1.


El Puerto de Fontvielle es muy resguardado, con tierras ganadas al mar.




El Estadio Luis II, con sus famosos arcos tipo acueducto, recibe este nombre por el bisabuelo del actual príncipe. Remodelado en 1985, su capacidad es de 18.000 personas. Fue sede de la supercopa de Europa desde 1998 a 2012. Y vio crecer la fulgurante trayectoria de Mbappé.  El campo auxiliar tiene nombre de campeón del mundo, Didier Deschamps.



Mónaco-Ville está ubicado sobre un gran promontorio que llaman La Roca.  En 1297 Fran-çois Grimaldi se apoderó de esta fortaleza con una acción de picaresca.Se disfrazó de franciscano y luego abrió sus puertas a sus soldados. Una estatua recuerda esta hazaña. Se inicia aquí la dinastía Grimaldi, con más de 700 años es la más vetusta en el poder de toda Europa. 


Me sorprende que esta bella zona peatonal esté casi desértica, de turistas y locales, a media tarde. Las vistas panorámicas de los demás barrios dibujan un auténtico Monopoly. 


Los orígenes del Palacio del Príncipe se remontan al XIII. Durante la Revolución Francesa fue saqueado y sirvió de hospital a las tropas italianas. Para los amantes de la tradición el cambio de guardia a las 11:55.


El impresionante y monumental Museo Oceanográfico está esculpido sobre el acantilado. El cielo casi se fusiona con un mar del mismo tono. Alberga una sublime colección de fauna marina, 6000 especies, tanto viva como en esqueleto. La entrada a esta institución, dirigida durante muchos años por el mítico Jacques Cousteau, asciende a 18 eurazos.


   La Catedral se emplazó en 1875 en el lugar donde hubo una iglesia dedicada a San Nicolás. Todavía hay una fuente exterior en su honor. El templo, también conocido como Nuestra Señora de la Inmaculada, es neorrománico con rosetón y Pantócrator en su fachada. Y un medallón a la memoria de Juan Pablo II. Descansan los cuerpos de los principales soberanos. También se dio el enlace nupcial de Grace Kelly y Rainiero III, en 1956, y de Charléne y Alberto II en 2011. Eros y tánatos.




  En la Condamine hay un mercado ideal para comer producto de temporada. Y variedad de concesionarios. A su espalda Moneghetti y los los peñascos de los Alpes acechando.



El Port Hercule está activo desde la Grecia Clásica. Hoy,tras sufrir diversas remodelaciones para protegerlo del viento, ocupa 40 Hectáreas y capacidad para 700 embarcaciones. Es el único del Principado apto para ferries y cruceros. Fue plató de rodaje para una persecución de la película GoldenEye de James Bond.

      

   Dentro del Casino de Monte-Carlo también se encuentran el teatro, una ópera y un ballet. Sus jardines son de un verde intenso. El arquitecto elegido fue Garnier, que siguió un estilo Belle Époque como en la Ópera de París.Riesgo evidente de Síndrome de Stendhal. Entre las ropas inapropiadas están los vaqueros con agujeros o las zapatillas deportivas. Recuérdalo. Desde las diez de la mañana es posible una visita turística, no barata, para probar fortuna hay que esperar a las dos. Los monegascos, que saben que siempre gana la banca, tienen prohibido el acceso a las salas de juego. En la misma plaza, a la sombra del anterior, está el Casino Café de París.



   Marie Blanc, viuda del director del Casino, donó al Principado un terreno donde había una antigua capilla dedicada a San Lorenzo. El nuevo templo de estilo renacentista, con un campanario de 30 metros de altura, fue dedicado a San Carlos Borromeo. El arquitecto elegido por Carlos III fue el parisino Charles Lenormand, que también lideró la construcción de la nueva catedral de Mónaco y la Iglesia de Nuestra Señora de Niza. La iglesia se abrió al culto el lunes de Pascua de 1883.

El Jardín Japonés fue diseñado en 1994 por Yasuo Beppu, el ganador de la exposición de la flor de Osaka de 1990, que buscó seguir los postulados del pensamiento zen. Estas siete hectáreas son una mezcla frondosa de tradiciones japonesas y elementos mediterráneos. Del País del Sol Naciente se importaron el bambú y las construcciones en madera. Cuenta con una zona de meditación. En el estanque viven en tranquilidad las carpas koi, entre los nenúfares y las flores de loto.  

   A la altura del Foro Grimaldi, centro de congresos, los futboleros tenemos un paseo con huellas de leyendas del balompié.  Sólo parecen tamaño estándar los de Ibra y Drogba, los otros parecen pequeñitos. Higuita, siempre original, dejó estampado una mano y un pie.


La Playa de Larvotto se haya en el sótano de La Avenida Grace, una de las más caras del planeta.Conjuga aguas templadas, gravilla y palmeras. Un porsche estaciona junto al Ferrari.