Impresiones de la película Veneciafrenia
Dirigida por Álex de la Iglesia
Con un reparto con Silvia Alonso, Ingrid Garcia- Jonsson, Alberto Bang...
A ver quien es el valiente que toma ahora un vuelo hacia la Serenísima. Esas urbes hermosas que engordan al calor de los cruceros. Que todo el mundo quiere ver aunque sea una vez. Aveiro, Brujas o incluso Londres quieren peinarse como ella para verse igual de bonitas ante el espejo.
Pero tras el maquillaje hay una marea de soldados armados con chanclas y cámara que inunda toda la arteria que va desde la estación de Santa Lucía a San Marco pasando por Rialto. Para un vecino es un incordio bajar a comprar el pan. Sentirse un foráneo. Como palideció el Barça el día del Eintracht.
Álex de la Iglesia quiere concienciar. También divertir y asustar. Donna Leon no se cansa de condenar esa invasión. Morir de éxito. El comisario Brunelli es un abrazo al de la nortemaricana.
Sus cinco quijotes
buscan juerga en el Véneto. Andan algo dispersos. La juventud suele buscar
disco en Ibiza o Mikonos.La ciudad de los canales,más apta para pedida de mano, tiene noches más
románticas y serenas. El vizcaíno suelta luego a un novio pijo y
celoso con el que no se puede empatizar.
En lugar de una guerra civil entre Montescos y Capuletos ahora hay una xenofobia capitaneada por un Rigoletto con sed de sangre. El móvil, último grito de los venecianos para no hundirse como la Atlántida. Cada turista en el punto de mira. Quizá con un brebaje puedan estar a su merced. Tal vez el maldito islote de Poveglia, destino pasado de los infectados por la peste, aumente su necrópolis.
Las grotescas máscaras favorecen al asesino. Como el Tuno Negro que castigaba la ignorancia en la Universidad de Salamanca. Con una sociedad secreta que protege al justiciero, menos lasciva que la de Kubrick. El control de la tramoya dirimirá la última batalla contra la cultura del selfi de los morritos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario