*Conferencia de Eduardo López Pereira en la Sede A Fundación
sobre la peregrinación de Egeria (19-VI-2018)
*Publicado en El Faro de Vigo (25 de junio)
*Publicado en El Faro de Vigo (25 de junio)
Eduardo López
Pereira, catedrático de Trasalba, nos acerca a la biografía de un personaje
enigmático. Algo olvidado. Pese a todo le dedicaron un sello en 1984, a los
1600 años de su desaparición. Luis
Seoane pensó en ella para una de las dieciocho jarras que pintó para
Sargadelos. También bautizaron con su
nombre a una cerveza berciana y un grupo de mujeres de música sacra. Cristina
Morató, escritora y reportera de viajes, no comprende que carezca de un
monumento en su honor. Luis Menéndez
realizó un documental sobre el “primer viaje de sacrificio y peregrinación de
la historia”.
Sabemos que el 16
diciembre del 383 estaba en el Monte Sinaí. Subió en burro, salvo las partes
más escarpadas que debía ir a pie. El manuscrito donde empieza el relato del
viaje se ha perdido pero se ha constatado que partió en el 381. Los últimos folios tampoco llegaron hasta
nosotros. Recorrió Siria, Palestina y llegó a Constantinopla donde afirma
“estoy un poco mal”; se cree que pudo fallecer allí en el 384. Por esas fechas Prisciliano era ejecutado en
Tréveris.
No es un viaje de
turismo sino de sacrificio. Va por devoción. Tenía como costumbre tras llegar a
destino cada jornada cantar salmos, leer el Deuteronomio… La razón por la que la gente empieza a
peregrinar a Jerusalén es por el hallazgo de la Cruz de Cristo. San Jerónimo está harto de estas
aglomeraciones y no comparte el afán de lujo de muchos romeros. Flacila, mujer
del emperador, o Serena fueron otras
mujeres que viajaron hasta allí.
Se ha especulado
mucho sobre su origen. Se lo disputan
los italianos, aquitanos e hispanos. Estos son los indicios. Hidacio, obispo de
Chaves que nació en Xinzo, afirma en el siglo V que Egeria es “del extremo del
universo” Valerio del Bierzo comenta en
el VII que ella procede “del extremo del mar occidental”. San Rosendo,fundador
del Monasterio de Celanova en el X, donó muchos libros, entre ellos el de
Egeria.
Sabemos con seguridad que procedía de Gallaecia, una
de las cinco provincias romanas. Pero este territorio llegaba hasta Porto y
casi a Salamanca y Calahorra.
Posiblemente nació en Astorga, capital de Gallaecia, pues era una gran
centro cultural. “Es mi idea de aproximación”.
Egeria conoció a
Teodosio, emperador del 379 al 395. El mandatario nació en Coca, la actual
Segovia. En la frontera con Persia él le proporciona un ejército para que no
sufra peligros. Desde Tebaida a Pelusio, en Egipto, renunció a la protección
de los soldados por ser zona pacífica.
Era algo más que
una monja. Se la define como sanctimonialis.
Una mujer consagrada a Dios. Además aún no había monasterios en Gallaecia. Si
no fuera una personalidad no la hubiesen recibido varios obispos en las
ciudades que visitó, entre ellos el de Edessa en el sureste de Anatolia. Sabía
latín y algunas nociones de griego. Llevaba la Biblia y oraba. Sabía leer y
escribir, algo excepcional en su tiempo.
Describió sus peripecias en el Itinerarium
ad Loca Sancta.
Procedía de la alta
alcurnia. Es adinerada y aristocrática. Crítica,curiosa y de espíritu inquieto.
“No vimos la Estatua de Sal por ningún lugar”.Describe la Semana Santa de
Israel, “que es casi igual a la que se hace ahora”. Cuenta una curiosa anécdota. Un feligrés que
iba a besar la Cruz le dio un mordisco al sagrado madero. Por eso desde aquella
están más atentos los diáconos.
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