domingo, 3 de abril de 2022

Ruby jugaba a ser mayor

Mi visión de la película CODA

 Ganadora de la 94ª edición de los Premios Óscar

y mejor actor secundario para Troy Kotsur


   Todos seguían ojipláticos en el Dolby Theatre.  Will Smith le había dejado marcada la cara a Cris Rock.  Tras ese raquetazo quedó en la neblina la victoria de CODA.

   Todos cotillean a los Rossi por su condición de sordos.  No se ocultan, orgullosos de su carácter y de salir adelante. La hija es la única que percibe el sonido.

   Papá, bromista y políticamente incorrecto, quiere mantener la cohesión de la familia.  La relación con mamá, con altas dosis de egoísmo, es más tirante. 


   Su temperamental hermano desgasta su dedo índice en Tinder. Un caramelito apetecible para la amiga camarera de Ruby.  Hormonas saltarinas.


       Ruby desea a Miles pero hasta ahora solo ha abrazado a su peluche de pulpo. Él mete la pata por reírse de la gestualidad sexualizada de su padre. Y ,a la velocidad de un alud, acaba siendo la comidilla en los pasillos del instituto de Gloucester. Pese a todo se le ve buen chico. Se besan en el recóndito lago de aguas prohibidas.


   La familia Rossi se gana la vida con la pesca. Están algo aislados por sus dificultades en la comunicación. Dependen de Ruby para que les eche una mano con las redes y como intérprete. Sin un oyente nadie puede escuchar los avisos de emergencias por radio. El gremio de los lobos de mar es dibujado como trabajador pero rudo. 


   El canto es su pasión. Pero su estirpe no puede saber si lo hace bien. El profe de música ocupa un rol excéntrico ya conocido. Mezcla métodos autoritarios con técnicas motivadoras para perder el rubor y la vergüenza.  Desde el piano sabe escoger quien debe cruzar la pasarela.  Apuesta por ella. Pero es hora de sacrificios.


 Ruby ha cogido la ola buena. Pero debe elegir entre la familia o su sueño.“Ten cuidado en los momentos de grandes victorias porque es cuando el diablo vendrá a por ti”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario