viernes, 11 de noviembre de 2016

El perdón

Crónica del Brasil 3-0 Argentina (10-11-2016)
Goles de Coutinho, Neymar y Paulinho 

Los de Messi se complican mucho el pase al Mundial de Rusia
*Imágenes cortesía de diario La Prensa, El Confidencial y Goal.com


   Olía a drama. ¿Quién olvida el último día que la canarinha pisó Belo Horizonte? Un paredón ante el ejército de Löw. Hoy el campo era de minas. Rezamos por el capitán carioca del 70. El lateral derecho también vistió el cuatro. Ambas escuadras con precauciones.Orden y progreso.
   Los tres cromos de pundonor estaban repes. Y Mascherano, el más decisivo hace dos años, realizó hasta tres desplazamientos estériles. La orquesta pedía a gritos un enganche. Un violín. Banega no desabrochó la sudadera. Estiletes de marca pero desabastecidos y sin sed.  El Pipita, plomizo, no chutó al arco.Y El Kun,apenas un cambio de ritmo, ya aparece solo de revulsivo.
   Pudo haber golpe de timón si Fernadinho abandona el barco al minuto dieciséis. Dejara un ancla a Messi y luego impidió una contra de forma punible. La Pulga tenía un imán magnetizado a la medular. Apenas amedrentó los segundos previos a ejecutar los tiros libres. Sin socios.

     Solo disparó de lejos la albiceleste. Miranda y Marquinhos,que han ganado la carrera a Thiago Silva, inmaculados. Coutinho apareció una vez. Aceleración y golpeo al ángulo más distante. Ney, en su segundo aviso, mató con el remate raso que le caracteriza. La asistencia de Gabriel Jesús fue irrechazable.En el 45 duele más.Dos vagonetas de oro en Minas Gerais antes del reposo. Globos amarillos demasiado inflados quizá.El tanteo se quedó escaso tras el cambio de campo.

   Ney se encontró una autopista sin peaje. Motivadísimo. Funes Mori fue a su caza y debió irse a reflexionar a la ducha.El jefecito bufaba. Le tocaba ser el primero en la presión.Su sangre hervía al avistar tan distante a la gélida Rusia.Ya no le hacían gracia los trucos de Júnior. Olvidando ya el viaje-obsequio entre las nubes.   Argentina, como los aviones de papel, miraba al suelo.

   Centró Marcelo y el balón traspasó a un pusilánime Emmanuel Mas. Renato lo devuelve a zona de fuego y Paulinho activó el botón rojo de emergencia. Tite corrió, a su ritmo, toda la banda. Las ojeras de Bauza eran todavía más profundas.
   Los locales quisieron hacer más sangre. Pero el oficio de Zabaleta y la mala medición del samurái Firmino impidieron más humillación.  Cinco de cinco para Tite. Un bello horizonte. La albiceleste se juega su futuro el miércoles ante Colombia. Latir o jaque mate. Mate o café.


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