sábado, 15 de octubre de 2016

El baúl de los recuerdos

Actos por los 75 años del Pontevedra CF
Mesa Redonda con Valdano,  Manuel Jabois, Xabier Fortes y Lupe Murillo

Recordamos aquí los pasajes que cita el argentino

   “No me gusta el fútbol pero ese tipo siempre fue muy educado” me comenta un compañero. Yo ya lo escuchara en otra ocasión. Pero me sorprendió su porte elegante. Está para vestir de corto.A su vera en la mesa Jabois,Xabier Fortes y Lupe Murillo, presidenta de un club con solera. Habla el que elevó el balompié al Olimpo de la alta cultura.
   Muchas historias son en primera persona. “En mi pueblo había un equipo a cada lado de la vía y eran irreconciliables”. En Las Parejas había unos grifos de mariposa. Decían que un paisano tenía tan buena puntería que era capaz de abrirlos con un puntapié.

   El primer fútbol que vio fue el Mundial del 70. Antes “el fútbol me entraba por la voz victoriosa de la radio, como diría Relaño. Y por la Revista El Gráfico, que leía cuando iba a cortarme el pelo. Siempre dejaba que la gente se colase”.



   La leyenda de Carlovich es heroica. Cuentan que antes del Mundial 74 la albiceleste disputó un amistoso contra un combinado de jugadores de Rosario.Cuentan que El Trinche demostró todo su potencial técnico, inclusive un espectacular caño. Tal exhibición que el combinado nacional quedó en ridículo.  “La gente se ha acostumbrado a mentir y dicen que es el mejor de todos. Como el gol de La Saeta en Valladolid de tacón que to-do el mundo vio”. Jorge es más crítico. “Era hábil, lento pero muy atractivo jugando. No sería potable en el fútbol actual”. Hasta se rumoreó que fue citado para la Copa del Mundo 78 y denegó la oferta porque se había ido a faenar. Cuando Michael Robinson le preguntó por la circunstancia respondió “Yo no he pescado en la vida”.



   “Kempes sería el mejor jugador argentino si no existieran Messi,Maradona y Di Stéfano.Tan humilde que se fue a cazar con su perro al día siguiente de ganar el Mundial 78”.
   Como míster elige sin cavilación a Menotti.Lo conoció con diecisiete años en un campeonato juvenil. “Sus ideas encajan con mi sensibilidad.Cuando el fútbol argentino más se separa de este gran seductor peor le va”.Y recalca que no es de la corriente bilardista.
   Aunque su año dorado sería el siguiente “el partido más emocionante” que jugó fue en diciembre del 85. En la ida en Mönchengladbach los merengues fueron aplastados y se trajeron un 5-1 a la espalda. Pero el Bernabéu vivió una de las laureadas remontadas. “Un terremoto”. Dos cabezazos del argentino y otros dos tantos de Santillana daban la vuelta a la tortilla. Entonces se colaban más de veinte mil seguidores en el estadio e “intimidaban al contrario”. Juanito, “tipo excesivo y pasional” fue permutado para perder tiempo y salió brincando. “El hincha que jugaba todavía es reclamado en cada minuto siete”. Hasta se sorprendió de sí mismo. “Soy una persona con un autocontrol excesivo, no se lo recomiendo a nadie, pero esa noche aparecí abrazando al portero”.

https://www.youtube.com/watch?v=FDszamBGGhg 

   Cuando se jugó la final de la Copa de Europa del 86 se juntaron a verla el argentino, Juanito e Inocencio Arias. La disputaban el Barça contra el Steaua. Apenas una semana después de que el Madrid se llevase la UEFA. El diplomático de la pajarita se lamentó de una de las ocasiones marradas por los rumanos. Entonces el de Fuengirola, “de la corriente de la testosterona, exclamó:“Ahh,¿pero se puede?”.Parece que su aliento influyó.La final de Sevilla pasó a la historia por ser la de la espantada de un encolerizado Schuster en taxi antes de que se decidiese el campeón.

   Antes de la final del Mundial de México entrenaba la albiceleste ante un gran interés mediático. Sentados en mitad de cancha Maradona se encendía mirando para los periodistas. “Viven de nosotros. ¡No tienen puta idea! Valdano ¿Te juegas una cena a que no le gusta el fútbol?”. Chutó el balón de forma precisa al medio del meollo. Y uno de ellos se acercó y devolvió el esférico con la mano. Prueba irrefutable. El Pelusa no paga.

