Casa Amarilla
donde tantas veces me dijiste adiós
ahora las persianas me enseñan los dientes
el buzón no puede tragar más
humedades, el acné de tus mejillas
estudiantes, el horror de tus tabiques
luz en el portal y estoy fuera
el pizzero llama y tengo hambre
Crujen los caracoles bajo mis botas
me olvidé la manzana y se pudrió la ilusión
hay días tranquilos que me vigilas tú
hay jornadas grises que no quemas
hay momentos fugaces que me recuerdo feliz
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