lunes, 25 de noviembre de 2019

Amarillo en las tablas


*Presentación de ¡Dios mío! Líbrame de los malos actores
de Lucas Herrador en Cronopios Santiago (21-XI-2019)
Con presentación a cargo de Miguel Giráldez


  Herrador se matriculó en Geografía e Historia pero luego se fue desvinculando para entrar en el mundo del teatro por medio de la Compañía Zarabanda. “Cuando te subes a un escenario afecta a tu vida personal. Una gran mentira es que no ves al público por los focos. ¡Te empodera!” Se dedicó a la animación. Nunca abandonó sus queridos campamentos.  Ya en Santiago lleva 11 años de éxitos con personas con discapacidad y en el Psiquiátrico de Conxo. La novela se empezó a gestar cuando trabajaba de noche, de 12 a 8, “en algo que no diré”.
   Un itinerario nocturno por Madrid. Esta temática ya la abordaran Vicente Molina Foix y José Ángel Mañas.  “Viví el final de la Movida y me lo pasé genial”. Es una galaxia nocturna y valleinclanesca.Hay ambientación en Huertas, Lavapiés, Chueca, las universidades… “Me dejé Argüelles y Moratalaz que también eran divertidos”.

   Un actor es asesinado en un teatro. No a la vista del público sino en los sótanos. “Todo está inventado pero todo se puede reinventar.Seguro que quien pintó el toro de Altamira lo copió”. 

   Es una novela negra. “Me encanta, leí mucho a Montalbán y Camilleri pero también leo otras cosas. La novela policíaca nos cuenta lo que somos como sociedad y se pregunta ¿Por qué están esos monstruos? Es una terapia maravillosa matar a la gente sobre el papel. Casi siempre se castiga al malo, algo que no siempre sucede en la vida real. Quise que mi primera novela fuese negra; también podría ser un western donde tienes que inventar un mundo”.
   Estamos ante una obra humorística e irónica. Recuerda a la novela picaresca española. “En Rinconete y Cortadillo ya hay delincuencia”. Ofrece un humor muy inmediato. “Busco que la gente se ría pero nunca sabes que funciona más.  Cuanto peor lo pasa el personaje más se divierte el lector”. Hay un poco de metateatro y de teatro del absurdo. “Mi referente es Jardiel Poncela”. Y crítica a la justicia; “no es el órgano mejor visto por las sociedad española”.

   Hay tres personajes principales con “mucha noche encima”. Orellana es el muerto. Todos le odiaban. Era un mal actor que salió rana. “Quiere ser algo más de lo que realmente vale”.   Mario, al que acusan de asesinato,es el gran actor que pide la investigación. Paga con cheques.

   Miguel es el detective; “nace sin vocación de continuidad”. Estaba casi sin trabajo. Se desvive por encontrar a alguien que le invite. En su lucha desesperada por sobrevivir busca menús buenos y baratos y artimañas como El Lazarillo. Ahorra tanto que nunca hizo una llamada desde un móvil y critica a los que hacen llamadas perdidas para no gastar. Tiene unos planteamientos morales muy fuertes que heredó de sus padres. No es muy consciente de que es atractivo y que cae bien a todo el mundo. El protagonista va consiguiendo dinero, liga, va conociendo jueces, se cuela en las oficinas de alto standing… Su vida va cambiando.

   Hay menciones indirectas. Los nombres de los bares están cambiados. Está el Hamlet, el Albero, “por donde pasaron todos los golfos de Europa”. Solo están un poquito exagerados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario