lunes, 13 de octubre de 2025

Por mucho jugar

 

   Me senté sobre el muelle de la bahía. Quise pensar. Creo que ya me estaba cayendo mal esa maravillosa última cena. La tortilla lleva huevos y los yogures fueron leche. Quería recordar historias bonitas pero estaba demasiado nervioso. Taquicárdico, seamos honestos. 


   La gente comenzó a apiñarse. Como hormigas sedientas de azúcar. Muchas cabezas para distinguir la de mamá, ya doblada por el paso de los días. 


  Apareció un hombre con una media gruesa que ocultaba algo sus rasgos faciales.

" Voy a dar lectura a la declaración del día. El Señor Fulánez Menganítez no ha cumplido con la normativa comunitaria.

1. Ha puesto nervioso a sus compañías por su necesidad constante de llevarlo todo al juego.

2. Ha cronometrado todas las distancias a pie de nuestra isla en segundos privando al mundo de nuestra genuina espontaneidad.

3. Ha dicho siempre la verdad.


El acusado será condenado a darse un bañito en estas aguas tofe que mojan nuestras Tierras Raras".


   Antes de que su morcilloso dedo índice acariciase mi columna pensé si esos gelatinosos cocodrilos habrían cepillado su surtido dental.

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