Don Esperpento

Así era Ramón María del Valle Inclán
tras una visita a su Casa-Museo de Vilanova de Arousa

   Aunque hay quien sitúa su origen en una travesía hacia a Pobra do Caramiñal, Valle Inclán vino al mundo en la casa Cuadrante, la de sus abuelos maternos. Así lo afirma en sus epístolas. Rodea al pazo un “Jardín Umbrío”. En 1994 Un incendio arrasó todo a su paso salvo las paredes de piedra, el resto hubo de ser rehabilitado. “Siendo niño me encantaba que me bajaran a los establos”, calefacción animal, “a tocar el testuz de las vacas”. Hoy allí se sigue jugando a la lotería al número capicúa de Max Estrella,5775, aunque este falleció sin conocer su exitoso sino.

   En 1906 estrenó en el Teatro de la Princesa El Marqués de Bradomín donde interviene su futura esposa Josefina Blanco. Años después la acompañará de gira por toda Sudamérica. 

   De todos es conocido el carácter avinagrado del barbado.  En 1924  pasó dos semanas entre rejas por negarse a pagar una multa tras unos incidentes en el Palacio de la Música.

   La única imagen en movimiento que se conserva de Ramón es una secuencia en blanco y negro de la película La Malcasada de 1926, donde el director plantea un debate acerca del divorcio. Ya interviniera de mozo como actor en La comida de las fieras de Jacinto Benavente.

   Tras un incidente con Manuel Bueno en el Café de la Montaña, tángana casi tributo a Vincent y Gauguin, le amputaron el brazo izquierdo en 1892.El mismo que perdió el manco de Lepanto.

 

 

   El de la generación del 98 se sumó a la protesta de intelectuales como Unamuno o Rubén Darío contra el homenaje a José de Echegaray por habérsele concedido el Nobel en 1904.

   Nunca ocultó sus ideas progresistas. Firmó,con Azorín, Machado o Maeztu, un manifiesto de apoyo a los aliados al desencadenarse la Gran Guerra. También se opuso a la dictadura de Primo de Rivera y fue presidente de honor de la Asociación Amigos de la URRS. Pero no tuvo suerte en política. Se presentó como diputado por los carlistas en 1910 y por el Partido Radical en 1931 pero nunca fue elegido. Muere en 1936, sin recibir auxilio religioso, tras arrastrar problemas de vejiga durante años. No llegó a saber que su país se sumiría ese estío en un averno.