Artículo publicado en versión reducida en El Faro de Vigo (13-5-2015)
Piezas hechas con
estiércol, cuadros a base de Barrantes o un vaso de agua medio vacío a veinte
mil euros. ¿Una feria de vanidades? ¿Un fraude? Estrella de Diego rompe una
lanza en favor del arte contemporáneo. Muestra hastío hacia Murillo y el éxito
de los impresionistas. Exige un cambio de paradigma. Ahora, frente a la
tradicional contemplación, se demanda un
análisis. El artista pretende sacudirnos, crisparnos, causarnos estupor, jugar con
malentendidos…
Picasso resquebraja
el arte tradicional en 1907 con Las
señoritas de Avignon.Tenía pretensión de trascender. Hizo estudios preparatorios. En
algunos bocetos incluso había figuras masculinas. Las prostitutas recuerdan a
las esculturas ibéricas. El pintor coleccionaba objetos exóticos y visitaba el
Museo Etnográfico de Trocadero. Este
cuadro, de dimensiones cuadradas, es único en su trayectoria. «Nos quiere
dar a beber queroseno después de llenarnos la boca de estopa» dijo Braque. Tras
estar diez años recogido, el modisto Jacques Doucet compró el lienzo en 1921; la
vanguardia dominante era ya el surrealismo. Pidió rebaja por ser un cuadro feo.
Le asesoraba André Bretón, agitador cultural, a quien le interesaba aliarse con
un ya rico y poderoso Picasso.
Picasso pintara a
Gertrude Stein. La estadounidense
escribió líneas fascinantes sobre el malagueño. Cuando vio su cara máscara
afirmó “No me parezco en nada”. “Ya te parecerás”.
Entre las rarezas
de Pablo Picasso tenemos pinturas de objetos encontrados, como una rejilla, o el
collage de periódicos que parodiaba la forma de colocar la prensa en los
kioscos.
Marcel Duchamp fue
un artista que llegó a presentarse a un concurso donde él ejercía de jurado.
Un agitador que adoptó el roll de mujer; se sacó de la manga a Rose Sérlavy tras unas fotos de Man Ray.
Un artista extravagante que se hizo una tonsura con forma de estrella.
Llega a Nueva York,
aún“ciudad mocha” sin rascacielos,cuando predominaba la pintura realista e
impresionista. La Fuente parece una
tomadura de pelo. Pero se le ocurrió a él en 1917. Firmó el urinario como R. Mutt,
que sería como decir Roca en España. “Arte
es lo que el artista dice que es arte”. Detrás de algo banal había un plan
complejo. No era una ocurrencia aislada.
En Gran Vidrio“el azar acabó la obra”cuando
se rompió el cristal.Así se saltaba la histórica autoría de las obras. Se le
ocurrió fotografiar la parte trasera de ese cuadro, un criadero de polvo.
Su Museo Portátil es una broma a la
institucionalización del arte. Puso bigotes y perilla a una postal de La Mona Lisa y, confrontándola con el
espectador, la convirtió en icono de la baja cultura. La llamó L.H.O.O.Q. “Ella tiene el
culo caliente”. Volvió a la original y la tituló Gioconda rasurada. Se convirtió en un icono del pop art en los
sesenta. Incluso le pusieron un chupa chups.
Duchamp hizo ruedas
de bici, un botellero a partir de un objeto encontrado… Es el autor del inquietante Desnudo bajando una escalera tras
estudiar las fotografías de Jules
Marey. Posee la idea de movimiento heroico de los futuristas. Despertó muchas bromas.
No era un buen pintor y, como artista de estrategia, se decantó por el
ajedrez. Recuerden su transgresiva instantánea
en plena partida con la escritora de segunda fila Eve Babitz completamente desnuda.
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