*Iván Ferreiro acude al ciclo Pulso de la SGAE de Compostela
(23-X-2018, 21 horas)
Sólo le quitamos
las vendas de los ojos para mirar al pasado.Las esposas para acariciar el
piano. Y los grilletes de los tobillos y la bola de plomo cuando desveló sus
secretos.
“A los tres días al cole ya me parecía aburrido. Soy
creativo. Mi hermano y yo teníamos en casa unas porterías que no estaban justo
una frente a la otra”. Hoy hubiera tenido tentación de ser youtuber.
“Acataba las
normas pero no me parecía que estaban bien. Parecía que si no ibas a la
Universidad ibas a ser un mierdas”. Empezó cuatro carreras y no acabó
ninguna.Probó en matemáticas,después se apuntó en historia“que tiene una
biblioteca muy bonita”.Luego en Vigo hizo biología y su mamá quiso que se
matriculase en derecho por la UNED. “Amaro, el pobre ,acabó esa carrera. Las
madres son muy manipuladoras”. A los 17 le permitió ser músico pero bajo
coacciones: ver menos a los colegas, ir al conservatorio…
Siempre concibió la
música como un juego. Pulse la tecla play. “Veía el violín como un instrumento
infernal. Tocaba fatal, tenía letras
raras y una voz extraña”.
Lo normal era
escuchar la música en el salón todos juntos; “conseguí llevarme el tocadiscos a
mi habitación.Es algo muy íntimo”. “La
sociedad nos castra bastante. Los andaluces no es que canten mejor sino que
cantan en familia y no les avergüenza”.
“Me encantan las
grabadoras.Hice así Oh Nena,que la
odio pero fue la primera canción que pude acabar. Prefiero grabar a hacer
canciones. Amaba mis maquetas. Aunque eran una mierda eran mías”. Al principio
las letras le daban igual,sólo pensaba en la melodía.
Desgrana su proceso
creativo. “Cada vez soy menos perfeccionista pero me divierto más. Si piensas
en el público no te dejas llevar. Así nunca vas a contentar a nadie”.
“Lo más importante es
creérselo uno aunque a los demás no le guste.Que no te dé vergüenza. Es una
heroicidad. Cuando acabamos Ultrasónica mis
amigos, ya con pisos alquilados y coche en propiedad, me dijeron que no podía
sacar eso. No tenía autoridad para hablarle de mis emociones”. Gustaba más
fuera de su círculo. Habla sobre la
decepción y el desencanto. El corte Filofobia, “me encanta la palabra”, procede de un disco que le regalaron
que se inspiró en un pasaje de Los
Simpsons.
Cuando se trabaja
en grupo hay que seguir la misma dirección. Todos aportan cosas. “No necesitas
imponer tus ideas, eso es de gente insegura. Leiva es un compositor
espectacular”. El proceso creativo de
Santi Balmes le aterroriza. “Es brillante”; sabía que el disco se llamaría El poeta Halley y no tenía ni una frase.“Yo
construyo desde el texto”. Con uno de los que más ha gozado trabajando es con Fon
Román; de una apuesta con él surgió El
equilibrio es imposible. Ahora tiene mono de escuchar a León Benavente.
En el alma gallega
está la cabezonería. Se le notaba a Siniestro,Golpes Bajos…No les influía lo
que dijese Paloma Chamorro.“No estábamos en el meollo,éramos los galos”. Tienen
ese espíritu Novedades Carminha o Xoel.Los Piratas tampoco seguían modas.
Están en Warner desde
1992.Al principio les apretaban mucho.Cambiaban los dueños y ellos seguían
allí.“Cuando cayó la industria yo seguía vendiendo lo mismo. Era la ladilla
gallega”.“Ahora hasta nos exigen que hagamos lo que nos dé la gana” opina
Amaro.
“Estamos mejor
ahora que cuando La Ser y Los 40 lo dominaban todo. Se cargaron el pop de los
90 con grupos de mierda”.
Asume varios
momentos de crisis creativa. Cuando hizo Promesas
que no valen nada. También cuando la banda se descompuso; “apretaban tanto
en letras y melodías que no se me ocurría nada”. Y luego se quedó otra vez en blanco por
problemas personales.
*Jornada de rodaje del anuncio de Mahou en Santiago (abril, 2015)
No hay que estar
amargado para componer, hay que estar feliz. “Me acostaría con David Lynch”.
Una vez vino a Madrid y dijo que era una tontería que un artista estuviera
toda la vida atormentado. Y Almodóvar no lo entendía. “Mis canciones más
tristes las he escrito supercontento. Me tomo el trabajo a coña.Toda canción
necesita una puerta trasera. Me gusta escribir más de ideas que de personas. Que si luego la toco dentro de tres años no
me afecte”. Prefiere que las canciones tengan múltiples puntos de vista y pone
por ejemplo Espectáculo.“Si me deja
la novia intento no escuchar canciones tristes y si tengo un familiar enfermo
trato de no ver películas sobre pacientes terminales”.
Los domingos cuando
regresa de los festivales no es el mejor momento para que aprecie una canción.
“Necesito que alguien me emocione a mí: un libro, una película…” Le impactó El Manantial, película de mitad del siglo XX protagonizada por Gary
Cooper. Habla de un arquitecto que hace edificios modernos. Si no le gusta el
proyecto prefiere picar piedra. Llega hasta volar un edificio.
“La gente joven
necesita desfogar. Por eso es necesario incluso que se salten la raya y tengan
rebeldía. Yo al principio pecaba con la sexualidad. Luego pensé en decir cosas
interesantes que no significaban nada. Ya me sé el truco si lo hacen otros
ahora”. Lo mejor es que la gente piensa que se dirigen a ella directamente.
Preparó una canción
sobre el Rey. “¡Hay que cargar la mano! A los músicos tienen que dejarnos en
paz. A lo mejor es el momento de irse a la cárcel. Hay que tratar de no ofender. Valtònyc no me
ofende, se ofende a sí mismo con las barbaridades que dice”.
“Mi trabajo es
mentir. Despistaros y que entendáis otra cosa. Voy encriptando todo. No quiero
que se sepa mi vida. Me aburre hablar de mí. No sé como soy. La comunicación
es torpe y distorsionada”. “En mis canciones quiero ser una mujer, un
homosexual, un extraterrestre. El mayor
censor ahora se llama Twitter”.
Compuso la letra de Solaris en una furgoneta pero luego se
dio cuenta de que no le daba tiempo a respirar.
Habla sobre la comunicación.
Le encargaron la
banda sonora de Fariña y buscó lo más
atávico. La intención de Iván era repetir en bucle la frase "O que teño
que facer para non ter que ir ao mar".
“Cuando me va bien
lo que hago es arruinarme comprando cosas electrónicas que me gustan”. Ahora
quiere divertirse con el Colectivo Mugatu. “Martí Perarnau quiere ser Dj, Amaro
solo hacer unas voces y yo tocar unos botoncitos”.
Se sienta al
piano.Bajo petición popular toca Farsante.
“Leiva llegó a su casa con un estribillo de un tema que iba a ser para Raphael.
Al principio me obsesionaba pensando si parecía un pastiche”. Se anima con Bueno, averno de Egon Soda. “Ellos no la tocan”. Le cuesta encontrar a la
tecla. A la tercera sale. Y los móviles de los fieles recogieron testimonio
audiovisual en la sede de la SGAE. Los milennials no usan boli bic.
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