Apuntes biográficos de Albert Einstein
a raíz de visitar el "Historisches Museum" de Berna
No empieza a hablar
hasta cumplidos los tres años. Le tiraban
más las mates y ciencias que los soldados de plomo. Tiene paciencia. Lograba
hacer castillos de cartas de catorce pisos.
En 1896 Albert se
matricula en el politécnico de Zúrich. Deseaba ser profesor. Es buen estudiante
pero poco disciplinado. En Física Práctica para principiantes le califican con
un “1”, castigo por no ir mucho a clase. Había sólo una chica, la serbia
Mileva Maric, de la que se encapricha.Se mandan correspondencia.“Te prometo
que no te voy a irritar.Soy caprichoso y lunático“.Antes de nacer Hans Albert,teórico
primogénito,tuvieran otro previo al matrimonio, Lieserl.
Se libra del
servicio militar por padecer varices y pies planos. Al tener un expediente
mediocre ha de impartir clases auxiliares. Encuentra trabajo en la Oficina de
Patentes de Berna. Empieza a impartir clase en la Universidad en 1908; al principio
con sólo tres alumnos,dos de ellos amigos.
En 1909 es contratado como maestro en Zúrich, donde reside hasta 1914
con un impasse en Praga. Ya es conocido, cobra bien y alterna con científicos
importantes como Marie Curie.
Muchos artistas respaldan
la euforia bélica de la Gran Guerra.Él es de los pocos pacifistas.”En la guerra
no hay vencedores”. Al fin del conflicto profiere un discurso en pos de la
democracia.
Inicia amorío con su
prima Elsa. Es demoledora su dureza con Mileva antes del divorcio. Vive dos
décadas en Berlín donde ejerce como miembro de la Academia de las Ciencias de
Prusia. Gana el Nobel de Física en 1922 por la teoría de los Cuantos de Luz,no
por la revolucionaria Relatividad. Alemania lo reclama y Albert, sin mucho
entusiasmo, adquiere la doble nacionalidad.
En el 33 los nazis
congelan las cuentas de Einstein, quien defendió toda su vida la causa judía y colectó fondos para su Universidad. Suiza no
le da protección diplomática y emigra a USA, país de libertades. Consigue empleo
en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton. En 1936 fallece Elsa. La
secretaria Helen Dukas cuida a Albert y, a su muerte, controlará su legado.
Tiene miedo a que
Hitler se haga con la bomba atómica y solicita a Rosevelt que investigue. Pero cuando
los frutos del Proyecto Manhattan se arrojan sobre los civiles nipones exclamó:
“De haber sabido que mis temores infundados nunca hubiera abierto esta Caja de
Pandora”.
En la Guerra Fría lo
tachan de comunista. Declina ser presidente de Israel porque prefería ser ciudadano del mundo que una marioneta
del poder. Con más de setenta años comienza a salir con la bibliotecaria
Johanna Fantova. Antes de morir firma en el Manifiesto de Bertrand Russel
contra la proliferación armamentística. La Tercera Guerra no ha llamado a la
puerta.
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