lunes, 7 de octubre de 2019

Ibón es un nombre de varón

*Ibón Martín presenta La danza de los tulipanes
 en El Corte Inglés de Compostela (30-IX-2019)



   Una lectora creyó que estaba escrito por una mujer. Su confusión radica en que desconocía ese nombre vasco. Y ayudó que el donostiarra no trata de forma estereotipada a las féminas y son personajes importantes. “He disfrutado más creando los de ellas”.  Aprovecha para lanzar un mensaje feminista. “Mi aspiración es que mi hija no tenga que dar explicaciones cuando se incorpore al mundo laboral”.

   Escribió antes guías de viaje y de excursionismo. Durante diez años. Sacó una primera tirada de 3.000 ejemplares y acabó vendiendo 40.000. Prefería conocer nuevas rutas que asistir a clases de periodismo en la universidad.Luego se apuntó a historia por la UNED.

   La danza de los tulipanes es la quinta novela negra de Ibón Martín. Antes escribió una tetralogía. Era la saga de una investigadora, Leire Altuna, que vivía en un faro.
   El arranque, narrado en las primeras tres páginas, es espectacular. Hay una mujer atada en la vía del tren.Su marido conduce la locomotora y está maravillado porque llevaba muchos años en el metro y por fin consigue conducir en superficie. Está deseando poder llevarla para que contemple este paisaje; cuando se percata que es ella activa el freno de la máquina pero no logra detenerla a tiempo y se la lleva por delante. Era la periodista estrella de la televisión de Guernika.Ese angustioso asesinato se transmite por Facebook Life.  “Cuando estábamos con las correcciones ocurrió lo de Nueva Zelanda”; se refiere a una matanza en una mezquita acaecida en marzo.

   Es un asesino ególatra. “Está trastornado pero es inteligente y tiene coherencia en su pensamiento”.  Su plan inicial era modesto pero se va activando. Su sueño es crear una variedad de tulipán para dejar su sello, su obra. Ibón reconoce que tienen algo en común. “La perseverancia y la pasión por los tulipanes. Lo intenté en el jardín de mi madre. No a partir de bulbos sino de semillas; hacen falta unos cinco años de cuidados”.
La curiosidad en esta ficción es que su época de floración es en primavera, máximo en mayo, pero los crímenes son en octubre y noviembre.

   Recuerda a criminales como al de La Baraja que actuó en la zona de Tres Cantos en 2003. “Es espeluznante pero apasionante. Los horribles sucesos te van dejando un poso en la cabeza. Sentimos fascinación por el lado oscuro del ser humano.” Lo curioso es que todo este universo de pavor lo construye alguien que no es capaz de acabar de ver El Resplandor porque le escandaliza. Para documentarse recurre a ertzainas, médicos... “por ejemplo para saber como actúa un veneno que no provoque convulsiones”.

   Hay cuatro ertzainas, dos de ellos mujeres. La más joven, Ane Cestero, comanda la investigación. Le acusan de llegar al poder por relacionarse con un superior. Aitor es su mano derecha. Txema viene de la Interpol y es brillante. Julia vive en Mundaka, en Urdaibai, donde está la famosa ola izquierda; se relaja haciendo surf y es criticada por ello.

   Sus personajes nada tienen que ver con sus novias.Con sus amigos sí.“Más en carácter que en características físicas; en los primeros bocetos tienen incluso su nombre real”.
   Introdujo en la obra un mapa con las localizaciones. El paisaje es muy verde y marine-ro. San Pedro de Atxarre está casi desabitado; en cambio San Juan de Gaztelugatxe está a tope de turismo desde que se rodó allí Juego de Tronos.La historia viene a Galicia porque creen que hubo un crimen vinculado. A Compostela y a la Península del Morrazo: Bueu, Beluso, Cangas... Él conoce bien la zona de cuando viene buscando el sol.
  El escritor alquiló una casa dos semanas para inspirarse.Solo tenía que bajar unas escaleras y ya estaba en la ría. Esta vivienda aparece en la novela. Ibón todos los días escribe por la mañana y al mediodía se pega un baño en el mar para desconectar del oficio.

   La editora, Virginia Fernández está encantada con su pupilo. “Su capacidad de describir es plástica, te despierta las ganas de viajar. Hay buen tratamiento del personaje; conectas tanto con ellos que parece que pueden ser tus amigos o tu familia. La trama funciona y se dosifica la información”.
   La comida no es trascendental como ocurre en otras novelas negras. Hay muchas tabernas de pintxos y conversaciones de bar, donde están el ciego de los cupones, el de la tragaperras... Los policías acuden allí de paisano pero todo el mundo sabe que son ellos. La pulpería que visitan en Galicia está inspirada en una que hay en Pontevedra.

   Hay una divertida anécdota sobre la promoción.Una vez invitaron a los periodistas y quisieron sorprenderlos atando cien tulipanes a una cruz. Habían caminado más de media hora montaña arriba para hacer la sorpresa. Aparecieron todas destrozadas. Pensaron que fuera un acto vandálico hasta que vieron a dos cabras poniéndose las botas.

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