Crónica del Espanyol 0-0 Celta Jornada 38 liga 2019/20
Los gallegos permanecen en la élite
El Leganés se queda con la miel en los labios tras empatar contra el Madrid
Será la quinta campaña de los periquitos en la División de Plata en toda su historia
Los gallegos permanecen en la élite
El Leganés se queda con la miel en los labios tras empatar contra el Madrid
Será la quinta campaña de los periquitos en la División de Plata en toda su historia
Una liga atípica.Triste,silenciosa.
Con los profesionales flotando en una placenta. Se pudo dar cristiana sepultura
al proyecto de Tebas. El Celta se la jugaba contra el colista, ya desahuciado.
Las cifras del Espanyol, club histórico con solo cuatro campañas en trincheras,
hasta la fecha asustan. 24 puntos,23 derrotas y solo 27 goles celebrados. Con
su jugador troncal,Diego López, descansando. Y su rival se medía con el Madrid,
campeón, todavía con confeti sobre la cabeza. Pero las dinámicas de ambos y un
mundo donde estornudar es penalti nivelaban la balanza.
Sonaba el aplauso
infinito cuando el línea perdía el banderín al señalar una de las muchas faltas
de Bradaric a Embarba. Roca pegó directo el gilicórner y la sacó el tercer meta
celeste. Wu Lei marraba ocasiones y caía en fuera de juego.
Lo más peligroso de
los olívicos fue una aceleración de Beltrán,frenada por un empujón fuera del
área de castigo, y una cesión prohibida de Pol Lozano. Tras una estrategia de
Olaza Murillo,con reserva en el segundo palo, se asustó por la salida de Oier.
Mallo sudaba para frenar el arrojo y la cintura de Nico Melamed.
Marca Bryan en
Madrid. El Lega necesita ganar. Embarba engrasó la bici y,desde lejos, pegó de
zurda a la red. Vasos comunicantes. Los gallegos,coléricos, acorralaron al
trencilla que había tocado el esférico al inicio de la jugada. El vídeo aclara
dudas. A perico flaco todos son ácaros.
Nadie le dice a
Cabrera que sus desplazamientos no deben buscar las vallas publicitarias. Aspas
agarró un balón botando, muy goloso para una vaselina.
Acabó el tiempo
muerto. Informan a Aspas de un nuevo empate pepinero. Los del sur de Madrid,
con una plantilla justísima y decapitado su ataque en el mercado invernal, se fueron
con todo hacia el arco de Areola. En Cornellá los visitantes no sabían si
guardar el botín o arriesgar.
Un carrusel. Iago
buscó la base del palo en una pérdida de Víctor. Okay cabeceó ese córner
fuera. El Toro confundió el balón con un
ovillo en el área chica y desesperó a Rafinha que deambulaba en el graderío. En
los dos móviles de Denis se narraba un
thriller con desenlace incierto. Víctor, descolgándose de costa a costa,
pegó al larguero en una jugada luego invalidada. El Príncipe de las Bateas,
con un desmarque en boomerang, volvió a ajustarla cerca de la madera. Pitó el
árbitro. No hubo euforia. Hubo que esperar unos segundos al final de Butarque.
Los hermanos Junyent, francotiradores de cuna culé y sangre perica, respiraron
aliviados.
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