miércoles, 1 de enero de 2014

Paloma en la chistera

Espectáculo del ilusionista Jorge Blass en Santiago de Compostela (28-12-2013)

   Criaturas ansiosas. Ilusión en el Teatro Principal. “Los adultos os convertiréis en niños, los niños os quedaréis como estáis”. Empezó por trucos que lleva puliendo desde la niñez. El “pulgar evasivo”ya hizo reír a los masái.  Me engatusó cuando hizo aparecer una bola de bolos de un bloc. ¡El efecto cometa! Sus zapatillas Nike se abrocharon solas; Marty McFly no lo haría mejor.

   Lanzó una bola de papel al público que cayó en poder de Pepita. Pero como todos solemos ser escépticos, ella la arrojó de nuevo al aire. Jesús prefirió dársela intencionadamente a su amigo Ángel. Blass no sólo adivinó la carta que eligió sino que en la hoja arrugada ya se leía “Reina de corazones”.“¿Crees en la magia?”El espectador,rendido, respondió “¡Cada vez más!”

   El ilusionista buscó una chica bonita y encontró a Cristina, que ya venía acompañada. Como pavo real, le demostró sus habilidades. Un papelillo empezó a levitar. Incluso dentro de un tarro cerrado herméticamente. Un divertimento de astronautas. Ella también era capaz. Con el arte del origami, papiroflexia nipona, nació una flor que fue real tras entrar en combustión.

   A Olga le tocó la china en el día de los inocentes. Cerró sus ojos mientras que el mago confa-bulaba con el público. Una percha romboidal atravesaba el brazo que tenía apoyado en la sien.

   Blass se luciera con una presentación en galego. Pero fue incapaz de pronunciar Xosé. Al paisano le tocó entregar su celular. El ayudante del mago, un tiparraco que respondía por Margot, se enfundó la camiseta de los Lakers. Aún con sisas. Intentó lanzar el móvil dentro de una cesta que sostenía la víctima. Falló. “Sin votar no me sale”. Tampoco atinó con un mate acrobático. Ya se ha hecho añicos. Pero Xosé no desesperó y pudo volver a escuchar su tono country.

   Eva es entrañable. “Para hacer este número tienes que tener ocho años”. Le negó tres veces antes de que cantase el gallo. “Tengo siete”. La sinceridad es un bien escaso. Y un milagro con-vertir una carta en un billete de quinientos. “Esta noche si los niños ponéis un papel bajo la almohada se transformará en un billete.A los de familia numerosa quizá le aparezcan monedas”.   

   Con una servilleta mojada y un abanico logró una copiosa nevada.La primera de esta Navidad. Alzó los brazos con el mismo júbilo que Andy Dufresne la noche que recobró la libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario