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FINAL DE COPA DEL REY 2022

Betis 1-1 Valencia  

Goles de Borja Iglesias y Hugo Duro

Gana el conjunto hispalense 5-4 en los penaltis

*Fotos de la web de Diario Sport, Estadio Deportivo, Diario As y ABC

    Diecisiete años de vigilia para el diecisiete.  El Betis fue mejor pero el Valencia nunca se cayó a la lona.  Amarilla de apertivo para Paulista por manosear a Borja. El compostelano, que siempre sube el rendimiento a mayor motivación,cabeceó a la red un centro espléndido de Bellerín. Y pringó la barba de miel cuando olió una cesión defectuosa de Diakhaby.   En una jugada calcada a la del tanto por el otro costado Álex Moreno, menos decisivo de lo esperado, encontró la cabeza imprecisa de Juanmi.

  El rol de Guillamón fue crispar a Fekir. Milagrosamente su cartulina no llegó hasta casi medianoche.  El francés fue hábil en la conducción y no accionó sus hélices de venganza. La lluvia no anuló la procesión; los resbalones hicieron más aparatosas las entradas pero el árbitro mantuvo un tono sosegado.

   El despertador del Valencia sonó al minuto 30. Soler, inédito, descargó de espaldas a Ilaix que, con muchos espacios, dejó solo a Hugo Duro. Sangre fría del getafeño para batir a Bravo de vaselina. Canales levantó la cabeza para dar un pase y acabó pegando al poste izquierdo del georgiano.

   Valencia entró con más empuje en el segundo asalto. Con un destacado Foulquier asomándose por piernas al ataque. Duro sintió la mano de Bartra y se fue al césped pero se incorporó tan rápido que no dio tiempo a dudar. El central catalán, concentrado toda la velada, pisó la sombra alargada de Bale. 

   El mejor ornamento fue tras un saque lateral por sorpresa. ¡Esto es para listos!  El Panda puso dura la espalda para cuerpear y se marcó un pase mixto, cola de vaca y caño. Pero Juanmi no logró batir a un espléndido Mamardashvili. Ya nadie sobre el campo mejoraría las prestaciones del tanque gallego.

 

   El último cuarto de hora fue una peonza mágica. Juanmi pegó al poste tras un cambio de ritmo di-vino y fue permutado cuando estaba en trance. Nabil pudo sufrir un penalti con la cadera de Soler y luego no encontró el agujero entre las piernas del georgiano. Ahí es cuando Paulista hizo su habitual llamada al 112.   Pero el Valencia pudo matar a la contra. Bellerín erró un pase horizontal, y Bryan, un galgo sin correa, lanzó la contra; Gayá vio llegar a Soler que no hizo gala de su enorme golpeo.

   Llegaron a la prórroga sin fuel. Pellegrini hubo de sacar del tablero a sus dos reinas. La táctica pesó menos que los hombres de refresco.Guedes esperaba en el costado izquierdo su último esprint.En los once metros cuenta la decisión y las piernas frescas. Los lanzadores tuvieron aplomo. Tello no recordó el penal en Vallecas y Joaquín, con suspense, superó lo de Corea. Bravo, 39 castañas, apostó por enredar para poner nervioso al pegador.  Mamardashvili no pudo aprovechar sus centímetros. Yunus pegó mal, pecado venial de juventud, y a Miranda, bético de cuna,no le temblaron las piernas.