lunes, 11 de julio de 2016

Maracanazo




*Crónica de la Final de la Euro 2016

Francia 0- 1 Portugal   
(Anota Éder en la segunda parte de la prórroga)


Versión reducida publica en La Voz de Galicia




   Nuestros vecinos del oeste vivieron una tragedia griega en 2004. Nuestros vecinos del norte vieron arder París doce años después. Zagorakis, Katsouranis y Karagounis no eran más toscos que los aburridos William Carvalho y Adrien Silva. Renato y Joao Mário acataron con disciplina las directrices de Santos. Y si hay un Tsartas con talento, André Gomes, que caliente banquillo.


  Portugal, local por la gracia de Dios, entró aplatanado. Intensidad y corazón azul. Umtiti, que aún no es Rami, pisó dos veces a rivales. Payet entró limpio con una pierna pero su rodilla brindó con la de Ronaldo. Se sentó en la hierba.Una polilla se posó entre sus cejas. Pepito Grillo.Era imposible forzar. Sus ojos se mojaron. Su brazalete y responsabilidad cayeron en Nani. Cédric se encargó de la vendetta. Rodillazo al verdugo. El hombre fino de la pausa no dio la talla.



   Si le hacen un control a Sissoko tendrá que reconocer que digirió espinacas.  Su batería no estaba trucada. Una liebre que resoplaba como Arbeloa. Hasta Matuidi parecía convencional. Pogba tuvo una presencia testimonial. Salvo algún balón en largo y esos amagos suyos tan característicos en línea de fondo. Bailando cancán donde tanto le gusta al de Fuentealbilla.

   Se nubló el horizonte en el segundo acto. El espontáneo no se vio por televisión. Sin gloria ni barretina.   Griezmann bajaba a sentir el esférico y sólo peinó una sobre el marco luso. Quaresma, eterno revulsivo, intentó una chilena con más éxito que su líder. Patrício sacó un chut lejano de Sissoko. Menos humo que Víctor Bahía. Sobriedad absoluta. Gignac fintó a Pepe y remató mordido. Suspense. El palo corto se hizo grueso.Tercera prórroga que afrontaba el país ibérico. 



   Portugal organizó su inacción desde su guardarredes. Que se derramase la arena del reloj. Francia iba ya con la lengua fuera. Sólo Coman, descaro juvenil, desnivelaba.Una mano de Éder se la pitaron a Koscielny. Donde sueña todo lanzador.Sin el monopolio de Cristiano parecía un cuadro para la pluma rubia de Quaresma. Sorprendió el zurdo Guerreiro. Dejó el larguero con párkinson.  ¡Un escándalo, Raphael! Tocaba ser osado. Éder, héroe anónimo, chutó desde la frontal donde más le duele a Lloris. Hasta entonces demostrara habilidades sólo de espaldas al marco. Diez minutos para la gloria. Los Bleus no pudieron serenarse. Moría la Euro del pánico.



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