jueves, 3 de noviembre de 2016

El enteco con barbas de chivo


El Colegio Fonseca de Santiago 
le dedica una exposición a 
RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN
por los 150 años de su nacimiento 
(inaugurada el 28-10-2016)



   Su particular fisonomía hizo correr ríos de tinta.“Su aspecto va gritando que es un artista”. Especialmente sus barbas de chivo. Luengas y fraileras.Nobles y caudalosas.Cara de Cristo Bizantino adornada con lentes, melena merovingia y enorme sombrero de guacho paraguayo. Cabellos grises, tez aguileña con grandes gafas de concha.  Él mismo participa en el análisis.“De rostro español y quevedesco,de negra guedeja”.Y se psicoanaliza.“Llevo sobre mi rostro cien máscaras de ficción. Yo mismo me desconozco y quizá estoy condenado a desconocerme siempre”.


   A final de siglo acudía a una tertulia con los sectores modernistas en una horchatería madrileña. Comienza una carrera brevísima como actor. Eso sí, su mujer será la prometedora actriz Josefina Blanco con la que tendrá cinco hijos. Pero en 1932 le interpone un pleito de divorcio.
  Pierde su brazo izquierdo en1899.Tras una acalorada discusión,Manuel Bueno le pega un bastonazo. Con la mala fortuna que se le clava en la piel el puño de la camisa. Se le infecta y deciden amputárselo. Estrena su primera obra teatral para financiarse un brazo ortopédico pero jamás lo usará. El debate sería si es émulo del manco de Lepanto o un egregio de tal magnitud.

   Fue muy coherente en sus gustos políticos. “Trabaja como una fiera y le queda tiempo hasta para hacerse carlista” señalaban en la revista satírica Gedeón. En la Primera Guerra fue partidario de los aliados. Incluso visita las fronteras francesas y hace un vuelo nocturno sobre el frente bélico. Lo invitaron a México para conmemorar el Centenario  de la Independencia y mostró su leal apoyo al presidente Álvaro Obregón. En suelo hispano se opuso a la dictadura de Primo de Rivera. En las elecciones republicanas del 31 se presenta como candidato por el Partido Radical pero no consigue acta de diputado. Según él ,por fraude.


   Su indómito carácter le jugó malas pasadas.Protestó por la concesión del Nobel a Echegaray cuyo teatro detesta.Rubén Darío lo analiza.“Parece un viejo Dios altanero y esquivo.Tengo la  sensación que siento y vivo a su lado una vida más intensa y más dura”. Por un rifirrafe en el Teatro Fontalba es condenado a pagar una multa y ha de pasar unos días en la Cárcel Modelo.
   Se presentó al Premio Fastenrath de la Real Academia Española con varias novelas, entre ellas Tirano Banderas. Declaran el concurso desierto y, enojado, afirma que es una institución reaccionaria, monárquica y anticuada. Maside dibujó esa frustración. No le faltaron condecoraciones. Fue presidente del Ateneo de Madrid y director de la Real Academia Española en Roma.

   Sus primeras dolencias de vejiga comienzan en 1913. En una década ya se habían agravado. Pasa, mermado, sus últimos diez meses en Santiago bajo la atención del doctor Villar Iglesias.


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