   “Al ganar sentí la emoción del deber cumplido. Es un día de culminación”. Quiso llorar como hacían El Gringo Giusti y Olarticoechea. “Hice fuerza y no fui capaz”.  Pero tiempo después fue a hacer footing a un parque cerca de su casa. Llevaba el walkman, la moda de entonces, con una cinta donde sus familiares le grababan cosas. “Escuché la voz de José María Muñoz narrando mi gol y no sabía donde meterme”.
   El Milán, cuando era temible, disputó la final de la Copa de Europa del 89 ante el Steaua.  Para templar los nervios Sacchi le dijo a Berlusconi que fuera a rezar a la capilla del Camp Nou. “Le he dicho que nuestros rivales son comunistas”.
   Siempre sale el tema de la “Isla Maldita”. No hay peor cuña que la de la misma madera.  Dos ligas le arrebató la última fecha.  “Viva el juego limpio” dijo el verdugo. “A los madridistas nunca les ganan. Pierden ellos. Parece que el Tenerife y Pier no existieran” ironiza. “No tuve perdón”. Pone un ejemplo similar. “Marcelino arriesgó mucho con unas declaraciones”.Alude a cuando el Villarreal visitó Gijón con un Sporting jugándose la vida y el míster no ocultó sus pasiones. “Quedó marcado como deshonesto”.

https://www.youtube.com/watch?v=myNTntGutBo 

   “Las previas las vivía con miedo escénico. Hay jugadores a los que excita el público y otros que son más de entrenamiento y se vuelven inseguros”.

   Volvió a casa.Con Zamorano tuvo rosas y espinas.O al revés. El club le dio maniobra para fichar a Redondo y desprenderse de Prosinecki y Zamorano.El croata no puso peros. A Bam Bam le dijo amablemente que abandonara el club y él respondió que tenía contrato en vigor. En una segunda cita la cosa se puso más violenta. Declaró a los medios “Si tengo cinco extranjeros él será el quinto; si tengo cinco delanteros, él será el quinto”. Ya no había más dinero en la hucha para más incorporaciones. El chileno se mataba en los entrenos para demostrar su valía. “¿Tu siempre juegas así o sólo cuando odias al entrenador?”El técnico tuvo que ser más tibio en las declaraciones públicas.“Será mi socio”. Y debilitaba su liderazgo. A los catorce segundos de liga marcó su primer tanto en liga. Haría 28 más, entre ellos el decisivo contra el Dépor. La respuesta de la gente era tal que “parecía que me los metía a mí”.A pesar del paso de los años en Chile siguen tratándolo con resquemor.Tiene siempre que venir el cabeceador en su defensa.
   “Con Raúl tuve un enamoramiento casi instantáneo. Algo especial. Un crack mental. Ni muy rápido ni muy técnico pero era un atleta castellano especialmente competitivo”.
   De Piojo recuerda su velocidad endiablada “y no siempre controlada”. “Hecho para el contragolpe. Con Ranieri defendían todos para él”. Y su habitual puntería ante el Barça.
   Creyó que Pablito Aimar llegaría a cotas más elevadas. Con la cruz habitual en Argentina de comparársele con Diego.Y las lesiones. “El mejor que entrené nunca”dijo Bielsa.
Valdano siente debilidad por este técnico sobresaliente. “Lo conocí con quince años. No había nacido para jugar al fútbol. Su personalidad ya era arrolladora”.
   La anécdota de Pochettino es bárbara.Bielsa trabajaba en el Newell´s junto con Griffa, “que pese a estar más loco que aquel es el mejor entrenador argentino de categorías inferiores”.Se reunieron en un pueblo para recabar información sobre los chicos de la zona. Se enteraron de que Rosario tenía atado a un chavalote de central. Fueron a su morada a las tantas de la madrugada para convencer a su padre.  Hasta le pidieron poder ver al joven que obviamente dormía. Estaba bastante rellenito por entonces y exclamaron “¡Qué pinta de jugador!. Hoy Valdano considera a aquel “central de primerísimo nivel como uno de los mejores entrenadores en circulación”
   Preguntado por el saque de banda es contundente como un central bigotudo de los ochenta. “Antes los árbitros pitaban mal sacado; ahora ya no lo hacen. Bale llega hasta el segundo palo. ¡Pero a mí me toca un pie! ¡Es lo que menos me excita!
      En 2002 se enfrentaron en la pugna por el ascenso de 2ªB el Madrid B y el Pontevedra. En feudo blanco un aplastante 5-0. Portillo puso la guinda con un tanto de panenka. Una suerte que probaría muchas veces desde los once metros, no siempre con tino. La vuelta seguía teniendo su miga porque se trataba de una liguilla.Fue un encuentro “chusco y tabenario”.Se preparó una encerrona.A Valdano,que por allí andaba, le tiraron unas litronas de cerveza por encima.  El resultado fue empate a unos. Pero había cuentas pendientes con varios rivales, entre ellos con un altísimo central picheleiro. Pasarón entonó una chirigota “Rubén, tu madre trabaja en El Edén; y la de Portillo en El Castillo”.

   También se moja en el sempiterno debate Messi contra Cristiano.El primero es“un genio de serie, con ventaja natural” y el luso “un fenómeno, con capacidad de superación”.


   Repasando su carrera se define como jugador. “Progresaba cada día”.“Lo demás me lo encontré en el camino”. Le fascina escribir a pesar del esfuerzo que supone. Pero desliza una primicia.“No descarto volver a entrenar”.Silencio.Que hablar tras él es una condena.

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