martes, 4 de octubre de 2016

Habla Cuerda

Mesa Redonda del Spin 2016 en la Ciudad de la Cultura
con José Luis Cuerda, Simón Mesa y Emma Lustres (30-9-2016)
   Orgullosa. Viste los zapatos y la americana que lucía Goya Toledo en El DesconocidoEmma Lustres, ordeñadora de Vaca Films, presenta a José Luis Cuerda en Spin 2016.Ya lo conocemos.

   En el escenario también está el joven director Simón Mesa. “En Colombia la industria del cine es casi inexistente. Está en proceso”. Aprovecharon para desgranar Leidi, corto que se alzó con la Palma de Oro en Cannes hace dos años. Cuerda lo analizó con lupa. “Algunos te tacharán de que los planos son muy largos”. Alabó el gusto en el encuadre y la calidad sin necesidad de intentar lucirse con muchos elementos de audio y vídeo. “El llanto del bebé es leve. No berrea”. Y hace la onomatopeya.  “¡Se ve que gastaste poco en iluminación!”. Dice sin desprecio.  Y el veterano hace memoria. Cuando creaba cortos lo hacía para demostrar si era capaz de hacerlos. “Los amigos del cortometrajista, que salen allí, no sirven para decir si este es bueno o no”.
   El padre de Cuerda le regaló una cámara Súper 8 cuando apenas tenía unos 18 años. Compró un libro de consejos para saber utilizarla.”Hitchcock colocaba la cámara en unos sitios muy complejos”. Y también le encandila lo que sabían los popes del Neorrealismo como Rossellini. 
   Se siente afortunado de haberse formado en la Escuela de Argüelles con hombres de la talla de Luis Revenga, Antonio Drove, Manolo Marinero o Emilio Martínez Lázaro.

   También tuvo como maestro al guionista Rafael Azcona. Decía “los directores españoles sois tontos porque vais en taxi y ahí no se aprende nada. Coged el bus”.“Le repugnaba el sentimentalismo. Eso es un ejercicio masturbatorio”, tesis esta última escupida por el albaceteño. “Lloro casi todos los días. Es vejez. Pero no voy a dejar que me arañen el corazoncito”.69 primaveras.
   En el Festival de San Sebastián se quedaba dormido en las películas de las ocho de la mañana porque venía perjudicado de la noche.

   “¿Quién me iba a decir que un disparate como Amanece que no es poco iba a gustar al público? Son personajes imposibles con experiencias personales mías”. Muchos recordarán la escena del profesor que pone un examen hiperbólico sobre las ingles. Hay hordas de fans.


   “No la hemos perdido,nos han hecho abandonar la necesidad de hacer cine”.Se puso una losa al cine español en la manera de legislar y buscar financiación. Aclara “No hacemos cine con el dinero de los contribuyentes”. Ve un panorama desalentador.“Por ir a grabar a Nueva York no hay que pagar, incluso te desgravan”. “Se decide que todos somos unos rojos de mierda. Nos ponen la zancadilla para que no nos podamos levantar.Sólo se hacen cosas a la heroica.”

   El productor se muestra preocupado. “Se perdió la gimnasia del análisis”. Pero sí rescata una charla que mantuvo con Enrique Lavilla. El periodista defiende que hay dos tipos de películas. Las referenciales o secuelas que se refieren a otras anteriores y el cine de verdad.

   Hemingway decía dos cosas de la creación. Que hay que tener un “detector de mierda” que resista aunque te den con un mazo. Y que la buena narración ha de enseñar sólo un diez por cien del total. El iceberg que asoma será una parte mínima de lo hay bajo la línea de flotación.
   “Lo que más me interesa son los personajes y la relación entre ellos.Si veo que debajo del traje hay un robot me salgo del cine”. Insiste en la alergia que le producen los fuegos artificiales o espectáculos circenses. “No me gustan los hombres que vuelan y otros estereotipos”.

    Sus pelis fetiche son Plácido y El Apartamento. Dos desgraciados de los que se burlan. Una vez cogió un diccionario de cine y buscó a directores.Rescató a cien. Empezando por la A de Robert Aldrich. Ahora se fija en el cine pobre, de escasos medios. Cintas japonesas o turcas.

   “No pienso hacer nunca una película sobre un político corrupto. No le hago un monumento a un sinvergüenza así que quiera acumular capital. Me interesa mucho más el pícaro”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario