*Crónica del Barcelona 1-4 PSG
Champions League. Octavos de final ida (16-II-21)
Martes revolucionario. Pochettino volvió a segar en el Camp Nou. Como la noche que el colista le pintó la cara a Pep. Ni morriña sintieron por Ney,con el cíclico virus de carnaval,y Di María.Los de Koeman encontraron una moneda en la fuente.Un penalti tan involuntario como innecesario. Kimpembe interrumpe la carrera de De Jong, intrascendente toda la velada, que aún no había dominado el esférico. Messi la rompió al lado que prefieren los zurdos.
La alegría fue corta en casa del pobre. Kurzawa apareció por su costado, envió un whatsapp a Verratti,por fin con lentejuelas el día de la fiesta grande, y Mbappé convirtió a Lenglet en un espantapájaros.Pedri fue lo más potable. Con raza para salvar un gol que llevaba su culpa. Antoine, que se hartó de despejar en el primer palo, cabalgó desde media cancha y chutó cruzado con intención. Mauricio ya meditaba quitar a Gueye que parecía no saber medirse con amarilla.
Los subcampeones de Europa salieron en modo apisonadora. Kylian se disfrazó de Ronaldo Nazário. Un armario con alas. Mientras Messi, su antagonista, sólo intentaba goles olímpicos.
El segundo gol galo copió la fórmula del primero. Los laterales culés tenían la orden de cerrar muy cerca de los centrales flotando su banda. Allí se citó Florenzi para dar el pase de la muerte.Piqué creyó que evitaba la quema pero el siete, en jurisdicción del nueve,comió el caramelo.
Paredes abasteció de nuevo. Kean encontró un bulevar entre Lenglet y De Jong y cabeceó sin oposición. Con ese bote resbaladizo que crispa a los que visten guantes.
Griezmann casi logra un tanto tamudesco. Keylor se confió y el de la coleta casi le roba la cartera. Pidió perdón el tico. Hasta el meta alemán tuvo dos despejes kafkianos con su pie de media punta de seda.
Una contra de tres para dos. Casi de fútbol sala. Draxler aguanta hasta el último segundo y sirve a Kylian que abre el interior del pie para buscar el palo largo. Parece fácil.
No faltaron las polémicas para debatir en la barra del bar. O donde nos dejen. El centro de Alba recepcionado por la mano de Moise en el vértice del área. Un posible penal a Piqué, que se desmarcaba en una bola parada y sufrió el juego de codos de Icardi. Griezmann pisó al héroe de la noche que se cayó a la lona.¡Sigan! El vídeo no tenía pause. Se necesita un póker en París. Por soñar. Una machada como la del día que Messi se subió a la valla y a las barbas de Emery.
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